Lollapalooza Chile no es sólo música ni tampoco un encuentro reservado para jóvenes y adultos. Los niños también son considerados dentro del público y para ellos el Kidzapalooza es toda una experiencia.
Entrar al espacio que comprende el Kidzapalooza es ingresar a una especie de meta festival; primero, porque el área está muy bien organizada -no por nada es uno de los espacios más destacados de la edición local del evento- y, segundo, porque en ella hay un sinnúmero de atracciones, comodidades y entretenidas actividades para niños y niñas.
En esta edición de Lollapalooza el espacio familiar del festival abarcó más metros cuadrados que en los años anteriores. Además del escenario, Kidzapalooza ofreció distintos talleres, juegos, una sección dedicada a la artista japonesa Yayoi Kusama -cuya obra se expone actualmente en el Centro de las Artes 660 de Las Condes-, una rampa de skate y esculturas.
A la destacada presentación de los argentinos de HeavySaurios -grupo que hizo rockear a niños y adultos- se sumaron artistas como los chilenos 3×7 Veintiuna, quienes pusieron la cuota de chilenidad; The Helmets, la banda del hijo de Robert Trujillo (Metallica, Mass Mental), la atractiva mezcla entre teatro y música de La Ciscu Margaret, el rock irreverente de Mosquitas Muertas y la música de los alienígenas Los Plumabit, entre otros.
Fotógrafo: Javier Valenzuela
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