Dentro de un cartel colmado de nuevos nombres y con la electrónica y el pop como bandera de lucha, Noel Gallagher pareció ser uno de los nombres a considerar en Lollapalooza Chile 2016 para un público más adulto, amante del rock y las guitarras.
Con su show fijado a las 19:15 horas, el ex Oasis apareció sobre el VTR Stage casi 15 minutos más tarde, en uno de los pocos desajustes que tuvo el festival en este año. Sin embargo, eso no importó a la hora de iniciar el show del guitarrista con «Everybody’s on the Run», tema que también abre su debut solista de 2011 y que significó el inicio de un nuevo camino tras su salida de Oasis.
Durante 70 minutos, Gallagher ofreció un set variado, en el que combinó lo mejor de su trayectoria solista con algunos temas clásicos y otros ni tanto de su ex banda, con una puesta en escena sobria pero impecable junto a Tim Smith (guitarra), Russell Pritchard (bajo), Mike Rowe (teclados) y Jeremy Stacey (batería), los mismos que lo acompañan desde los inicios de su aventura solista.
A casi cuatro años de su anterior show en Chile, Gallagher llegó con su nuevo álbum bajo el brazo, Chasing Yesterday (2015), y demostró su habilidad no sólo para crear composiciones atractivas, sino también para montar un espectáculo en vivo junto a una sección de bronces que le dio otro aire a canciones como «The Death of You and Me» y «The Mexican».
Junto con eso, el guitarrista se encargó de demostrar que puede visitar su pasado musical sin perder el respeto por aquellas composiciones. Así, desempolvó canciones como «Champagne Supernova», «Half the World Away» y «Listen Up». Poco después el músico británico se pronunció en torno a las especulaciones de un posible retorno: dedicó «You Know We Can’t Go Back» (que se traduce «Sabes que no podemos volver atrás») a los fanáticos de Oasis. Claro y directo.
Y así es Gallagher. Ocupa su gran capacidad de compositor e intérprete para regalar, al mismo tiempo, nostalgia y nuevos aires. Por ello, durante el show ofreció a la par temas como «Wonderwall» y uno de sus últimos singles, «In the Heat of the Moment».
Para dar fin a su show, el guitarrista interpretó «Don’t Look Back in Anger», que fue coreado por un mar de gente que colmó el VTR Stage. Fue un desenlace perfecto para un show que demostró que la aventura solista de Noel Gallagher es un camino sin retorno… al menos por ahora.
Fotógrafo: Javier Valenzuela
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