A pesar de salir al escenario media hora más tarde de lo previsto Phil Collins volvió a Chile en el momento exacto: con la música precisa, con un sonido madurado por sus años de carrera, y con inagotables ganas de estar sobre el escenario.
El público lo ha esperado 23 años y eso se nota, se nota en un Estadio Nacional repleto y expectante, y en la emoción inmediata que provoca escuchar los primeros acordes. Como ha sido durante toda su gira “Not dead yet: live”, uno de los momentos más esperados ocurre al inicio, con “Against all odds (Take a look at me now)”. De esta manera, el concierto comienza arriba. Y sólo sigue subiendo.
Sentado en una silla al medio del escenario – debido a los problemas a la columna que le impiden tocar batería e incluso cantar de pie – Collins fue capaz de dirigir a 13 músicos excepcionales, que acompañando a su inconfundible voz interpretaron con precisión cada una de las canciones, con una complicidad que parece llegar fácilmente con él a la cabeza. Difícil equivocarse con Daryl Stuermer de Genesis a cargo de una impecable guitarra, con Leland Sklar en el bajo y con el tecladista Brad Cole, quienes vienen tocando con Collins desde hace años. A eso se le suma un potente saxo de George Shelby, las trompetas de Daniel Fornero y Harry Kim, el trombón de Luis Bonilla y un coro de cuatro voces que terminó por encantar al público, especialmente en “Separate lives”, que fue cantada a dúo con la corista Brigitte Bryant.
En un calculado repaso por su carrera como solista, hubo espacio para recordar a Genesis con “Throwing it all away” y “Follow you follow me”. Pero lo que más fascinó al estadio fue “In the air tonight”, con esa batería icónica, fiel característica de Collins. Y aunque ya no pueda tomar las baquetas, hay alguien cercano a él que sí, y que sorprende: su hijo Nicholas, de 16 años, capaz de llegar a ese mismo sonido fresco y distintivo con destreza.
Luego de hacer bailar con “You can’t hurry love” y “Dance into the light”, volvió a Genesis con “Invisible touch”, para luego despedirse con “Sussudio” en medio de una fiesta. “Take me home” fue la canción que cerró definitivamente la noche, haciendo un hermoso guiño a esas ganas de irse a casa que, aunque quieran, parecen no ser capaces de ganarle a esa imbatible necesidad de música que tiene Phil Collins.
Setlist:
1.- Against all odds (Take a look at me now)
2.- Another day in paradise
3.- I missed again
4.- Hang in long enough
5.- Throwing it all away (Genesis)
6.- Follow you follow me (Genesis)
7.- Who said I would
8.- Separate lives (Stephen Bishop cover)
9.- Something happened on the way to heaven
10.- In the air tonight
11.- You can´t hurry love (The Supremes cover)
12.- Dance into the night
13.- Invisible touch (Genesis)
14.- Easy love (Philip Bailey cover)
15.- Sussudio
Encore:
16.- Take me home
Fotógrafo: Javier Valenzuela
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