La cuarta versión del festival Circus Rock fue una jornada electrizante, con mucha potencia y buen rock, reuniendo a reconocidas bandas de la escena nacional junto a la nueva sangre del rock chileno.
Paulatinamente comenzó a llegar el público al Centro Arte Alameda, que para este evento contó con dos escenarios: uno dentro del propio teatro, y el otro en el hall del Cine Arte.
Cerca de las 23.15 horas se da inicio con Matorral, conjunto que practica un rock con tintes sicodélicos y de folk, que han sido elogiado por los medios pero que lamentablemente no es reconocido a nivel masivo. El trío, en media hora de presentación, interpretó temas como “Todo” y “Mediodía”, contando con el apoyo de los presentes, quienes empezaban a arribar en mayor cantidad al recinto. Muy agradecidos, y probablemente con ganas de entregar mucho más, se retiran entre aplausos.
Corto intermedio, lo que se agradece, y sube al escenario Tío Lucho, que con su mezcla híbrida entre rock, punk y pop, logró una buena empatía con la gente. “Malnacido” sacó a relucir su faceta más punk, tema potente y ganchero, mientras mostraban su versatilidad en otras compasiones con influencias más rock/pop de sonidos ochenteros. Una histriónica performance de su vocalista y frontman condimentaron el show, para luego casi de inmediato dar paso a una de las presentaciones más esperadas de la noche: Aguaturbia.
Aplaudidas apenas pisaron el escenario, la calidad estas verdaderas leyendas del rock nacional, pioneras en Chile y elogiadas y reconocidas en el extranjero, quienes este año cumplen 40 años de carrera, ofrecieron un sólido show, con una Denise cantando en sus mejores tiempos (¡que gran voz la de esta mujer!), más la calidad de Carlos Corales en guitarra, un verdadero maestro de las seis cuerdas. Los años parecen no pasar por la banda. “Waterfall” suena increíble, y «E.v.o.l» saca a relucir sus influencias sicodélicas. El maestro Carlos Corales improvisando acordes en su guitarra, más un sólido bajista y una impecable performance en batería, hicieron de Aguaturbia lo mejor de la primera parte, con un público aplaudiendo de pie tan magnífica presentación. Todo un ejemplo de perseverancia.
Pequeño receso, para que cerca de las 1.30 am Hielo Negro diera inicio a la “segunda patita” de la noche, esta vez en el hall del Centro Arte Alameda. Los hard rockeros patagónicos, con sonidos puros de rockanroll, se despacharon 30 minutos de potencia y distorsión, y era posible ver a sus fans en primeras filas apoyándolos y cantado temas como “Lobo Estepario” y “Salamandra”, mas el cierre con “Locomotora”. Atentos, ya que anuncian próximo disco el año entrante.
El buen rock continuó con Guiso, quienes cumplen 10 años como una de las bandas insignes de la autogestión y medio independiente nacional, a través de su sello Algo Records. Muy vitoreados, con rock con toques punk y algo de soul, hicieron saltar y cantar al público durante media hora.
El cierre de la jornada fue responsabilidad de Los Howlers, banda que ha sido la gran revelación del rock nacional en el último tiempo. Con la particularidad de interpretar sus temas en inglés, han conseguido frutos inclusive en el extranjero. Su sonido es mezcla de rock sicodélico con garage. Probablemente era la banda de Circus Rock menos conocida por el público, pero de igual forma valoró y disfrutó con su set.
Cerca de las 3.00 am se da por finalizado el show de la sexta y última banda, cerrando así una jornada que se caracterizó por el nivel de calidad de todos los artistas involucrados. Esperamos ansiosos el Circus Rock del próximo año.
Fotógrafa: Magaly Belén Visedo
Matorral – Mediodía (en vivo)
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