En 2014, RockOut desarrolló su primera versión con el desafío de llenar un espacio que por ese entonces estaba vacío: un festival cargado a los riffs. Y este 2016, con su segunda edición, el evento puede decir con orgullo que cumplió con su misión.
RockOut Fest 2016 reunió el sábado 3 en el Estadio Santa Laura a cerca de 20 mil personas en un encuentro con un variado y potente cartel, plagado de nombres que ya se empinan, por lo menos, por las dos décadas de carrera.
Y esta apuesta resultó, porque la jornada fue redonda, tanto en términos artísticos como de convocatoria en un recinto que vuelve a los grandes eventos y que ofrece una alternativa en la cartelera local.
El festival partió a eso de las 14:30 horas con dos nombres chilenos, Valium y All Tomorrows, que sigue con esa injusta dinámica de ofrecer a los nombres locales como números de apertura a una hora con una escasa audiencia.
Luego vinieron Anti-Flag y Hellyeah, que ofrecieron dos potentes shows ante un público que casi llenaba el sector de cancha cerca de las 17:00 horas. Eso, mientras en las tribunas el panorama era menos favorecedor y los espacios eran bastantes notorios.
Con Dead Kennedys dando clases de punk con su vocalista Ron Greer metido en el público y con Meshuggah ofreciendo su ensordecedor y potente sonido, la oscuridad de la noche dio paso a los dos números más aplaudidos de la jornada.
The Offspring repasó sus mayores éxitos ante sus fanáticos totalmente rendidos a éxitos como “Come Out and Play”, “Original Prankster”, “All I Want”, “The Kids Aren’t Alright” y “Self Esteem”. Un poco más de una hora sirvió para demostrar su historia y el fervor que provocan en este lado del mundo, demostrado con bengalas, saltos y gritos.
Y hacia el final, el plato fuerte: Rammstein arribó con su artillería industrial, conocida en todo el planeta por su puesta en escena, llena de actuación, pirotecnia y fuego. Desde el primer momento, el espectáculo dio muestras de por qué los hombres de Berlín son uno de los números más llamativos de la historia.
La segunda edición de RockOut 2016 cumplió con todas sus promesas y se instala como uno de los eventos indispensables del segundo semestre. Aprendiendo de los errores, una tercera edición es posible.
Fotógrafo: Javier Valenzuela
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