A comienzos del 2006 surgió Bauda como proyecto solista del guitarrista, vocalista y compositor César Márquez, quien asumió todos los instrumentos (bajo el alias Ciisar Magnimvs), enfocado en música más alternativa y de diversas capas musicales, de ambientes atmosféricos e introspectivos.
“Yo venía de un mundo ligado más al black metal y quería ‘escaparme’ un poco de ese estilo, y así nace Bauda”, recuerda César. Tras grabar el EP Del Mar al Aire, en 2009 publicó su primera producción, Oniirica, en la cual asumió la interpretación de todos los instrumentos, siendo acompañado por Mauricio Castillo en la batería (ex Animvs Mortis).
No es hasta 2012, con el ingreso de Juan Díaz en el bajo y Nikolas Recabarren en la batería, que Bauda se constituye como grupo propiamente tal, con una formación estable, lanzando Euphoria…of Flesh, Men and the Great Escape, el cual tuvo una muy buena recepción tanto en Chile como en el exterior.
Finalizando el 2015, el conjunto editó su tercer trabajo larga duración, Sporelights, que contó con la producción de René Rutten (guitarrista de The Gathering). Esta placa les ha valido excelentes comentarios, apareciendo en reviews de revistas tan prestigiosas como Metal Hammer y Prog Magazine.
Sobre el nuevo disco, su historia, planes futuros y más, se refieren César, Nikolas y Juan en la siguiente entrevista con RockNvivo.
Preguntas y respuestas con Bauda
– ¿De dónde proviene el nombre de la agrupación?
César: El bauda es un pájaro brujo oriundo de Chiloé, es como el Huairavo, que se transforma en persona; es de carácter antropomórfico, tiene toda una mística. Me acuerdo que cuando niño, mi padre me llevaba a grabar naturaleza a los bosques. En una de esas oportunidades, de noche, me señaló un par de ojos rojos en la oscuridad. ‘Ése es el bauda’, me dijo. Así que de pequeño me llamó la atención y se impregnó en mi música.
– Este contacto con la naturaleza desde temprana edad, ¿influye en el hecho de que la música de Bauda evoque en la imaginación del oyente parajes oníricos?
César: Para mí los soundtracks, la música incidental, traen a la mente paisajes maravillosos sin necesidad de estarlos viendo. Las voces te llevan a un lugar directo, la lectura es mucho más rápida. En cambio, en la musical incidental, cada uno se puede imaginar las imágenes que quiera, es de una interpretación mucho más libre.
– Entonces, ¿eso explica que en un principio en su música la voz no jugara un papel tan relevante?
César: Sí, hay muchas (canciones) en que musicalmente nos alargamos, hay mezclas de efectos, muchas capas musicales, las canciones van in crescendo, etc.
Juan: En el disco Euphoria… y en Sporelights las canciones fueron compuestas en base a la guitarra y de forma totalmente instrumental, como que de repente apareció la voz, por decirlo de alguna forma.
Nikolas: De hecho, Euphoria… iba a ser un disco instrumental al principio, y creo que la gente se dio cuenta de eso. Ya con Sporelights le dije a César: ‘¿por qué no incluyes voces de forma más permanente?’ Eso, desde mi punto de vista, para que el fan tuviese un mayor ‘apego’ a la banda.
– ¿Alguna vez buscaron un vocalista para incorporar de forma estable?
César: En un punto sí, puesto que yo nunca había cantado en mi vida. En Euphoria creo que eso se notó, no fue forzado, pero fue bien raro hacer las voces, la verdad. Eso sí, me ayudó mucho para Sporelights, disco que está pensado para que alguien cante, ya iba enfocada para allá.
Nikolas: A mí me sorprendió César cuando cantó en Euphoria. Cuando lo escuché quedé impresionado. Juan Escobar (ex Mar de Gries/AstorVoltaires, quien colaboró con ellos) lo ayudó en ese ascpecto, pero César hizo un muy buen trabajo.
