Mientras la música dividía las masas entre el hard rock y el pop a mediados de los ’70, en Nueva York cuatro jóvenes con apariencia descuidada se juntaban por primera vez a tocar con un set poco acostumbrado por ese entonces: un ritmo acelerado y acordes básicos, además de canciones que no pasaban de los dos minutos, llamaron la atención. Era el nacimiento del punk.
Ramones fue el encargado de iniciar el influyente movimiento que no sólo abarcó lo musical, sino que también salpicó a movimientos sociales. El debut homónimo de los neoyorquinos fue grabado en una semana, en febrero de 1976, e incluyó en sus 29 minutos dos de las canciones más representativas del estilo: “Blitzkrieg Bop” y “Judy is a Punk”.