Con mucha energía y una puesta en escena bien trabajada, la banda nacional Aiken presentó oficialmente su segundo álbum de estudio, bautizado Reaccionar. La noche del jueves, el quinteto ofreció un show corto pero conciso en el club Amanda, que fue transmitido por streaming.
Poco antes de la medianoche, los hermanos Jose (voz) y Pablo Ferrera (bajo, segunda voz), Diego Carvacho (guitarra), Ignacio Burgos (guitarra) y Diego Fuchslocher (batería) salieron al escenario y pusieron fin a la espera con el tema que da nombre a su nuevo material.
«¿Cómo están?… No se imaginan lo felices que estamos de estar de nuevo arriba del escenario. Han sido 8 meses, haciendo este disco que esperamos de corazón que les guste», saludó el vocalista antes de presentar «Bajo presión», tema de su primer álbum que fue coreado con ganas por el público, entre el que se encontraban fanáticos, familiares y amigos.
Siguió «Héroes anónimos», dedicado a «las personas que volvieron a levantar este país», tras el terremoto ocurrido en febrero de 2010. El momento más emotivo de la noche vino minutos después de la mano de «No olvidaré», que Jose Ferrera cantó solo sobre el escenario, guitarra acústica en mano.
El resto de los músicos regresaron para interpretar «Allá voy», canción que sus fanáticos eligieron, a través de una votación online, como el primer single de esta nueva placa. Luego, las palmas acompañaron el inicio de «Todo cambiará», y con el pegadizo coro de «Reflejos», Aiken se despidió por primera vez.
A pedido del público, el show continuó. A la vuelta, Diego Fuchslocher entró primero para ofrecer un solo de batería que ayudó a mantener encendidos los ánimos. Tras agradecer a quienes les apoyaron, tanto en la creación de su nuevo material como en el concierto de lanzamiento, el quinteto se despidió con «Libre de mente» -tema que dio nombre a su disco debut de 2008- y «Déjame llegar», una de las nuevas composiciones, con las que la banda seguirá abriéndose caminos.
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