Por un lado, Damon Albarn buscando las respuestas para un convulsionado presente amoroso. Por el otro, Graham Coxon encontrando al otro lado del Atlántico la guía musical para Blur. Así fue el ambiente previo que tuvo la grabación y publicación del álbum homónimo que el conjunto británico publicó en 1997.
Blur, a secas, fue quinto trabajo de los londinense, que salió a la venta el 10 de febrero de 1997. Por ese entonces, la Batalla del Britpop veía los últimos cartuchos de una guerra que al final le sirvió sólo a la prensa.
Este álbum fue el resultado de una búsqueda por parte de Coxon de cambiar el rumbo sonoro de Blur, tratando de incentivar un acercamiento al rock alternativo y al noise que sonaba en Estados Unidos de la mano de Pavement y Beck, entre otros.
Antes de la grabación, la relación entre los cuatro miembros estaba a punto de quedar en punto muerto. Por ese entonces, Albarn tenía una intensa relación amorosa con Justine Frischmann (líder de Elastica), lo que motivó a que el vocalista escribiera letras más personales en vez de crear personajes, como lo había hecho anteriormente.
Por ello, la mano de Albarn se nota en temas como «Beetlebum» (sobre su experiencia con la heroína) y en «Death of a Party», cuyo sonido da las primeras señales de lo que luego sería Gorillaz.
En tanto, Coxon decidió proyectar la incomodidad que tenía junto a sus compañeros en la búsqueda de otros sonidos. Claramente Norteamérica sirvió como gran inspiración para crear sucios y desprolijos riffs, como la clásica «Song 2», «Chinese Boms» y, sobre todo, «You’re So Great».
Para dejar de lado la exposición luego de la popularidad de The Great Escape (1995), el cuarteto decidió viajar hasta Reykjavík, capital de Islandia, para grabar el álbum bajo la producción de Stephen Street.
«Blur había decidido que las presiones comerciales y escribir éxitos radiales no iban a ser las preocupaciones principales. El ambiente en el estudio era muy diferente a otras veces que había trabajado con ellos», contó Street en 2014.
En otra ocasión, el productor afirmó: «En el estudio, después de los primeros días donde sentí que todo el mundo estaba pisando cáscaras de huevo, había un gran ambiente. Creo que fue porque no querían competir con nadie en este disco, querían hacer un disco que ayudaría a mantener a la banda unida«.
A tal punto fue la disposición de Blur de evitar la presión, que no le importó cambiar de sonido a costa de perder seguidores. De hecho, como primer single eligieron «Beetlebum», un tema de cinco minutos.
La portada fue creada por el estudio Yacht Associates y muestra una fotografía de un paciente en una sala de urgencias, quizás emulando el estado en el que se encontraba la banda por ese entonces.
Junto con ello, fue el primer trabajo de Blur que no incluyó las letras de sus 14 canciones. Según Albarn, «no quisimos explicar a qué se refieren las letras porque son bastante extrañas como para hacerlo… ‘Death of a Party’ y ‘Strange News From Another Star’ son bastante claras».
Debe estar conectado para enviar un comentario.