Izzy, la marioneta que rockea en el Metro de Santiago

«Oye, mira, es el muñeco que vimos el otro día en Facebook». La frase se repite a lo largo del viaje del metro, mientras Brian Herrera mueve a Izzy, la marioneta con aspecto rockero que canta «Welcome to The Jungle», el éxito de Guns N’ Roses, en el tren subterráneo.

Es miércoles y la hora punta del Metro de Santiago está en su peor momento. Son las 19:00 horas y Brian se prepara en Estación Vicuña Mackenna para su espectáculo. Junto a Izzy y su parlante, hacen su respectiva fila en el andén dirección a Plaza Puente Alto, junto a otros artistas que tocan en el tren. Hay raperos, cantautores, una acordeonista y hasta un percusionista. Todos organizados, respetan a sus pares y comparten cada vagón.

Aunque demuestra habilidad y soltura como si llevara toda una vida actuando en el metro, Brian (27 años) llegó en enero de este año al tren. Antes, estuvo junto a Izzy en ferias y en el Persa Bio Bío, e incluso llegó a actuar en la TV, en programas como Mentiras Verdaderas, Morandé con Compañía y Talento Chileno.

«En diciembre vamos a cumplir cuatro años actuando con Izzy», cuenta Brian, quien dice que el tiempo libre tras ser despedido de un estudio de tatuajes y piercing lo llevó a dónde está ahora. «Necesitaba generar plata, porque tenía deudas como todos», relata.

La cabeza de Izzy, una calavera que había conseguido dos años antes «para usarlo de cenicero», fue el primer paso para crear a su compañero, a quien bautizó con el apodo que lleva desde su adolescencia. Un día se imaginó crear una marioneta con esa cabeza y comenzó a buscar. Se le estaba acabando el dinero y decidió revisar todo lo que había en su casa y en el mundo exterior.

Y entre tanto averiguar encontró un video de ‘Hágalo usted mismo’ para crear un títere de tres hilos y con cinco mil pesos construyó el resto del cuerpo, entre cuero cortado, polera y hasta zapatillas de niño. Le agregó lentes oscuros y un pañuelo en la cabeza, dándole un aspecto entre Axl Rose y Slash, las dos figuras legendarias de Guns N’ Roses, la banda favorita de Brian.

Aprovechando la feria navideña que se instaló cerca de su casa en Metro Los Quillayes, en La Florida, el 18 de diciembre de 2011 fue el primer show de Brian e Izzy. Sin saber nada de marionetas ni tener estudios respecto al tema, en una hora y media de espectáculo ganó la plata que le pagaban en su trabajo anterior.

«En mi casa se espantaron, me dijeron que era un vago y que buscara trabajo como cualquier persona, pero me gustaba. Desde niño que quise hacer mis cosas, tener algo, incluso formé bandas pero nunca avanzamos», cuenta, mientras la gente lo saluda y los niños se quedan mirando a Izzy, quien descansa afirmado de un atril con su micrófono.

«Yo soy baterista, partí ahí», confiesa. Y eso se refleja pues en su espectáculo usa las dos manos para mover a Izzy (con una la voz y con la otra la guitarra) y con su pierna derecha le da los movimientos pélvicos del muñeco, en una sincronía que asemeja a los que se sientan detrás de los platillos.

«El mono me llevó a estudiar teatro», dice Brian. Esto, porque antes de llegar a trabajar en el metro, ambos estuvieron en la calle y luego participaron en TV donde le pidieron que hablara y actuara frente a las cámaras. «Decidí estudiar, estoy en una escuela, aunque este año congelé, pero voy a retomar el próximo año», afirma.

Un mes antes de llegar al metro, Brian tuvo participación estelar en el show que Sinergia realizó en el Teatro Cariola en diciembre de 2014. Allí, desde un costado del escenario, apareció junto a Izzy para introducir «Sentimiento rebelde», en una idea que se les ocurrió luego de que el vocalista Don Rorro lo viera tocando en el Persa Bio Bío.

Pero no fue la única conexión con algún músico. El pasado lunes 19, Guns N’ Roses publicó en su fanpage oficial el video de Izzy tocando en el metro. Lo presentaron como «Nightrain a la Jungla en Santiago de Chile» y para Brian se convirtió en lo mejor que le ha pasado.

«Tienen 29 millones de seguidores y publicaron mi actuación. Cuando lo vi, y me importa poco que me digan mamón, me puse a llorar. Son recuerdos de niño, siempre aluciné con tocar como ellos, hay historias, hay canciones que te marcan. Han pasado los días y aún no lo asimilo», dice, mientras vuelve a emocionarse recordando el hecho.

«Me han escrito de diversos países, me felicitan, me dicen que ha sido visto en todos lados, y yo pienso, me vine en micro a trabajar ese día», confiesa. ¿Lo contactaron desde la banda? «Sí, escribieron, dijeron que lo habían visto todos y me preguntaron si es que sabía más temas. Y les dije que me sé todos los temas, hasta las versiones en vivo e incluso los escándalos de Axl. Ahora estoy esperando qué me dicen», asegura.

La línea 4 es su lugar. Brian hace la fila correspondiente para su turno en Vicuña Mackena. Cuando le toca, se sube, espera que el tren salga del túnel («para que se escuche bien», dice) y le da play a la música. De inmediato gana atención y algunos sacan sus celulares para grabarlo. Durante cinco minutos, Izzy es la estrella hasta que el metro llega a Sótero del Río. Al final del show (que incluye el uso de desodorante para efectos de humo), Brian da las gracias a los pasajeros, pide una cooperación y luego agarra a su compañero y su parlante, hace cambio de andén, y se devuelve a Vicuña Mackenna.

«A los artistas callejeros los considero grandiosos. Nos enfrentamos a partes, a insultos, a malas caras. Venimos cuando llueve, cuando hace calor, con el peso del parlante. Nos enfrentamos a un público cuyo 80% no te quiere ver, no están ni ahí. Y ante eso hay que dar vuelta la situación», afirma Brian. Y compara: «En la TV también hay gente que tiene sueldos enormes y somos igual de artistas. Acá hay tipos con harto talento, pero no nos conocen».

Aunque cada vez es más reconocido, y los guardias no le dan problemas porque ya saben quién es, Brian se mantiene firme. «Esta exposición es extraña, pero también linda. Porque es mi trabajo. Y con lo de Guns N’ Roses quedé listo, es el manso premio», expresa.

Por ahora seguirá en el metro, aunque adelanta que está preparando junto a un compañero actor un nuevo espectáculo para presentar en el tren subterráneo que será completamente teatral. Un nuevo show de Brian en la jungla de Santiago.