Segunda vez de Wayne Hussey y compañía en tierras chilenas, pero en esta oportunidad la cita reunió a los miembros originales de The Mission, Simon Hinkler (guitarra) y Craig Adams (bajo), perfecta forma de celebrar el 25 aniversario de la banda con sus fanáticos, quienes llegaron a ver a sus ídolos al Teatro Caupolicán este juevez24 de mayo.
Androi-D, agrupación nacional formada a mediados del pasado año que actualmente se encuentra grabando su disco debut, tuvo la responsabilidad de abrir los fuegos cerca de las 20:20 horas, mientras la gente comenzaba a llegar al recinto. “Luna Negra”, y “Beautiful Angel”, entre otras, calentaron el ambiente en la fría noche santiaguina.
Finalmente, cerca de las 21.30 hora, y tras una larga intro de poco más de 5 minutos, The Mission aparece entre aplausos ante cerca de 600 personas, para partir con “Beyond The Pale” y sin pausas continuar con “Hands Across the Ocean”. “¡Muchas gracias!”, dice el ex Sisters of Mercy, Wayne Hussey, pronto a cumplir 54 años este 26 de mayo, y aprovecha de presentar al joven baterista Mike Kelly, quien anteriormente tocó junto a Craig Adams (bajo) en Spear of Destiny, y que ahora da fuerza y energía a los composiciones clásicas de The Mission.
En “Serpent’s Kiss”, corte de su segundo LP The First Chapter (1987), Hussey se dedica a gesticular mientras la guitarra de Simon Hinkler envuelve el ambiente con su solo. Al finalizar, Hussey celebra con un ¡salud! tomando un vino chileno, directo de la botella, para el regocijo del público, que retribuye con aplausos.
La batería suena potente en la rockera “Garden of Delight”. El sonido era impecable, sólo que la voz de su frontaman no se escuchaba con el volumen necesario, lo que al correr de las siguientes canciones se solucionó. El constante juego de luces, predominando las tonalidades rojas y azules, junto a la austera puesta en escena (sólo un gran telón negro de fondo), daba al concierto un aire oscuro y melancólico.
Las luces se centran ahora en Hussey, quien da los acordes a “Severina”, uno de sus grandes clásicos, presente en su primera producción God’s Own Medicine (1986), a la que sigue “Butterfly on a Wheel”, de ambientes y acordes más calmados, y atmósferas oscuras, donde una base electrónica da un breve respiro a Mike Nelly.
Hussey pide que las luces bajen su intensidad aún más: “no queremos vernos el uno al otro”, señala, para que el guitarrista Simon Hinkler abandone las seis cuerdas y se ubique tras el teclado, dando inicio a “Wake”, tema introspectivo pero que finaliza con gran fuerza y con Hussey desgarrando su voz.
Si bien la nostalgia fue un fuerte componente del show de The Mission, el escaso público (para un recinto como el Caupolicán), no se mostró muy motivado, pese a corear sagradamente las líneas de sus canciones, y cuando la banda interactuó con la audiencia la respuesta no fue de las más entusiastas. De igual forma, ya con clásicos como “Wasteland” y el cierre de la primera parte con “Deliverane”, esta situación cambió un poco.
La banda volvería con dos bis, el primero trayendo consigo «Like a Child Again» (con Hussey solo en el escenario junto a su guitarra), «Like a Hurricane» (de Neil Young) y “Blood Brothers” (donde arroja la botella de vino al público), para luego volver y finalizar con el himno “Tower of Strength”, donde el cantante bajó a las primeras filas a saludar a sus fanáticos.
Correcta presentación de The Mission, que en poco más de 90 minutos repasó lo más conocido de su discografía, logrando crear atmósferas oscuras, donde la guitarra de Simon Hinkler fue protagonista. Una lástima que en su 25 aniversario, la concurrencia no fuese la óptima. Ahora sus pasos se encaminan a Argentina y Brasil, para continuar con la celebración de su cuarto de vida.
GALERÍA DE FOTOS
Fotógrafo: Julian Pacheco Alzate
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