2011 fue el año en que Carlos Vargas dio inicio a su carrera solista luego de una década dedicada a proyectos como Yupisatam e Inflamable. Corderolobo fue el nombre elegido para comenzar una carrera que hasta ahora suma dos álbumes de estudio.
«El nombre viene de los apellidos de mis abuelas, Cordero y Lobos, una coincidencia que no quise dejar pasar», expresó a RockNvivo el músico que está en plena promoción de Desastres Naturales y Mañana en la Mañana, editado en 2013, y sucesor de su debut homónimo (2011).
En estos tres años, Vargas ha sido acompañado por diversos músicos, además de colaboraciones artísticas que reflejan la independencia y autogestión de su proyecto.
«En cada cosa que hacemos buscamos oportunidades de hacer algo con intención, dedicación y cariño, desde los afiches hasta los videos. Cuentos, cortometrajes, etc., por lo que las expectativas están puestas en las creaciones en sí mismas y no en el resultado que puedan conllevar», explicó Vargas.
Sobre sus influencias, su música y el videoclip recientemente estrenado de su single «Huracán» (que se puede ver la final de la nota), Vargas conversó con RockNvivo en esta entrevista.
PREGUNTAS Y RESPUESTAS
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¿Cuáles son tus influencias?
Desde el punto de vista musical, me llaman mucho la atención las bandas que van evolucionando y van tomando riesgos en lo que hacen, con la recompensa de llegar a nuevos lugares, como por ejemplo The Beatles, Pink Floyd, Beach Boys, Flaming Lips, Los Jaivas y Café Tacuba. Eso no quita que también sienta influencia por los grandes clásicos y me atraigan mucho las melodías y las canciones.
Una de las descripciones de tu carrera dice que «el proyecto deja abierto a las personas a interactuar con el contenido y generar sus propios mensajes o interpretaciones sobre el arte presente en él», ¿cómo logras concretar ese vínculo?
Se logra con sinceridad e intentando que los colaboradores entiendan a cabalidad cuál es el espíritu del proyecto, notar en ellos un real interés y motivación; el resto se da solo. Es increíble ver a gente tan motivada y disfrutando de un trabajo que nace a partir de las canciones.
¿El proyecto Corderolobo va más allá de la música? Me refiero a los guiños que hay a la literatura y artes visuales.
Sí, por ejemplo Ricardo Villavicencio, ilustrador de ambos libros, es básicamente otro integrante más si se pudiese explicar así. Probablemente nos gusta entrar en ese mundo y no limitarnos a lo que de manera establecida tenemos que hacer. Esto es básicamente por un interés de darle vuelta a las ideas y crear más. Nunca fue premeditado hacer libros, ilustraciones y en el segundo disco cuentos, fueron las ideas que nos nacieron en torno a esos discos. Siempre contaremos con la libertad de tomar el camino que nos parezca el más apropiado. Esa es la gracia.
¿Cómo fue la grabación y posterior edición de tu primer trabajo, Corderolobo? En términos personales y la ayuda de colaboradores.
El primer disco nace a partir de canciones que fui haciendo antes de tener el proyecto como tal. Musicalmente nacieron distintas a las anteriores que había hecho, ya que siempre estuve con banda. En esta ocasión me acoté a lo que tenía en mi casa, por lo que muchas de las canciones nacieron en base a baterías del preset de teclados antiguos, o yo mismo haciendo beatbox cuando tenía un patern en la cabeza, todo eso lo fui registrando para posteriormente grabar con Nicolás Moreno, ex bajista de Jirafa Ardiendo, una idea que nos abrió el camino en cuanto a colaboración se trata.
Desde las canciones que compuso para Jirafa hasta el último disco que grabó con su proyecto (Rojo 5 tres veces) he visto en Nicolás esta vuelta a las ideas que comentaba antes. Me parece que tiene aspectos muy creativos y buenas ideas para mezclar conceptos. Proposiciones. Quedaba claro que era ideal que fuera él quien me ayudara a grabar y hacer el disco. Y así lo hicimos. De hecho mantuvimos mucha de las grabaciones caseras dentro del registro final que sí hicimos en su estudio.
