Cuando a mediados de la década pasada se hablaba de Arcade Fire como el nombre a seguir, nadie se esperaba que en pleno 2017 fuese la banda más destacada por su propuesta, la misma que desplegó con potencia, colorido y vitalidad en su regreso a Chile.
La noche del lunes 11 de diciembre, el Movistar Arena recibió al conjunto canadiense por primera vez en solitario luego de encabezar Lollapalooza Chile 2014. Si esa vez fue un debut grandioso, lo de esta ocasión fue la confirmación de las alabanzas que abundan por la web.
Antecedidos por el show de Bomba Estéreo (la prensa fue citada posterior a su presentación), Arcade Fire hizo su entrada a la manera en que su música se ha establecido en los últimos años: el ánimo de carnaval, de fiesta, de cercanía, de ese lazo cada vez más estrecho con los sonidos latinos.
Los nueve integrantes aparecieron por un costado de la cancha del recinto, saludando de cerca a sus seguidores, en una entrada tipo boxeo, con los datos de cada uno presentados en la pantalla, alentados por una voz en off que los presentaba como exponentes del deporte y subiendo al escenario que tenía cuerdas en su frente como si fuese una noche de pugilato.
Y si se trataba de un combate, los propios canadienses se encargaron de presentar tres golpes ganadores: «Everything Now», «Rebellion (Lies)» y «Here Comes the Night Time» sonaron de entrada, con un público que cantó fuerte cada letra de estos tres éxitos.
Lo que vino después fue la demostración de cómo su sonido ha ido variando, mostrando ese himno barroco mezclado con rock que es «No Cars Go» de su segundo disco, Neon Bible (2007), hasta la fresca y bien pop «Electric Blue» de Everything Now, lanzado una década después. Todo engalanado con una concisa puesta en escena que mezcla juegos de luces y pantallas coloridas.
No hay dudas: los de Montreal son el mejor show en vivo de la actualidad, pese a lo resistido que ha sido su más reciente trabajo Everything Now. Arriba del escenario todo está dispuesto para que el concierto dé espacio para que muestren su versatilidad (Régine Chassagne pasa del canto protagónico al teclado y luego la batería, por ejemplo) y sus ganas de tocar.
Pese a recorrer el planeta con un setlist casi inmutable, dejan de lado cualquier señal de rutina e interpretan como si fuese el último show de la gira. Y así como se aplaude su entusiasmo, también se nota que el público también es parte del concierto, pidiendo que enciendan las luces de sus celulares (ni un atisbo de disgusto por las grabaciones de smartphones) y dándole espacio para que casi todas las canciones terminen con los asistentes coreando las melodías.
«Neighborhood #1 (Tunnels)» recordó esa melancólica y desconsolada temática de Funeral (2004), sin perder potencia, «Ready to Start» trajo la energía (si es que alguien pudo mostrar fatiga) y «Reflektor» (el tema que sacó del under al conjunto en 2013) demostró por qué David Bowie apostó por ellos con su primer disco y en esta ocasión los de Montreal le otorgaron su propio homenaje por las pantallas, bien encubierto, tal como la voz del británico en la versión de estudio del tema.
«Neighborhood #3 (Power Out)» cerró la primera parte luego de 120 minutos imparables, para luego regresar usando la misma dinámica del principio, esta vez con Win Butler apareciendo por el costado de la cancha para la balada «We Don’t Deserve Love».
El camino estaba despejado para la despedida. Y tenía que ser en grande, con la versión lenta de «Everything Now» para pegarla a esa pieza magistral que es «Wake Up» que sentenció el concierto con 12 mil personas cantando el épico coro. Y si quedaban dudas de que no era una presentación más, todos los integrantes se retiraron bajando las escaleras al ritmo de la percusión de la propia «Wake Up» para decir adiós y refugiarse por los rincones del Movistar Arena.
Casi dos horas y media duró la presentación en la que Arcade Fire no necesitó del recurso barato y manoseado de los guiños a Chile. Simplemente demostraron sus credenciales, confirmando que son el nombre más notable del nuevo siglo. Que nadie se sorprenda si la próxima vez por estos lados sea en otro recinto y con otra innovadora propuesta.
Fotógrafo: Javier Valenzuela.
Arcade Fire | Movistar Arena | 11.12.2017
Setlist
1. Everything Now
2. Rebellion (Lies)
3. Here Comes the Night Time
4. Haïti
5. Peter Pan
6. No Cars Go
7. Electric Blue
8. Put Your Money on Me
9. Neon Bible
10. My Body Is a Cage
11. Intervention
12. Neighborhood #1 (Tunnels)
13. The Suburbs
14. Ready to Start
15. Sprawl II (Mountains Beyond Mountains)
16. Reflektor
17. Afterlife
18. We Exist
19. Creature Comfort
20. Neighborhood #3 (Power Out)
Encore:
21. We Don’t Deserve Love
22. Everything Now (Continued)
23. Wake Up
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