Cuatro años han pasado desde que My Bloody Valentine lanzó su último álbum, un tiempo «normal» dentro de la historia discográfica del conjunto irlandés. Ahora, el cuarteto confirmó que su cuarto trabajo llegará en 2018.
Esta brecha de un lustro no es nada si se compara que pasaron 22 años entre Loveless (1991) y MBV (2013). Luego de varias semanas de especulaciones, finalmente el vocalista y guitarrista Kevin Shields reveló que habrá nuevo material el próximo año.
«Básicamente, el disco comenzó como un EP, y me di cuenta de que tenía que ser como un mini álbum, porque iba a durar al menos 40 minutos», expresó a Pitchfork.
«Será un álbum, aunque no sé cuántas pistas tendrá, quizás siete u ocho», agregó Shields, quien al ser consultado si el disco estará listo en 2018 respondió: «Lo estará en un 100 %».
Además, el propio músico reveló que está terminando las remasterizaciones de Isn’t Anything (1988) y Loveless (1991), que serán publicadas a fines de enero de 2018.
Shields finalmente confirmó que MVB volverá a los escenarios después de tocar por última vez en noviembre de 2013. «Estamos tratando de hacer conciertos a partir del verano. Vamos a tocar en vivo otra vez, así que esa es siempre una buena forma de garantizar que haremos el disco», afirmó el músico.