Cada vez que Metallica visita nuestro país se crean grandes expectativas. Su primer show en Chile (año 1993) dejó la vara muy alta. Ya en 1999, su segunda visita, Lars Ulrich y Kirk Hammett comenzaban a evidenciar pequeños detalles en su ejecución que con el pasar de los años se harían cada vez más notorios. En 2010 vendrían con un aparatoso concierto que dejó a todos con una grata sensación. Y ahora se ha sumado un hito más a la lista con lo presentado este jueves 27 de marzo por el cuarteto de San Francisco en el Estadio Monumental, que estuvo lejos de ser aquello que lo llevó a convertirse en la banda más ruidosa del planeta a mediados de los ’80.
Los más entusiastas comenzaron a replegarse desde muy temprano en las inmediaciones del recinto deportivo. No fue hasta las 16:00 horas que se abrieron las puertas y poco a poco se comenzaron a repletar cada una de las localidades. Como resultado, un estadio totalmente lleno: 50 mil personas serían testigos de la cuarta visita de Metallica a Chile y bajo el formato By Request, el que permite a los fanáticos escoger el setlist de cada noche. Además, los presentes podrían escoger a través de mensajes de texto, y en tiempo real, otra canción para sumar a la lista.
La orquesta paraguaya de instrumentos reciclados de Cateura fue el primer apronte musical de la jornada. Cerca de 25 niños se instalaron frente a la multitud para ofrecer un show de menos de 30 minutos, donde repasaron composiciones de Beethoven e incluso una particular versión de «Nothing Else Matters». La agrupación, que busca a través de la música entregar a los jóvenes experiencias que ayuden a enriquecer su futuro, tuvo una respetuosa recepción, saliendo muy conformes de escena.
Los minutos empezaban a correr y la temperatura seguía bajando. Mientras tanto la seguridad era vulnerada en la cancha, donde asistentes del sector general pasaban incansablemente al área denominada «vip». Posteriormente los desmanes pasarían al sector Cordillera, donde decenas de fanáticos sin boletos tuvieron acceso al recinto. Por el bien de todos, los contratiempos no pasaron a mayores.
The four horsemen entrarían en acción cerca de las 21:30 horas, luego de un video promocional de su gira Metallica By Request y la clásica «The Ectasy of Gold» de Ennio Morricone. La primera en la lista sería «Battery«, desatando inmediatamente la histeria. La adrenalina se mantendría a tope ya que la segunda embestida vendría en manos de «Master of Puppets«, uno de sus más grandes éxitos. Los problemas de sonido no pasaron desapercibidos pero irían solucionándose con el pasar de los minutos. «Welcome Home (Sanitarium)» completaba la trilogía perteneciente a Master of Puppets (1986).
James Hetfield (voz, guitarra) saludaba a Santiago entusiasmado. «Esta canción lleva el nombre de nuestro segundo disco», comentó el vocalista recibiendo una airosa respuesta por parte de sus fans. Los poderosos riffs del clásico «Ride the Lightning» retumbaron en todo Macul. Kirk tocaba un par de notas mientas Hetfield se acomodaba detrás de una guitarra acústica en la parte superior del escenario: era el turno de «The Unforgiven«, la cual fue cantada en su totalidad por el estadio. Revisaron rápidamente como iban las votaciones vía SMS y se volcaron nuevamente a lo musical. «The Lords of Summer«, nueva canción creada especialmente para esta gira, fue seguida atentamente por los espectadores, quienes demostraron conocerla al ritmo de su headbanging.
La prueba de fuego vendría con «…And Justice For All«. Lars Ulrich (batería) no entonaba con las improvisaciones de último segundo. Si bien ha recuperado algo de su nivel, sigue siendo la nota baja dentro del conjunto. Robert Trujillo mantenía un espectáculo aparte junto a su bajo, dejando entrever sus grandes dotes como músico. Hetfield, en un acto que casi conlleva un guión, invita a una fanática al escenario, la cual presenta «Sad But True» en su particular estilo. «Orion«, tema instrumental perteneciente a su tercer disco, era el track que más destacaba como novedad y que terminarían dedicando al fallecido bajista Cliff Burton.
«One» desataba la locura. La mezcla de guitarras y doble bombos (esta vez bien ejecutada) marcaba uno de los puntos altos de la noche. Sin embargo, la performance no estaba completa: Metallica no contó en nuestro país con apoyo de pirotécnica, lo que le restó puntos a la experiencia. «For Whom The Bell Tolls» encarnaba a Hemingway en una canción para que posteriormente «Blackened» golpeara a las masas con un certero impacto de velocidad. Una emotiva versión de «Nothing Else Matters» sorprendía a todos y junto a «Enter Sandman» ponían termino a la primera parte del show.
El retorno del cuarteto vendría de la mano de «Creeping Death» y el resultado de las votaciones vía telefónica, que daría por ganadora a «Whiplash«. El sonido más thrash nos hablaba de lo icónico de esta institución, que en la primera parte de su historia logró inspirar a muchos. Las bengalas no podían estar ausentes y se presentarían junto a su broche de oro, «Seek And Destroy». Tras compartir varios minutos con sus fanáticos, Metallica salía raudamente del escenario.
Podríamos pensar que es culpa de los años o que, quizás, no lo hacen de manera premeditada, pero todo apunta a que Metallica decidió tomar el camino cómodo. No tan solo en materia de discos, sino en actitud sobre el escenario. El segundo aire de esta banda no ha logrado replicar la huella de sus comienzos -esa que se convirtió en la base musical de muchos-, salir de lo mecanizado u ocupar la sorpresa como aliada. Quizás el nuevo álbum que prometieron lanzar próximamente sea el salvavidas que necesitan para abandonar esta posición. Las leyendas se respetan, pero el respeto hay que seguir ganándolo.
Hetfield, Ulrich, Hammett y Trujillo se alistan para tocar una fecha doble en Argentina, donde el 29 y 30 de marzo se estarán presentando en el Estadio Único de La Plata.
GALERÍA DE FOTOS
Fotógrafo: Javier Valenzuela
Metallica en Chile | Estadio Monumental | 27.03.2014
Setlist
1. Battery
2. Master of Puppets
3. Welcome Home (Sanitarium)
4. Ride the Lightning
5. The Unforgiven
6. Lords of Summer
7. …And Justice for All
8. Sad but True
9. Fade to Black
10. Orion
11. One
12. For Whom the Bell Tolls
13. Blackened
14. Nothing Else Matters
15. Enter Sandman
Encore:
16. Creeping Death
17. Whiplash
18. Seek & Destroy
no concuerdo en que haya sido un recital flojo, personalmente lo encontré mejor que el de 2010. los fuegos artificiales no se extrañaron para nada, no creo que sea relevante para analizar el show tampoco. los años pasan para todos y es admirable que estos tipos luego de más de 30 años de carrera puedan regalarnos momentos como whiplash o orion. metallica es un imperdible en vivo, que mejor prueba que ayer.