El 25 de agosto de 1988 se editó la cuarta producción de los norteamericanos Metallica, producido por Flemming Rasmussen, siendo ésta su última colaboración con la banda.
En su época fue bastante controvertido, pues se criticó su sonido mucho más accesible (mainstream) de parte de sus fanáticos más acérrimos, que los escuchaban desde sus inicios como precursores del thrash metal, no viendo con buenos ojos su éxito comercial, llegando así el conjunto a nuevas audiencias.
Es a la vez el primer LP con el bajista Jason Newsted, en reemplazo del talentoso y carismático Cliff Burton -quien falleció en trágicas circunstancias en 1986 en un accidente en el bus de gira de la banda-, aunque Newsted ya había hecho su debut en el EP de covers The $5.98 E.P. Garage Days Re-Revisited (1987).
Su portada muestra una imagen de la estatua de la Dama de la Justicia agrietada, atada con cuerdas, con los pechos al descubierto y con su balanza llena de dólares, dando a entender que la justicia solo es favorable para quienes pueden pagarla. Asimismo, las líricas del álbum son bastante oscuras, girando en torno a las injusticias políticas y judiciales (tema título) a través del prisma de la guerra («One»), la censura («The Eye of the Beholder») y la amenaza nuclear («Blackened»).
En el disco también figura “To Live Is to Die”, que contiene algunas composiciones de Cliff Burton antes de su fallecimiento, cuya letra es a la vez un poema escrito por su ex bajista.
Uno de los puntos más controvertidos del álbum son las casi “inaudibles” líneas de bajo, lo que con el pasar de los años, se sabría fue a petición de Lars Ulrich (batería). En declaraciones en una entrevista publicada en 2015 por el sitio web Ultimate Guitar con el ingeniero encargado de la mezcla del álbum, Steve Thompson, contó que Ulrich le pidió expresamente bajar el volumen de dichas pistas, ante su asombro.
Composición
En …And Justice for All Metallica se aventuró con canciones de mucho mayor duración, como el tema título que alcanza casi los 10 minutos. Los sencillos incluidos en el LP presentan a la vez diversas variaciones y estructuras más complejas, lo que los llevó en cierta medida a acercarse al sonido más progresivo. La misma banda declararía luego que interpretarlos en vivo -en la gira Damage Justice– los dejaban exhaustos. Esto repercutiría en la composición de su próxima producción, su disco homónimo de 1991, más conocido como el Black Album.
“One” es la canción ícono del disco, infaltable en sus shows en vivo, de la cual filmaron su pimer videoclip, siendo nominados en 1988 a la “Mejor interpretación de hard rock/metal” en los premios Grammy, siendo los favoritos, premio que se llevé finalmente Jethro Tull, dejando a todos desconcertados.
…And Justice for All se convirtió en un éxito absoluto. Fue ocho veces disco de platino, vendiendo más de ocho millones de ejemplares. Es considerado un disco-puente entre el sonido primigenio de la banda y el registro más comercial de sus siguientes trabajos.
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