Cuatro tipos californianos sorprendieron al mundo el 4 de enero de 1967 cuando bajo el nombre de The Doors publicaron su primer álbum, una avasalladora producción que se convirtió en uno de los trabajos más reconocidos en la historia del rock.
The Doors, compuesto por 11 canciones, es un álbum que mostró por primera vez la potencia que tenían Jim Morrison (voz), Robby Krieger (guitarra), Ray Manzarek (órgano) y John Densmore (batería).
«Break On Through (To the Other Side)», «Light My Fire» y «The End» son parte del legado de este trabajo compuesto por los cuatro miembros.
La grabación
Seis meses. Ese era el tiempo que Krieger llevaba tocando guitarra cuando se unió a The Doors a mediados de 1965. Después de conformar el conjunto, los cuatro músicos comenzaron a tocar por diversos bares de Estados Unidos (como el mítico Whisky a Go Go) hasta que fueron fichados por Elektra Records.
Entre el 24 y el 31 de agosto de 1966, Morrison, Krieger, Manzarek y Densmore grabaron el disco en los Sunset Sound Studios de Hollywood, bajo la atenta mirada del productor Paul A. Rothchild.
En el estudio trabajaron con una cinta magnética de cuatro tracks: uno para el bajo y la batería; otro para la guitarra y el órgano; y otro para voz de Morrison. El cuarto fue para grabar nuevos sonidos con información previamente grabada.
El músico (no) invitado
Como fue costumbre posteriormente en su discografía, el cuarteto tuvo un músico invitado durante la grabación: el bajista de sesión Larry Knechtel. Pero no aparece en los créditos, lo que lo dejó como un «músico fantasma» que apareció en el estudio.
El estadounidense participó en cuatro canciones: «Twentieth Century Fox», «Light My Fire», «I Looked At You» y «Take It as It Comes».
La composición
Dentro del álbum destacan tres de las obras más famosas del conjunto: «Break On Through (To the Other Side)», «Light My Fire» y «The End», acreditadas como The Doors.
Sin embargo, Krieger compuso principalmente «Break On Through (To the Other Side)» y tomó la inspiración de los sonidos bossa nova provenientes de Brasil. Asimismo, el riff lo creó después de escuchar una versión de «Shake Your Moneymaker» hecha por Paul Butterfield.
La letra fue editada el sello: la línea «she gets high» fue alterada por considerarse una referencia al consumo de drogas. Se quitó la palabra «high», pero las posteriores reediciones y las versiones en vivo tienen la frase completa
El guitarrista también compuso «Light My Fire», en una versión de estudio que tenía a Manzarek tocando la línea de bajo en el piano Fender Rhodes con la mano izquierda, mientras que con la mano derecha tocó el órgano Vox Continental.
La versión de estudio de «The End» resultó después de dos tomas. Eso sí, no hay certeza si fue la segunda de ella o una mezcla de ambas la que fue utilizada para cerra el disco. Originalmente, Morrison escribió la canción tras romper con su novia Mary Werbelow, pero luego la letra evolucionó durante los meses posteriores hasta convertirse en la canción de casi 12 minutos.
El lanzamiento
The Doors fue lanzado el 4 de enero de 1967 por Elektra Records y logró un éxito en los rankings gracias al single «Light My Fire», que le dio un impulso en la lista de Billboard.
El álbum fue un suceso gradual y el reconocimiento fue tal que logró un disco multi-platino por sus ventas durante el primer semestre. Después de pasar casi medio año en el Top 10, el disco escaló hasta el segundo puesto, pero nunca pudo llegar al número uno porque se topó con la salida de un clásico: Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band de The Beatles.
El efecto Oliver Stone
En 1991, el cineasta Oliver Stone estrenó la película The Doors con la historia del conjunto estadounidense. Esto permitió que el conjunto finalmente pudiera triunfar en Reino Unido: si en 1967 «Light My Fire» sólo llegó al puesto 49 de los más escuchados, una reedición del single en 1991 lo posicionó en el séptimo lugar de la lista británica.
El legado
El primer álbum de The Doors es uno de los trabajos más alabados del rock. No por nada el Registro Nacional de Grabación de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos lo incluyó en su nómina «por su importancia cultural, artística o histórica», donde comparte espacio con trabajos de The Beatles, Bob Dylan, Johnny Cash, The Beach Boys, Michael Jackson y Ramones, entre otros.
Por el lado de la crítica, dos revistas lo incluyeron entre los trabajos más importantes de la historia: la estadounidense Rolling Stone lo posicionó en el puesto 42 de su lista de los 500 mejores álbumes de todos los tiempos; y la británica NME lo dejó en el lugar 226 de su selección con los mejores 500 discos más importantes de la historia.
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