El desorden dentro del Club Hípico parecía ya ser parte del panorama. Mientras afuera se desarrollaba el Festival Frontera, en el sector habilitado para los artistas se juntaban Jorge González, Los Tetas y Tiro de Gracia. Por la distensión en el ambiente, el atraso en los horarios no parecía afectarles. Entre la amplia gama de músicos, asomaAlain Johannes: hijo de Danny Chilean, sobrino de Peter Rock y gigante de la música al cual se le pueden atribuir logros como haberle enseñado a tocar el bajo a Flea, grabar junto a Queens Of The Stone Age y Foo Fighters, haber juntado a la primera alineación de lo que luego se convertiría en Red Hot Chili Peppers y ser el productor de Euphoria Morning (1999), primer disco solista de Chris Cornell.
El curriculum de Alain es vasto y sigue sumando créditos: sólo en el último año ha producido a artistas de la talla de Mark Lanegan y Jimmy Eat World, además de participar en la banda sonora del documental Sound City. Pero llega a su país natal, del que partió pocos años después de nacer, para encausar su historia personal. «Ha sido una semana muy movida, pero me gusta estar acá», comenta Johannes con su particular español, sentado en una mesa bajo la atenta mirada de su tour manager.
Rocknvivo.com tuvo la oportunidad de conversar con el artista acerca de su nueva etapa musical, los proyectos venideros y algunas anécdotas vividas junto a Stevie Nicks y Lee Vings.
Ésta es tu cuarta visita a Chile como músico. Las tres anteriores fueron en Maquinaria, un evento algo más masivo. Ahora hiciste un show más intimo en el Anfiteatro del Bellas Artes. ¿Cómo crees que ha sido la recepción del público en comparación a tus primeras presentaciones en el país?
Todo esto se ha ido desarrollando poco a poco. Cuando hice el pequeño show en Rock y Guitarras y el disco había salido dos semanas atrás, ya todos cantaban coros, armonías, el público tan musical y buena onda. Ahora lo que noto es que en los últimos tres años he desarrollado mucho más la faceta de Eleven y también están uniendo los puntos de donde vine, las cooperaciones con Queens (of the stone age), Them Crooked Vultures y ahora en Sound City con Dave (Grohl). Yo creo que las expectativas están en otro nivel. Lo que me encanta es poder tocar temas de Eleven otra vez.
En el Anfiteatro se te vio emocionado al tocar temas de Eleven. ¿Cómo has sentido el volver a interpretar estas canciones?
Yo no pensé que era posible tocar la música sin ella (Natasha Shneider). Es diferente un Eleven con Jack (Irons) y Natasha que al Eleven que tocamos hoy. Es verdad que ellos (hermanos Foncea y Roberto Trujillo) lo respetan y lo entienden muy bien, cosa que pasó también con los Foo Fighters. Con ellos toqué temas de Eleven en Sound City. Eso me abrió los ojos y me di cuenta de que lo importante es la música, la canción que sobrevive. Que la gente se de cuenta de dónde vinimos, por qué fue tan difícil nuestra carrera como conjunto Eleven en Estados Unidos por ese tiempo. Sobrevivimos nada más por amistades con otros grupos que eran aficionados de Eleven. Así pudimos tener giras. Fue la única manera en que pudimos desarrollar nuestra música y llegar al mundo poco a poco.
La banda de apoyo con la que te has presentado en esta visita está compuesta por los hermanos Foncea y Roberto Trujillo. ¿Qué tal ha sido esta experiencia?
Increíble. Hace tres semanas aún estaba metido en la locura que es vivir en Los Ángeles en estos tiempos, cuidando a mi mamá, produciendo. Me mandaron un video de su ensayo y yo dije «¡oh, Dios mío! ellos están listos y yo no sé nada de nada, no me acuerdo de nada». Sólo me estaban esperando a mí. Inclusive, puse en Instagram 15 segundos de todo eso y de repente apareció un comentario de Jon Theodore, de Josh (Homme), Mark Lanegan, Joey Castillo. Todos me estaban mirando desde el otro lado del mundo como preguntándome «¿qué estás haciendo?», siguiéndome los pasos. Se han transformado (la banda) en un complemento enorme.
¿El volver al formato eléctrico no te ha animado a iniciar otro proyecto, dejando atrás la faceta acústica?
Sí, pero hay dos o tres fases para eso. Primero, tengo otro disco solista que va a ser una mezcla entre Spark (2010) y un sonido eléctrico, pero va a ser solista. Tengo que comunicar más sobre mi vida desde que ya no tengo a Natasha hace 5 años, incluyendo esa dificultad que nunca va a desaparecer. También estoy muy interesado en trabajar con los Foncea y Trujillo, empezando con Alain Johannes Band y después escribir temas, grabar temas nuevos, sacar un pequeño EP. No sé, sorpresas así. Poco a poco ir teniendo un grupo aquí en Chile que esté siempre listo para viajar por el mundo, que puede ser con nueva música.
Ese material, ¿cuándo saldría a la luz?
Ahora estoy pensando en hacer un par de discos en Los Ángeles. Entre febrero y marzo creo que podré empezar con esto.
Volviendo un poco al tema de tus amistades, ¿cómo fue la experiencia de tocar nuevamente los temas de Eleven y grabar Sound City junto a Foo Fighters?
¡Fue increíble! Lo que nos unía era la idea de Sound City, porque todos trabajamos allá. Fue el primer lugar donde grabé a Queens Of The Stone Age, justo antes de Songs for the Deaf (2002) hicimos como 5 temas en Sound City. Yo de productor, hicimos unos lados B para Dave Grohl en la gira junto a Eleven y Queens. Y bueno, Dave estuvo juntando a todo el mundo que trabajó ahí, o casi todos, y empezamos a grabar. Esa gira (de Sound City) fue increíble. Stevie Nicks (Fleetwood Mac), es muy buena persona. Lee Ving (Fear), que cuando era chamaco fui a ver a su banda como 100 veces, ¡me encantaba!. En una época incluso se robó a mi bajista. Estaba Flea (Red Hot Chili Peppers) en What It This? y de repente desapareció para siempre, pero buena onda. Y lo conocí también porque él trabajaba en un club de jazz, era bartender y sabía harto de jazz, de blues, de gospel.
Tu tío Peter Rock, que se hizo muy conocido en Chile durante la década del ’60, ¿no ha tenido intenciones de grabar algo contigo?
Eventualmente sí. Hice un par de grabaciones con él, pero me encantaría. Sería todo mucho más fácil si me quedo aquí un ratito. Bueno, toda mi vida, desde que me acuerdo, me puso la guitarra y tenía su grupo. Y ahí estaba yo. Tuve la oportunidad de usar el equipo, aprendí cómo grabar. Él siempre creó un ambiente bien musical. Con mi mamá pasó lo mismo. Siempre la vi abriendo para Roberto Carlos o José José o Palito Ortega en el Teatro Azteca.
Para cerrar, ¿cuál es el mejor recuerdo que te llevas de Chile?
Conocer a mi papá. Y bueno, más que un recuerdo en particular, Chile me genera un sentido de pertenencia que nunca había sentido antes en mi vida. Siento una resonancia, algo diferente. Toda mi vida viajando tanto, siempre me sentí como que era de otro lugar.
Faltó comentar que Alain estuvo a punto de ser el cantante de Pearl Jam.