– Respecto al nuevo larga duración, Sporelights, ¿cómo fue su proceso de composición?
César: El disco se compuso rápido. El tema que se alargó fue el de post-producción.
Juan: Nosotros en general componemos de forma rápida. César llega con una idea, la que propone en el ensayo. Sobre el tema, Niko pone la batería y yo agrego partes de bajo. Luego, cada uno en la tranquilidad de su hogar va complementando las partes. La composición tomó un par de meses.
– Y el contacto con René Rutten ¿cómo se produjo?
César: A René lo contacté por correo, no perdíamos nada con preguntarle… ¡y le encantó nuestra música! Me dijo: ‘ya, llego a Chile en tal fecha y nos juntamos’. Todo se dio forma natural y muy buena onda. Cuando llegó, él no conocía los temas del álbum, solo algunas muestras que le había enviado a fines de 2013. La primera prueba de fuego fue cuando ingresó al estudio y nos pidió interpretar el disco completo… ¡eso fue un poco traumático! (risas). Ahí recién escuchó bien las canciones y los arreglos, y ahí se comenzaron a pulir. René fue muy abierto y nos dijo que si no queríamos cambiar alguna sección en un tema, no había problema. Estamos muy agradecidos por su trabajo en Bauda.
– Para este nuevo disco firmaron con el sello sueco Temple of Torturous, ¿qué tal ha funcionado todo con ellos?
César: Primero que todo, a nuestro anterior sello, ATMF (Italia), les envié el disco, y me dijeron ‘está increíble, pero hay un problema: es invendible para nosotros, porque comercializamos metal más extremo, y este disco no lo tiene’. En ese punto, nos dijimos como banda ‘hay que tener contactos nuevos’. Así que nos enfocamos en buscar una casa discográfica que no fuera netamente metalera, o que tuviese una mirada más abierta, musicalmente hablando.
Juan: Aún recuerdo el correo que nos envió César y decía “estamos en problemas” (risas).
Nikolas: La verdad, creíamos que con René iba a haber algo de ayuda en este aspecto, pensando en algo ya más grande y no fue así lamentablemente. Era difícil que un sello grande se arriesgara con una banda poco conocida como nosotros.
Cesar: En relación a la pregunta, de cómo firmamos con Temple of Torturous, ellos nos contactaron porque querían realizar un videoclip a una banda alemana de su sello, Fyrnask. Ahí partió de a poco la conversación, comencé a conocer el sello, me dí cuenta que se movía súper bien, etc. Conversamos hasta que tuvimos el disco listo, y obtuvimos una respuesta favorable para comercializarlo.
– Las críticas ha sido muy positivas para Sporelights, destacando algunas de medios internacionales
César: Con el review de Metal Hammer quedé sorprendido, que nos catalogaron como “la gema del rock progresivo chileno”… ¡la verdad es que no le encuentro nada de progresivo al disco! De hecho, creo que Euphoria se acerca más a eso. Otras críticas nos definían como una mezcla de Coldplay con Muse y con Voivod… después nos decían que teníamos algo de Foals, etc. Eso sí, nunca nos clasificaron como “la copia de”, lo que me deja satisfecho.
Juan: Ésa es la gracia de la banda, que su música es inclasificable. Bauda es una especia de puzle, esa amalgama se mete a la juguera y sale nuestra música.
– ¿Qué se viene a futuro para Bauda?
César: Con Sporelights sacaremos mil copias en CD y 500 en vinilo, estos últimos llegarán marzo. Esto irá cambiando de acuerdo a las ventas, que según me han informado van bastante bien. Y bueno, queremos girar para promocionarlo, tocando harto en vivo. El 2015 lo cerramos de buena forma, con excelente reviews del nuevo álbum. Con Sporelights no se van a encontrar con el típico rock, quizás a los metaleros les pueda sonar algo raro el disco, porque no tiene nada de metal tradicional, pero eso no quiere decir que sea malo o bueno, tan solo es distinto. ¡Nos vemos el 2016 con shows en vivo!