Más de 50 mil personas se dieron cita la noche del viernes en el Estadio Nacional para presenciar el regreso de Bon Jovi a Chile. La visita se enmarcó en el tour mundial The Circle, que promete ser el más largo de la banda desde el Jersey Syndicate Tour, que ya les había traído a Santiago en febrero de 1990.
La agrupación encargada de preparar el ambiente fue Lucybell, que subió al escenario a las 20 horas y durante 30 minutos presentó un set variado, con algunas canciones de Fénix, álbum lanzado en agosto pasado, y sus trabajos anteriores.
Luego, a las 21 horas, apareció Bon Jovi en medio de gritos intensos. A partir de ese momento, la banda estadounidense demostró porqué sigue en lo más alto, con un show pensado para complacer a los fanáticos de siempre y a los de ahora.
El repertorio incluyó temas de casi todos los discos que han editado en sus tres décadas de carrera, entre ellos: «Runaway» (1983), «You Give Love a Bad Name» (1986), «Born To Be My Baby» (1989), «Keep The Faith» (1992), «It’s My Life» (2000), «Have a Nice Day» (2005), «Lost Highway» (2007) y «We Weren’t Born to Follow» (2009), primer single su más reciente trabajo The Circle.
La puesta en escena fue simple, pero contundente: una enorme pantalla a modo de telón de fondo, muchas luces, y en los laterales del escenario, dos pantallas de leds con una asombrosa calidad de imagen.
Lamentablemente el sonido no estuvo a la altura del concierto, en algunas zonas del estadio se escucharon desagradables «rebotes». Quizá para intentar mejorarlo el sonido fue bastante plano y con menos volumen del esperado. No es fácil hacer que un concierto suene bien en todas las zonas de un estadio.
El público heterogéneo, disfrutó del concierto del cuarteto de Nueva Jersey con ocasionales muestras de euforia. Cantando a todo pulmón, eso sí. El ambiente se asemejaba a una gran fiesta de amigos, quienes abrazados repasaban los éxitos del grupo. Uno de los momentos más potentes se dio con «You give love a bad name» y «Born to be my baby», en los primeros minutos del show.
Jon Bon Jovi mantiene casi intacta su voz, a pesar del paso de los años y de los cientos de conciertos que lleva a cuestas. Acompañado siempre por Richie Sambora (guitarra), David Bryan (teclados) y Héctor «Tico» Torres (batería), y con el respaldo de Hugh McDonald (bajo), Bobby Bandiera (guitarra rítmica) y Kurt Johnston (pedal steel) como músicos invitados, saca adelante un espectáculo muy medido, pero que permite ciertos momentos de improvisación.
Con «Keep The Faith» cerraron la primera parte del concierto. A la vuelta interpretaron el clásico «Wanted Dead Or Alive» y el final pautado era «Livin’ On A Prayer» ambos de su disco Slippery When Wet (1986). Sin embargo el público no salía del estadio y la banda concedió «Bed of roses» para terminar una noche cargada de nostalgia.
Con este concierto se da inicio a la nueva etapa de conciertos en del renovado Estadio Nacional de Santiago, recinto que en pocos días recibirá a los canadienses Rush.
IMÁGENES DEL CONCIERTO (clic para ampliar)
SETLIST
Blood On Blood
We Weren’t Born To Follow
You Give Love a Bad Name
Lost Highway
Born To Be My Baby
Have A Nice Day
Work for the Working Man
When We Were Beautiful
We Got It Goin’ On
Who Says You Can’t Go Home
It’s My Life
Bad Medicine / Pretty Woman / Shout / Bad Medicine
Lay Your Hands On Me (Richie Sambora en voz)
Always
I’ll Be There For You
Someday I’ll Be Saturday Night
I’ll Sleep When I’m Dead
Runaway
Keep The Faith
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In These Arms
Wanted Dead Or Alive
Livin’ On A Prayer
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Bed of Roses