Segunda visita de los californianos Black Label Society a Chile. La agrupación que nació en la mente del guitarrista Jeffrey Phillip Wielandt, alias Zakk Wylde, quien alcanzara el reconocimiento como músico de Ozzy Osbourne y se aventurara en su primera banda Pride & Glory a mediados de los ’90, descargó todo el poder de sus característicos riffs densos, pesados y arrastrados, la fría noche del domingo 7 de agosto en el Teatro Caupolicán.
El recinto de San Diego se encontraba repleto en su sector cancha, mientras parte de la galería habilitada comenzaba a recibir público. Cinco minutos antes de las 21 horas, el Caupolicán queda a oscuras mientras se escucha el piano de “New Religion” a modo de intro, para que a continuación los decibeles se incrementen notoriamente y aparezca la banda, con Zakk Wylde ocupando un penacho como jefe indio y arrancar con “Crazy Horse”, dejando en claro que los protagonistas de la noche serían él y su amada guitarra, que ocupó como una verdadera arma durante todo el show.
Si bien el sonido se encontraba alto, cada instrumento se escuchaba con claridad, y la batería era capaz de remecer los mismos cimientos del teatro, gracias a Mike Froedge, quien se unió a la banda recientemente. Black Label Society continúa con “Funeral Bell”, destacando las armonías junto a Nick Catanese (guitarra), frente a un público completamente extasiado. Bajan un poco las revoluciones con “Bleed for Me”, corte de su tercera placa 1919 Eternal (2002), al igual que su siguiente tema: “Demise of Sanity”.
La pedalera de Zakk arranca distintos sonidos y las palmas dan el vamos a “Overlord”, a la que sigue “Parade of the Dead”, ambas de su más reciente disco de estudio (con temas inéditos) Order of the Black, editado el pasado año, cuyos temas ocuparon la mayor parte del set de la noche.
Tras “Born to Lose”, se escuchan los primeros “olé, olé” coreando el nombre de Zakk, a lo que el guitarrista responde con aplausos y brinda con un vaso a nombre del público y aprovecha de presentar a su banda.
Las luces bajan su intensidad y el músico toma posición tras el teclado, e interpreta la balada “Darkest Day”, logrando un momento más íntimo con la audiencia. El poder regresa aumentado en un 100% con “Fire it Up”, una de las composiciones más reconocidas de la banda, recibida como un verdadero clásico.
Zakk queda solo sobre el escenario y se despacha un largo solo de guitarra, de aproximadamente 10 minutos, donde demuestra su habilidad y destreza con las seis cuerdas. Tras una gran ovación, la banda regresa para ya entrar en la última recta del concierto, y atacar con cortes como “Godspeed Hell Bound” (tocada con guitarra de doble mástil), “The Blessed Hellride”, “Suicide Messiah” y “Concrete Jungle”.
Luego, Zakk pregunta: “¿Están listos?” y cierra de gran forma con “Stillborn”, alzando su guitarra al cielo como querido decir “ella fue la protagonista esta noche”.
90 minutos de presentación que pasaron demasiado rápido. Se puede criticar en cierta forma que faltó una mayor comunicación con los asistentes, pero Wylde dejó que su guitarra y sus afilados y envolventes riffs fueran los que se comunicaran con la audiencia. Y eso quedó más que claro.
Black Label Society | Teatro Caupolicán | 07.08.2011
Setlist
1. New Religión (piano intro)
2. Crazy Horse
3. Funeral Bell
4. Bleed for Me
5. Demise of Sanity
6. Overlord
7. Parade of the Dead
8. Born to Lose
9. Darkest Days
11. Fire it Up
12. Solo de guitarra
13. Godspeed Hell Bound
14. The Blessed Hellride
15. Suicide Messiah
16. Concrete Jungle
17. Stillborn
Fui! estuvo Wenísimo en general, el sonido no fue tan bueno, pero hubo harta onda con el público!
Bien BLS
Con la mejor buena onda de todas, pero me extraña que aquí los reviews siempre son excelentes para cualquier presentación. ¿No hay algún punto de vista? ¿No hay crítica? ¿Se trata de narrar un show comentando las canciones tocadas y ya? Sobre todo me exraña la «crítica» a este concierto, el espectáculo fue por lo menos, mediocre, el sonido fue de los peores que se han escuchado en el Caupolicán, con los niveles completamente reventados, el show fue venir, hacer la pega e irse, sin bis, sin encore, sin entrega, sin nada. Zakk estuvo extrañamente frío con el público y nuevamente el sonido ensordecedor que no dejaba distinguir absolutamente nada, el rock se escucha fuerte, pero esto parecíauna burla a los asistentes. Para Motley Crue también los adularon, y por favor, si los tipos no se podían poner de acuerdo arriba del escenario y se notaba que no tocaban en vivo hace años. Decepcionante show de BLS, espero encontrar un enfoque en su portal, porque hasta ahora, se trata de que todo es bueno y súper bueno y yehaaaa que bueno, pero la cosa no es tan así. Crítica constructiva.