Con cerca de ocho mil asistentes, el Santiago Summer Fest vivió su primera edición con una jornada que tuvo como factor principal la variedad de gustos y estilos que se reunieron la tarde del martes en la Pista Atlética del Estadio Nacional.
Los nacionales Gondwana junto a los estadounidenses S.O.J.A., Dave Matthews Band e Incubus fueron parte de un evento que pese a las dudas (como la asistencia de público por ser día de semana) logró crear un ambiente atractivo durante siete horas.
Luego de las presentaciones de las dos agrupaciones nacionales ganadoras del concurso para bandas emergentes organizado por el Santiago Summer Fest – Mantarraya y Daniel Chiang – Gondwana fue el grupo encargado de abrir los fuegos con su propuesta reggae que ya suma más de 25 años. En un pequeño escenario dispuesto en el lado oriente del recinto, los santiaguinos entregaron sus mejores éxitos ante el escaso público que se asomaba cerca de las 17 horas.
Fue la banda S.O.J.A. la que a las 18 horas dio inicio a las actividades en el escenario principal con los sonidos reggae y ska que hicieron vibrar a los cerca de cinco mil asistentes que a esa hora ya se apostaban en el lugar. Canciones como «Tear It Down», «You and Me» y «Everything Changes» animaron la calurosa tarde a la espera de los actos principales.
A pesar de la energía del conjunto de Washington, la jornada tenía reservada la atención para Dave Matthews Band e Incubus. Los primeros aparecieron en el escenario puntualmente a las 20 horas bajo el aplauso de sus fanáticos quienes disfrutaron con el impecable trabajo musical del conjunto liderado por Dave Matthews, quien partió todo con «Pantala Naga Pampa» y «Rapunzel».
Más de 20 años suma el conjunto de Virginia con una propuesta basada en el jazz y que incluye magistralmente toques de folk y clásico con la presencia del espectacular violinista Boyd Tirsley y el trompetista Rashawn Jones. Ambos, junto al cantante, demostraron una sincronía sonora que hizo disfrutar a los presentes con temas como «The Space Between», «Ants Marching» y «Grey Street», canciones que hicieron gritar y aplaudir a los fanáticos de la banda norteamericana.
Mención aparte se llevó el guitarrista Tim Reynolds, quien con las seis cuerdas dio diversos ejemplos de su destacada carrera: multi-instrumentista, nominaciones a los Grammy, cerca de 10 álbumes en solitario y una colaboración con Matthews que data desde 1999, aunque se unió definitivamente al conjunto en 2008. Todo ello se pudo apreciar sobre el escenario junto a sus compañeros en una unión musical destacada.
La calidad de Dave Matthews Band es innegable, pero jugó en contra ser parte de un festival frente a un público tan variado que a veces tornó incómodo el ambiente. Sin duda que el escenario natural de Matthews es la intimidad.
Tras la solvencia de Dave Matthews Band, el turno fue del nombre más importante de la noche: Incubus regresaba a Chile luego de tres años tras presentarse en Maquinaria Festival 2010. A diferencia de aquella deslucida actuación, esta vez los californianos se mostraron más cercanos y energéticos con un concierto que se desarrolló sin puntos bajos.
La tranquila «Quicksand» sirvió como inicio de la presentación del conjunto liderado por el vocalista Brandon Boyd, siempre expresivo a la hora de cantar y conectarse con el público. Como una máquina avasalladora, Incubus regaló sin parar canciones como «A Kiss to Send Us Off», «Megalomaniac» y «Nice to Know You», con los fanáticos coreando y gritando hacia el grupo que completa el guitarrista Mike Eizinger, el bajista Ben Kenney, el DJ y tecladista Chris Kilmore y el baterista José Pasillas II.
Si anteriormente Dave Matthews Band entregó la elegante forma de ver el jazz a través del rock, con Incubus la energía y potencia se tomaron el recinto con el espectacular sonido que entregan Eizinger en las cuerdas y Pasillas desde la batería, un notable paisaje sonoro complementado con las técnicas de Kilmore en el scratch y sintetizadores.
Pese a no variar el setlist que venían ejecutando, la banda de igual manera se encargó de regalar canciones sacadas del baúl, como «The Warmth», «Privilege» y «Vitamin», complementadas con temas de su más reciente álbum If Not Now, When?, editado en 2011, como «Adolescents» y «In the Company of Wolves», recibidas de regular manera por el público.
Hacia el final del show, el conjunto presentó su repertorio más conocido, con éxitos como «Drive», «Pardon Me», «Wish You Were Here» y «Are You In?», con Boyd agradeciendo en español y en inglés cada vez que podía al público presente. También se encargó de interactuar con sus fanáticos, ponerse una chupalla y hablar sobre la luna llena.
«A Crow Left of the Murder» fue la encargada de cerrar el concierto, con la referencia a The Beatles con «I Want You (She’s So Heavy)». Antes también habían interpretado pasajes de «Hello» de Lionel Richie y «Riders on the Storm» de The Doors.
Este fue el quinto concierto de la banda en Chile, país elegido para cerrar su gira 2013, lo que confirma la fuerte relación del conjunto con el público chileno y renovar el romance que existe desde su debut en 2007.