El desafío era grande: luego de Achtung Baby (y también los vestigios que dejó The Joshua Tree), U2 se desplegaba por la década de los ’90 con su esencial inquietud musical. Y el cuarteto de Irlanda logró salir airoso con Zooropa, su octavo álbum de estudio.
Lanzado el 5 de julio de 1993, el disco exploró la sobresaturación de los medios e imaginó un futuro en una ciudad llena de luces de neones, hablando sobre la publicidad y el poder de las comunicaciones en la sociedad.
Todo partió con la gira Zoo TV Tour, el periplo mundial con el que promocionaron Achtung Baby. La idea era lanzar un EP (no más de cinco canciones) para acompañar los conciertos, pero la inspiración y la presión de su sello hicieron que los irlandeses se embarcaran en la grabación de un disco completo, bajo la producción de Brian Eno.
A fines de 1992, en una pausa de seis meses, Bono, The Edge, Adam Clayton y Larry Mullen, Jr. comenzaron la sesiones del tentativo EP. En ese tiempo, el cuarteto comenzó a trabajar en canciones atrevidas, con sonidos experimentales e incluso con algunos cortes que habían descartado de Achtung Baby.
Así, Eno recibió maquetas del disco y junto al grupo comenzó a elaborar temas con loops, experimentos sonoros y lo que fuera para crear un álbum que demostrara que su innovación estaba vigente, algo que ya habían comenzado con The Joshua Tree. A eso se sumó el impulso que significó Zoo TV Tour, una puesta en escena nacida para sobrestimular a los espectadores.
Fue tal la apuesta por este disco, que U2 incluyó la participación de Johnny Cash en «The Wanderer». El estadounidense grabó las voces para el tema, pese a que el grupo ya tenía una con Bono. Finalmente quedó la versión de la leyenda del country para cerrar el álbum.
La lírica de Zooropa habla de un futuro regido por la tecnología y el bombardeo de información y estímulos. Hay obsesión por las celebridades («Babyface»), atesorar recuerdos usando la tecnología («Lemon») y el hombre post-apocalíptico en busca del significado de la vida («The Wanderer»).
Eso sí, también hay espacio para otros temas, como la idea del hijo pródigo, pero con la variación de que no vuelve («The First Time»).
Zooropa (nombre que se le dio al tramo europeo de Zoo TV Tour) no es el álbum más exitoso comercialmente hablando de U2. Despachó siete millones de copias en todo el mundo, aunque fue bien recibido por la crítica.
Los Angeles Times escribió: «Zooropa encuentra a U2 entregando una colección que sonará aún más radical para las orejas del mainstream (…) simplemente refleja un U2 seguro y bombeado (…) No hay un estándar más alto en el rock contemporáneo».
Por su parte, Rolling Stone afirmó: «La verdadera fuerza del álbum radica en capturar el sonido de verdades que se quiebran, de cosas que se desmoronan, ese momento en que la euforia y el miedo son indistinguibles a medida que comienza el deslizamiento al abismo».
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