Los últimos años de The Beatles no fueron los mejores en cuanto a relación humana. Los lazos de la banda estaban descastados pero eso no impidió que siguieran haciendo música. Paul McCartney intentaba mantenerlos unidos en el estudio, pero no todos lo seguían. Todo parecía el fin, pero lograron reunirse una vez más.
Un álbum que lanzado el 26 de septiembre de 1969 y que tuvo un variado recibimiento de la crítica. Aún así, con el tiempo pasó a ser uno de las grandes placas de la banda británica. Pero hay muchas historias de detrás de su realización de este álbum de The Beatles que de seguro no conoces, las que a continuación repasaremos.
1. El último álbum de The Beatles
Si bien Let it Be es el trabajo final en la discografía de The Beatles, en realidad no fue así. Abbey Road tuvo un proceso de grabación entre el 22 de febrero y 20 de agosto de 1969, momento en que Let it Be ya estaba terminado. Pero fueron tan intensas esas sesiones, que terminaron por retrasar su lanzamiento.
Así volvieron a llamar a George Martin para entrar al estudio por última vez. El trabajo se realizó sin mayores contratiempos y Martin llegó a afirmar que «fue un disco feliz porque todos sabían que sería el último».
2. Las dudas de George Martin
Fueron tan complejas las sesiones del Let it Be, que el productor George Martin creyó que esa sería su última colaboración. «Pensé: ‘qué lástima terminar así’. Quedé bastante sorprendido cuando Paul me llamó y dijo: ‘vamos a hacer otro disco, ¿quieres producirlo?’. Mi respuesta fue: ‘solo si me dejas producirlo de la manera en que solíamos hacerlo'», afirmó Martin.
Tras esto, McCartney le afirmó que todos querían hacerlo y para estar seguro, el productor le preguntó si John también estaba interesado. Paul le dijo que sí y Martín expresó: ‘Bueno, si realmente quieres, hagámoslo. Reunámonos de nuevo … (pero) si tengo que regresar y aceptar muchas instrucciones que no me gustan, no lo haré».
3. Lennon ausente
Uno de los que tenía mayores conflictos era John Lennon, pero no fue eso lo que lo dejó fuera de algunas canciones. El 1 de julio de 1969 iba junto a Yoko Ono, su hijo Julian y Kyoko -hija de Yoko- en su Austin Maxi. El viaje era por Escocia y el mal estado de la carretera lo habría hecho perder el control del vehículo.
Tras el accidente, Lennon hospitalizado cinco días, perdiéndose así días de grabación. Así quedó no participó en la grabación de cuatro temas: «Here Comes the Sun», «Maxwell Silver Hammer», «Golden Slumbers» y «Hey Majestry».
4. El nombre real
Al igual que Let it Be, el nombre Abbey Road no era el que tenían en mente al comienzo. Everest iba a ser el nombre de esta placa, en referencia a la marca de cigarrillos que fumaba el ingeniero en sonido del estudio. De hecho tenían planes de que la portada del álbum tuviera ese concepto.
Como el proyecto se retraso más de lo pensado, optaron por ir a lo simple. Nombraron la placa como la calle en la que está ubicado el estudio. Algo sencillo pero efectivo.
5. Una sesión improvisada
La idea era realizar una sesión de fotografías en el monte Everest para darle fuerza al nombre del disco. Pero no salió como esperaban y McCartney les propuso en hacer las tomas para la portada afuera del estudio. Aceptaron la idea y salieron a la calle para que el fotógrafo escocés Iain McMillan hiciera su trabajo.
La policía de Londres permitió cerrar la avenida sólo 10 minutos y así fue como se tomaron sólo 6 fotos. De ellas, solo una los muestra con el paso coordinado, imagen que terminó siendo la carátula de Abbey Road.
6. El plagio de Lennon
Tras el lanzamiento de Abbey Road, John Lennon se metió en serios problemas. Uno de los temas de su autoría fue acusado de plagio por el mítico Chuck Berry. Las similitudes fueron entre «Come Together» y «You Can’t Catch Me», tanto en melodía como en letra, puntualmente por la frase: «Here come old flat-top».
Lennon admitió el hecho y logró un acuerdo extrajudicial con el músico norteamericano. Uno de los puntos fue que el británico debía grabar dos versiones de temas de Berry. El mencionado «You Can’t Catch Me» y «Sweet Little Sixteen», fueron incluidos en la placa de covers Rock ‘n’ Roll (1975).
7. El álbum de George Harrison
Si bien la mayoría de los temas de Abbey Road son Lennon/McCartney, este es el disco de Harrison. Sus dos composiciones demostraron su calidad como músico y se convirtieron en dos sencillos inolvidables. «Here Comes the Sun» y «Something» están de seguro en el playlist de los fanáticos de The Beatles.
Si bien ya había compuesto previamente cerca de 20 temas para la banda, estos dos fueron su punto culmine de creatividad. De hecho «Something» fue el primer tema creado por Harrison que llegó a los primeros puestos de las listas británicas, al ser lanzado como single en 1969.
8. Un esfuerzo para «Oh Darling!»
Uno de los temas más particulares de Paul McCartney es Oh! Darling. Su tono de voz no era el más indicado para cantarlo, tal como lo decía Lennon. Siempre pensé que podría haberlo hecho mejor, era más mi estilo que el suyo. Él lo escribió, así que qué demonios. Si hubiera tenido algo de sentido común, debería haberme dejado cantar», expresó entre risas.
Para lograr los tintes desgastados y alcanzar lo desgarrador de la canción, McCartney durante una semana llegó más temprano al estudio para grabar la voz. «Terminé probando cada mañana… intenté de todos», expresó el músico, agregando que la idea era encontrar el tono perfecto antes de que su voz se compusiera con el pasar del día.
9. Ringo y su solo
https://www.youtube.com/watch?v=0evcVZqxyL0
El estilo de Ringo Starr en la batería no era de hacer solos, pero este era el último álbum. Así, sus compañeros lograron convencerlo de que debía grabar el solo en la canción «The End».
Entre el segundo 20 y el 35 el baterista muestra su habilidad con los tambores, cajas y platillos para luego dar paso a una batalla de solos de guitarra entre Lennon, McCartney y Harrison, la que fue grabada en una sola toma.
10. El hombre de la foto
El 8 de agosto, los cuatro integrantes de The Beatles cruzaron Abbey Road para inmortalizar la portada del álbum. En ella podemos ver a los músicos, a un grupo de personas muy a lo lejos y a un sujeto parado mirando. Su nombre era Paul Cole, un turista estadounidense que no sabía que pasaría a la historia.
“Un montón de “locos”, así los llamé, por su look tan radical para la época. Uno no camina por Londres descalzo”, afirmó Cole. Ese día, aburrido de ir de museo en museo, decidió caminar por los suburbios londinenses. Así llegó hasta Abbey Road y conversó con un policía que estaba dentro de un vehículo, momento en que vio pasar a la banda sin saber qué ocurría.
Debe estar conectado para enviar un comentario.