En paralelo trabajé con Ricardo Villavicencio y decidimos que el formato más adecuado era un libro con ilustraciones. Tuvo toda la libertad para la composición y el resultado fue un trabajo que denota preocupación, muy cuidado. De ahí vino el empezar a tocar, armar una banda con amigos de otras bandas que han sido fundamentales en su ayuda y empezar a dar conocer el trabajo.
¿Es importante para ti la colaboración?
Mucho, ha sido fundamental en mi proyecto, además que me ha permitido conocer métodos de otras personas, ver cómo trabajan y aprender.
Para montar el proyecto en vivo también recibo mucha ayuda de amigos que tienen sus proyectos (como Rojo Cinco 3 Veces, Rodriguistas, Población Parlante, Radar y Black Panorama) además de músicos como Antonio Olivares con su trombón, Roxy Jaramillo en su momento con su violín que han sido permanentes colaboradores.
¿Cómo fue el proceso de creación de «Desastres naturales y mañana en la mañana»?
Fue más intenso, personal y quizás un poco menos lúdico que el primero. Pero probablemente tenía que ser así. Fue absolutamente necesario hacer este disco, quizás pueda tener una visión más objetiva con el pasar del tiempo, ya que aún me siento muy involucrado.
¿Cómo definirías la música de Corderolobo?
Canciones que tienen en su frente melodías pero que juegan con las formas en las que se presentan, desde simpleza hasta momentos más complejos. No existe un apego lineal a las estructuras clásicas, sino que prima la canción.
Y en cuanto al proyecto, hago eco de unas líneas que leí de Javier Barría hace un tiempo en las que se consideraba un almacén de barrio haciendo la analogía de la industria con las grandes cadenas de supermercados.
Lo mío va también por ese ámbito. Estamos más cerca de la artesanía que de la producción en serie pensada en penetrar mercados. Esto tiene relación en cómo uno vive la música y cuáles son las expectativas al respecto. Nunca he sido una persona popular, ni en el colegio, ni en la universidad ni nada, y tengo muy claro que tampoco pretendo serlo. Sí es interesante poder compartir y llegar a más gente que tenga la disposición a conocer nuevas cosas, que tengan hambre de crear sin esperar nada.
¿Cómo fue la creación y posterior grabación del videoclip de «Huracán»?, ¿quedaste conforme con el trabajo de Patricio Alfaro?
Muy contento, a Pato lo conocimos grabando una sesión para La Vitrola con Corderolobo, además de una sesión muy bonita que hicimos con Solistas Unidos para un homenaje a Víctor Jara que espero que un día podamos compartir.
Me llamó mucho la atención el proyecto en sí y lo involucrado y motivado que vi a Pato, además me gustó como conectaba las canciones con las imágenes. El resto fue sólo plantearle la idea de que hiciera un video. Siempre tuve la impresión de que iba a funcionar por lo que fue todo muy natural.
Fuiste parte de Yupisatam, ¿cuánto ayudó ese recorrido a tu carrera solista?
Todo, es decir, es parte de mi historia. Soy el resultado de todo lo que me ha pasado.
Lo último que se supo de Yupisatam fue una reunión en 2011, ¿en qué está la banda?, ¿hay algún plan de reunión única, como la de 2011?
Nosotros somos amigos, nos vemos. Felipe Christiansen, el guitarrista, estuvo tocando en Corderolobo; Claudio Mujica, el bajista, también me ayuda. Ricardo Villavicencio, el último baterista que tuvimos, es la misma persona que he comentado sobre las ilustraciones. Ricardo vive fuera de Chile, Claudio toca en Black Panorama y junto a Felipe en Benji, por lo que por ahora estamos bien entretenidos.
¿Cuáles son tus próximo planes?
En lo próximo seguir trabajando sobre el disco, probablemente grabar más videos y ver si podemos desarrollar otra idea relacionada con Desastres naturales…, que tiene que ver con nuevas composiciones, vinculadas de una manera bien llamativa al trabajo.
Escucha su disco Desastres Naturales y Mañana en la Mañana
Videoclip de «Huracán