James Newell Osterberg, Jr, o simplemente Iggy Pop, es uno de los mayores exponentes del rock que ha mantenido su vigencia por décadas desde que irrumpió a fines de los ’60 con su alocada presencia.
Más de cuatro décadas de carrera, tanto al frente de The Stooges como solista, siempre con la potencia característica que nos ha ofrecido en canciones como «I Wanna Be Your Dog», «Search and Destroy», «Lust for Life» y «The Passenger».
A la espera de su debut en Chile con un show fijado para el 10 de octubre junto a The Libertines, te presentamos cinco de sus trabajos más importantes.
Fun House (1970)
Dando las primeras señales de su futura influencia, Iggy Pop presentó junto a The Stooges su segundo trabajo lleno de hard rock pero también harta improvisación y noise-rock. De la mano de Don Gallucci en la producción, el conjunto de Nueva York regaló joyas como «Down on the Street», «Loose», «T.V. Eye» y «L.A. Blues».
Raw Power (1973)
Si buscas el origen del punk rock, aquí hay algunas señales. El tercer álbum de The Stooges es una obra maestra de 34 minutos grabada justo cuando los problemas con las drogas del vocalista alcanzaban su punto máximo. «Search and Destroy» es un clásico de este álbum que contó con la producción de David Bowie.
The Idiot (1977)
El primer trabajo firmado como solista, pero que contó con la estrecha colaboración de David Bowie, quien co-escribió la mayoría de estás canciones y tocó algunos instrumentos. Esta unión se refleja en canciones iconicas del estadounidense, como «Nightclubbing», «Funtime» y «China Girl».
Lust for Life (1977)
La segunda colaboración entre el estadounidense y David Bowie, y el trabajo más famoso de la Iguana. Acá se nota mucho más la mano del Duque Blanco, partiendo por la singular música de «Lust for Life» (compuesta por Bowie) y «The Passenger», cuya letra fue inspirada en un poema de Jim Morrison.
New Values (1979)
Mezclando humor con temas cotidianos en sus letras, el estadounidense también combina sonidos, con baladas como «How Do You Fix A Broken Part» y «Angel», junto con esos impulsos típicos, como «Girls» y «I’m Bored». Ya sin Bowie como compañero, la Iguana demostró que podía seguir su camino en solitario.