El sueño se volvió finalmente realidad. Black Sabbath, la leyenda inglesa forjadora del heavy metal, se presentó la noche del viernes en el Estadio Monumental, ante cerca de 40 mil fanáticos, quienes sabían que la experiencia que vivirían sería un hito histórico en materia de conciertos en nuestro país. Ozzy Osbourne (voz), Toni Iommi (guitarra) y Geezer Butler (bajo), más Tommy Clufetos en batería (reemplazante de Bill Ward) se despacharon un show de antología que marcó el inicio de su gira por Latinoamérica.
La jornada partió con Megadeth como banda invitada. Los liderados por el incombustible Dave Mustaine calentaron los ánimos del público, saliendo a escena a las 20 horas. El cuarteto norteamericano basó su setlist en grandes éxitos de la banda, sabiendo que el tiempo apremiaba. La partida no podía ser más apoteósica: “Hangar 18” sonó de golpe, a la que siguió “Wake Up Dead”. Inicio letal.
Las líricas de “Sweating Bullets” resonaron con fuerza cantadas por el público, para llegar al único tema interpretado del reciente Super Collider (2013), disco vapuleado por la prensa y los fans. Sin embargo, “Kingmaker”, track rápido y agresivo, pareció correcto para la ocasión, pese a la pasividad de los presentes, que cambió radicalmente con “Tornado of Souls”.
“Symphony of Destruction”, el clásico del Countdown to Extincion (1992), provocó la fiesta y los característicos “Megadeth, aguante Megadeth” se escucharon con fuerza. A continuación, las palmas y el bajo de Dave Ellefson, introdujeron a “Peace Sells”, que provocó el primer gran mosh en cancha.
Breve pausa y los primeros “olé, olé» resonaron en el Monumental. De improviso, apareció Rattlehead, la mascota de Megadeth, y sonó “Holy Wars”. Catarsis colectiva y fin del show de los thrashers norteamericanos, que pasó demasiado rápido, pero dejó la adrenalina a mil en poco menos de una hora. Mustaine y compañía se despidieron, agradecidos como siempre, de uno de los públicos más fieles a su música.
Tan solo 20 minutos de espera, hasta que una voz se escuchó desde backstage incitando al público a cantar… ¡era Ozzy! Los presentes respondieron de inmediato y se empezaron a oír los primeros cánticos, antes que la banda apareciera en escena. Luego, una sirena resonó en todos los rincones del Monumental, se subió el telón y el poder de “War Pigs” tomó a todos por asalto. ¡Black Sabbath en gloria y majestad!
“Into The Void” de Master of Reality (1971), siguió casi sin pausas. Sólo con dos temas, muchos ya estaban afónicos, pero seguían coreando con determinación las canciones de Sabbath, himnos incólumes al paso del tiempo. Iommi, con una gran sonrisa en su rostro, dio el vamos a “Under The Sun”, mientras que “Snowblind” -el track que habla de los excesos de drogas en la banda en la década de los ’70- fue recibida de forma grandiosa y acompañada por las 40 mil almas.
“¿La están pasando bien?”, preguntó Ozzy, y la respuesta no se hace esperar. Si bien en esta oportunidad Osbourne no estuvo muy “activo” en materia de movilidad escénica, no desentonó con su performance vocal, ni en su carisma para encantar al público.
“Age of Reason” de su nueva placa 13, fue escuchada con más calma, la que se quebró con la interpretación de “Black Sabbath”; ¡qué gran clásico! Los sonidos de la lluvia y las campanas, más las guitarras de Iommi, agonizantes y oscuras, crearon un ambiente único y memorable.
Tras aquel momento sublime, “Behind the Wall of Sleep” y los vaivenes del riff “N.I.B.” con gran performance en el bajo de “Geezer” Butler, continuaron manteniendo cautivos e hipnotizados a los presentes. Ovación cerrada.
El track que abre 13, “End of the Beggining”, sonó a continuación, para después volver de nuevo a los ‘70 con “Fairies Wear Boots”. Ozzy abandonó el escenario y la banda siguió con la instrumental “Rat Salad”, para darle el paso a Tommy Clufetos, quien realizó un solo de batería atronador. El reemplazante en vivo de Bill Ward cumplió una labor impecable, pero la figura de su batero original igualmente se echaba de menos.
“Iron Man” hizo que el Moumental se viniera abajo… ¡Qué poderío de Black Sabbath! Sonaban pulcros, sólidos y aplastantes. «God is Dead?» fue sin duda la canción de su último disco mejor recibida. “Children of the Grave” en tanto, con su riff galopante y con toda la cancha saltando, fue testigo de improvisados mosh pits.
Un pequeño receso, mientras todos pedían de vuelta a la banda. Al regresar, Ozzy pidió al público: «¡vuélvanse locos con este ultimo tema!”. Los riffs de “Sabbath Bloody Sabbath” sonaron y se cortan de improviso para dar paso a “Paranoid”, que desató la locura en el recinto de Macul. Este gran clásico marcó el fin, tras casi 2 horas de concierto.
Lo de Black Sabbath fue un show redondo, impecable, lleno de nostalgia y de emociones indescriptibles. Una noche que quedará grabada en la retina de quienes asistieron y pudieron ver a los padres del metal en gloria y majestad.
GALERÍA DE FOTOS
Fotógrafo: Javier Valenzuela
Black Sabbath en Chile | Estadio Monumental | 04.10.2013
Setlist
1. War Pigs
2. Into the Void
3. Under the Sun
4. Snowblind
5. Age of Reason
6. Black Sabbath
7. Behind the Wall of Sleep
8. N.I.B.
9. End of the Beginning
10. Fairies Wear Boots
11. Rat Salad
12. Solo batería Tommy Clufetos
13. Iron Man
14. God Is Dead?
15. Dirty Women
16. Children of the Grave
Encore:
17. Paranoid (Sabbath Bloody Sabbath Intro)
y se la pudo el tata del metal???? ajjajaja WN PRO
Uno de los mejores conciertos que ha presenciado Chile, que afortunado de haber estado ahí presente!!!
PS: Buenísimas las fotos!
Con unos buenos conciertos en el cuerpo, puedo decir, que Black Sabbath, no necesita la parafernalia de luces, fuego o juegos de artificio…lo que hizo cada integrante en el escenario fue una ceremonia de culto, disfrutamos de un inspirado lommi y de un solo en bateria simplemente sublime, ese sonido particular que los identifica..ufff…aun en extasis….como lo he dicho, Ozzy hizo una misa oscura, donde nos convirtio en murcielagos para ser devorados…el sonido impecable, el cu-cu y los ole ole!! nos hablan del gran feeling que esta banda tiene con su publico, sin duda unos de los mejores concierto que he podido disfrutar…
benditos sean los genes neardentales de Ozzy, que son lo que sin duda le permiten estar aún con vida.
El show de anoche fue impresionante, de hecho lograron dar vuelta a un amigo mío, que sólo iba por megadeth y que siempre pensó «meh» sobre Sabbath, ayer de ese lugar salió convertido, viendo la luz y la verdad.
Sabbath bloody sabbath, you SO still got it