El próximo 15 de septiembre, Foo Fighters publicará su noveno álbum de estudio titulado Concrete and Gold, el que contará, entre otros invitados, con la presencia de Justin Timberlake.
Fue el propio Dave Grohl quien reveló el nombre de ex *NSYNC, luego de que hace algunos meses anunciara que en el disco participaría «la mayor estrella pop en el mundo».
Fue en entrevista con Rolling Stone que Grohl contó cómo el intérprete de «Cry Me a River» llegó a participar en el sucesor de Sonic Highways (2014), descartando los rumores que hablaban sobre una posible aparición de Adele o Taylor Swift.
Según la revista, el disco es el primero que el conjunto estadounidense grabó en un gran estudio comercial desde One by One (2002), por lo que habían perdido la noción de encontrarse con otros artistas por los pasillos. El álbum fue grabado en EastWest, un lugar construido originalmente para Frank Sinatra y donde se mezcló el Unplugged de Nirvana, entre otros trabajos.
«Caminarías por el pasillo y Lady Gaga estaría en la cocina», dijo Grohl sobre la mística del estudio. A tal punto llegó que el vocalista y guitarrista contó que hacía asados en el estacionamiento del lugar para todas las personas que estaban en EastWest.
Y en una de esas actividades apareció Timberlake, quien supo que el grupo estaba grabando algo en los estudios. «Tomábamos whisky en el estacionamiento», contó Grohl. «Fue realmente, realmente genial, y la noche anterior a su último día, él me dice: ‘¿Puedo cantar en tu disco?'», agregó.
«Me dijo ‘No quiero presionar, pero sólo quiero poder decirle a mis amigos (que grabé en el disco)'», relató Grohl sobre la participación del cantante en el nuevo disco del grupo. Timberlake se suma a Shawn Stockman de Boyz II Men, Alison Mosshart y Paul McCartney como invitados.
Concrete and Gold está compuesto por 11 canciones producidas por el grupo junto a Greg Kurstin, conocido por su trabajo con Sia, Beck, Adele y Liam Gallagher, entre otros.