El domingo 29 de abril cerca de 10 mil personas llegaron al Movistar Arena para el segundo día y final de The Metal Fest Chile 2012, el evento de rock pesado más grande jamás realizado en Chile, reafirmó el éxito de su primera jornada con un cartel levemente cargado al thrash metal.
Tras media hora de retraso, y con un marco de público un poco mayor comparado a la misma hora del sábado, a las 15.30 los californianos Forbidden aparecieron sobre el escenario con su thrash técnico y desenfrenado, interpretando en 45 minutos clásicos de la talla de “March Into Fire”, “Step by Step”, “Through Eyes of Glass” y “Twisted Into Form, todas de sus primeras y alabadas producciones: Forbidden Evil (1988) y Twisted Into Form (1990), además de temas recientes que mantienen la fuerza de sus mejores tiempos como “Omega Wave» y «Adapt or Die”, mientras el mosh pit era ya a estas alturas incesante.
Destruction fue la siguiente banda (Exodus por orden debería haberse presentado, pero debido a problemas en vuelos de algunas bandas fue necesario modificar el orden). Sonidos de motosierra con el recinto a oscuras crearon el ambiente perfecto para el comienzo a cargo de “The Butcher Strikes Back”, para continuar con “Total Disaster” y la infaltable “Mad Butcher”. El trío alemán no dejó de elogiar al público chileno por su entrega e intensidad, mientras se escuchaban canciones más recientes como “Hate is my Fuel” y “Armageddonizer”, para subir más la temperatura con el himno “Thrash till Death” y la coreada “Nailed to the Cross”. El cierre llegó con “Curse the Gods”, tras la cual Schmier (bajo, voz) preguntó si quedaba tiempo para una más… para asaltar con “Invincible Force”, abandonando el escenario entre aplausos mientas suena de fondo “Ave Satani”, la reconocida compasión del film La Profecía (1976).
Tras poco más de media hora, Exodus entregó aún más descarga del mejor thrash metal ¡Qué tripleta! Gary Holt (guitarra) se mostró feliz de volver a Chile, mientras Rob Dukes (voz) incitaba constantemente al desorden con cada nota de “Beyond The Pale”, “Piranha” y “Blacklist” que convirtieron en un caldero la cancha del Movistar Arena. Un show con una de las postales memorables del festival en “Toxic Waltz”, corte que precisamente alaba al baile del mosh pit, formándose el más grande hasta el momento, al que sigue un wall of death (muralla de la muerte, donde el público se divide en dos y luego choca entre si al son de los acelerados riffs), con la interpretación de “Strike of the Beast”. El resultado: adrenalina al máximo y todos los asistentes agotados.
Acto seguido, los sonidos del desierto, las guitarras saturadas y la sicodelia se hicieron presentes con Kyuss Lives!, quienes realizaron su presentación con un menor marco de público, ya que muchos se pasaron al escenario nacional. Los formados en Palm Springs, California, liderados por John García, repasaron temas como “Hurricane”, la instrumental “Asteroid” y por supuesto “Green Machine”, entre otras. Una presentación que, al igual que su primera visita a Chile en noviembre de 2011, la comunicación con el público fue nula, dedicándose a entregar su dosis de stoner rock sin grandes sobresaltos en casi una hora de show.
El público comenzó a llenar nuevamente el recinto para ver a los bardos alemanes Blind Guardian, quienes se convirtieron en un oasis de power metal entre tanta banda thrash. Las melodías basadas en el Señor de los Anillos, batalla épicas y cuentos de guerra resonaron con fuerza con cortes como “Born in a Mourning Hall”, “Nightfall”, “Time Stand Still” y “Valhalla”, en esta última, todas las gargantas se volvieron una sola.
Conscientes de que el tiempo era escaso, el show del sexteto fue bastante dinámico. “The Bard’s song – In the Forest” entregó el momento emotivo e íntimo que hacía falta, acompañada por las guitarras acústicas de André Olbrich y Marcus Siepen, para devolver el poder con “Miror, Mirror”. Una presentación impecable que dejó a todos esperando por más.
Kreator salió a escena pasadas las 23 horas. El thrash volvió a reinar una vez más, ¡y de forma gradiosa!, con uno de los grandes exponentes del estilo a nivel mundial. El show de los alemanes fue verdaderamente una patada en la cara, una máquina de demoledores riffs que guardó también un emotivo momento ya que se cumplían 20 años desde su primera actuación en Chile, en abril de 1992. “Violent Revolution”, “Extreme Aggression”, “Enemy of God” y “Pleasure to Kill” convirtieron en un infierno el Movistar. También aprovecharon de presentar “Phantom Antichrist”; nuevo tema de su próximo disco, cerrando de forma increíble con “Flag of Hate” y “Tormentor”.
El cierre quedó a cargo de Misfits, quienes supuestamente actuarían en el cuarto lugar el domingo. La banda integrada por Jerry Only (su único miembro original y quien mantiene viva a esta leyenda del horror punk), más Dez Cadena (ex Black Flag) en guitarra y Eric “Chupacabra” Arce en batería, se presentó cerca de las 1 de la madrugada. Tras dos días de maratónicas jornadas, y por lo avanzado de la hora, la mayoría de los presentes comenzaron a abandonar el Movistar Arena, pero igualmente quedó un buen puñado de asistentes que disfrutaron el show del -ahora- trío punk.
En una jugada bastante arriesgada, Misfits arremetió sin parar con una artillería de temas de su más reciente disco Devil’s Rain (2011): “Vivid Red”, “Black Hole”, “Twilight of the Dead”, “Unexplained” y otras, eran escuchadas con recelo, hasta que llegaron temas más populares como “Scream” y por supuesto, los clásicos de su etapa con Glenn Danzig en voz, entre ellas “Static Age”, “Skull”, “She” y “Where Eagles Dare”, animado más el ambiente. El sonido se saturé en demasía, y la voz de Jerry Only se perdía frecuentemente. Dez Cadena rompió en ¡dos ocasiones! las cuerdas se su guitarra, algo totalmente inédito.
Tras “We Are 138” y “Descending Angel”, el final viene con “Die, Die My Darling”, tras una hora de show, que no fue el gran “broche de oro” para un festival de esta envergadura, pero que cumplió cabalmente con lo acordado, convirtiéndose en un hito en Chile. Ya se prometió una nueva versión de The Metal Fest para el 2013, evento que puede convertir a Chile en un lugar clave en el panorama metalero latinoamericano.
creo que todos esperábamos a Kreator para un gran cierre. Lo de patear a Misfits para el final fue un error. Más allá de su vasta trayectoria.. hoy Kreator, y en especial en un festival de Metal, tiene un mayor nivel y convocatoria. Perdón, me encanta Misfits también, pero los vi muy venido a menos…
digan lo q digan the misfits es the misfits..todas las bandas q estuvieron en el fest son d las mejores pero tienen q reconocer q the misfits es la d mas experiencia por el tiempo y trayectoria.
como se les ocurre tirar a misfits al final…q mal cierre