Uno de los referentes del thrash norteamericano de la segunda mitad de los ‘80, la agrupación oriunda del Bay Area -aquella costa de California que fue la cuna del género- Death Angel, se presentaban por primera vez en Chile, luego de años de espera y una fallida visita en 2004. La velada prometía bastante, para los cerca de mil asistentes que llegaron al Teatro Caupolicán.
Metastasis, banda nacional proveniente de Quilpué, fue la encargada de encender los ánimos. De sonidos mucho más ligados a la vertiente alemana del thrash, rápido y agresivo, en cerca de media hora de presentación lograron animar a los presentes y dejar el ambiente preparado para el plato de fondo.
Tras casi 20 minutos de espera, finalmente el quinteto aparece en escena para arrancar con “I chose the sky” de su más reciente producción Relentless Retribution, para de inmediato provocar mosh pits incesantes en las primeras filas, lo cual continuó con la clásica “Evil priest”, de su placa debut The Ultra Violence (1987).
Las palmas son la introducción perfecta para “Buried alive”, tras la cual los cánticos del público no cesan. “Muchas gracias Santiago”, agradece finalmente su frontman, Mark Osegueda, en nombre de la banda, y prosiguen con otro corte de antaño: “Voracious Souls”.
“Relenteless Revolution” y “Claws in so deep”, nuevos sencillos, sonaron sin pausas, para llegar a uno de los puntos altos con “Seemingly endless time”, corte que abre su tercer trabajo Act III (1990), para escuchar los plausos más fuertes hasta el momento, en un Caupolicán donde el sonido era potente, pero faltaba nitidez.
La voz de Mark Osegueda parece no sentir el paso de lo años, sobre todo en los dos siguientes temas de fines de los ’80/principios de los ’90: “Stop” y “3rd Floor”, las cuales desatan euforia y adrenalina a tope, con Mark ¡brindando con un gin! y sorprendido por la energía de la audiencia local, en un público que, contrario a lo que muchos pueden pensar, era más “maduro” que joven en su mayoría, pese al gran arrastre que genera el thrash en las nuevas generaciones.
Luego de presentar a la banda, donde resaltan sus nuevos integrantes Damien Sisson (bajo) y Will Carroll (batería) -ambos de correcto desempeño- de forma sorpresiva la banda se retira luego de “Thrown to the Wolves”, para aparecer a los pocos minutos, con «Lord of Hate”, corte que abre su aclamado Killing Season (2008) y arremeter con más potencia que nuca, con clásicos tales como “Falling Asleep”, la demandada “Thashers” (todo un himno generacional y una declaración de principios del estilo), la más relajada “Bored”, y sorprender con “River of Rapture”.
Cuando ya todos estaban extasiados, sin piedad arremeten con los acordes introductorios de “The Ultra Violence” destacando la armonía en guitarras, seguida de “Kill as one”, tema que dio nombre a su primer demo de 1985, producido por el mismismo Kirk Hammet, guitarrista de Metallica, y quien los apadrinó en sus primeros años.
Profundamente agradecido, y recalcando el hecho que esta audiencia había sido la más increíble que jamás hayan tenido, Death Angel se retira finalmente, prometiendo una pronta visita. Deuda saldada con creces para la fanaticada chilena, que esperaró mucho tiempo para disfrutar de una de las bandas ícono del sonido thrash Bay Area norteamericano.
Death Angel | Teatro Caupolicán | 20.10.2010
SETLIST
I Chose the Sky
Evil Priest
Buried Alive
Voracious Souls
Relentless Revolution
Claws In So Deep
Seemingly Endless Time
Stop
3rd Floor
This Hate
Thrown to the Wolves
————————–
Lord of Hate
Falling Asleep
Truce
Thrashers
Bored
River of Rupture
The Ultra-Violence / Kill as One