Eddie Vedder tuvo su primer encuentro con la música de forma abrupta. Su familia se había trasladado de ciudad y el cambiar Evanston por San Diego fue un giro duro que lo tuvo al borde de la locura emocional cuando era sólo un niño, pero algo lo salvó: The Who.
«Tenía alrededor de nueve años cuando una niñera puso el Who’s Next en el tocadiscos. Los padres se habían ido. Las ventanas temblaron. Los estantes se movían. Rock & roll», recordó Vedder en una conversación con Rolling Stone a comienzos de 2016, cuando los británicos recorrían Estados Unidos y el cantante mostró todo su fanatismo.
Ese álbum, el quinto de The Who, tiene un épico comienzo. «Baba O’Riley» abre los fuegos de una placa inolvidable, que entregó gran parte del sello único de la banda nacida en Londres, la misma que estuvo en el libro de los Records Guinness como la más ruidosa del mundo y que incluía en su alineación al inmortal Keith Moon.
También, Eddie Vedder aseguró que con ese disco comenzó una exploración en la música que tenía «alma, rebelión, agresión, afecto. Destrucción», todo en medio de uno de los momentos más delicados de su infancia. «Hola, mi nombre es Eddie. ¡Tengo 10 años y me estoy volviendo loco!», con esa frase describió lo que sentía por esos días.
De fan a amigo
Los que siguen la carrera solista y sus años en Pearl Jam no deben estar sorprendidos, ya que el norteamericano ha colaborado y actuado con la legendaria banda en más de una oportunidad. Podríamos decir que los Chicago Cubs y The Who son las obsesiones del cantante.
Así, con los años esta relación de fan-banda ha ido mutando a un reconocimiento mutuo. La participación de el vocalista de Pearl Jam en el disco doble The Who Live in the Royal Albert Hall (2003) y los reiterados encuentros, han hecho que sus ídolos también expresen admiración hacia él.
«Me encanta escuchar a Eddie cantar. Nunca es fácil de hacer, la mayoría intenta copiar lo que hizo The Who. Él es siempre es él mismo», expresó el vocalista de The Who, Roger Daltrey, previo a una colaboración que harían en un concierto benéfico de Teen Cancer America.
Esta es la historia de cómo el cantante, nacido como Edward Louis Severson el 23 de diciembre de 1964 en Illinois, superó uno de los momentos más difíciles de su vida gracias a la música. Un artista que logró alcanzar a sus ídolos en el duro oficio de mover emociones con sus sonidos.