La noticia sobre el alejamiento de Pablo Ilabaca de Chancho en Piedra sorprendió a los seguidores y a aquellos que no son cercanos al cuarteto. Después de 24 años, el conjunto de La Cisterna perdió a una de sus piezas fundamentales y gran responsable de mantener aún con vida a la banda.
La inquietud musical del guitarrista se vio reflejada en el comienzo del siglo, cuando mantuvo la firmeza y control de lo cosechado en La Dieta del Lagarto (1997) y Ríndanse Terrícolas (1998) para grabar junto a sus compañeros Marca Chancho (2000), el último gran disco del conjunto.
Esa trilogía está marcada por los riffs y la voz de Ilabaca. Fue el preámbulo de una carrera que pronto fijó su mirada más allá. Años después sería pieza clave en el éxito de 31 Minutos y también creó su alter ego, Jaco Sánchez, iniciando un proyecto intermitente como solista con dos discos en la calle.
El guitarrista siempre miró más allá de Chancho en Piedra, pero en el sentido positivo. Mirando influencias por aquí y por allá para sus discos, como la reversión de la Cantata de Santa María, y también para satisfacer sus inquietudes. Por ello, el teatro también estuvo dentro de sus planes, como la musicalización de obras y el montaje de Romeo y Julieta al estilo de 31 Minutos.
Con la salida de Ilabaca (en bueno términos) se termina Chancho en Piedra como lo que conocemos. Se va el motor creativo, la guitarra inconfundible y la voz complementaria de Lalo Ibeas por casi un cuarto de siglo. Gusten o no, canciones como «Lophophora», «Da la claridad a nuestro sol», «Discojapi», «Volantín» y «El impostor» tienen la marca de Ilabaca.
La palabra «reinvención» es la que asoma más rápido tras la noticia. Es el trabajo más importante que tienen los tres miembros restantes para seguir adelante. Fue una decisión difícil, porque el camino más sencillo sería poner fin a su historia y retirarse. Guardando las proporciones y motivos, quizás decir adiós como Led Zeppelin o The Smiths hubiese sido duro pero efectivo.
Pero el ahora trío decidió seguir, pese a mostrar señales de agote (como volver a celebrar de La Dieta del Lagarto en Lollapalooza Chile 2018). Anunciaron que reemplazarán a Ilabaca con otro músico (temporalmente será C-Funk) e iniciar un «nuevo camino». La era de Chancho en Piedra llegó a su fin, esa de los álbumes con títulos extravagantes, de los conciertos temáticos e hilarantes, y de la soltura y confianza del cuarteto.
La nueva etapa de Chancho en Piedra es incierta. Como toda nueva aventura, el resultado puede dejar airosos a los tres integrantes que quieren mantener con vida al grupo a toda costa (incluso cambiar su estilo sonoro) o transformarse en un fracaso de proporciones. Lo mismo para Ilabaca: el tiempo dirá si su decisión fue la acertada.