Con todos los galardones y elogios obtenidos durante el último año, la banda francesa Phoenix volvió a nuestro país para presentar esta vez su alabado álbum, Wolfgang Amadeus Phoenix, ante cerca de 3 mil enfervorizados fanáticos que llegaron al Teatro Caupolicán la noche del miércoles.
Tras un año y medio de gira, en la que visitaron Norteamérica, Europa, Asia y Oceanía, los chicos de Versalles aterrizaron en Chile con el prestigio ganado en 10 años de historia y con cuatro discos editados. A pesar de los 50 minutos de retraso, los asistentes olvidaron la espera y respondieron con gritos y saltos apenas el vocalista Thomas Mars, los guitarristas Christian Mazzalai y Laurent Brancowitz y el bajista Deck D’Arcy aparecieron sobre el escenario.
Con los cuatros integrantes instalados en línea, más el baterista Thomas Hedlund y el tecladista Robin Coudert en la parte posterior, el show de los franceses comenzó bien arriba, con «Lisztomania», «Lasso» y «Long Distance Call» dando los primeros golpes bailables a la fanaticada y con Mars acercándose a la reja para cantar junto al público. Una relación que al final de la noche tendría su punto más memorable.
Con un juego de luces que a ratos provocaba un ambiente íntimo, y en otros entregaba la sensación de estar en una presentación al más puro estilo Daft Punk, la banda no paró de demostrar su calidad musical, llena de sonidos frescos y suaves, alimentando el entusiasmo de los asistentes que durante todo el concierto fueron cómplices de una velada intensa, que llevó al vocalista a asegurar, con convicción, que el público presente en el recinto ha sido el mejor que han tenido.
Y si los franceses querían dejar tranquilos a sus incondicionales, quizás como un desquite de su primera vez en 2007, no dejaron afuera lo más destacado de su repertorio, que incluyó un arrollador set con «Too Young», «Run Run Run», «Consolation Prizes» y «Rally».
El recinto capitalino completamente lleno ofrecía una postal perfecta para una presentación que, a pesar de su corta duración -poco más de 80 minutos-, fue cálida y potente. «Funky Squaredance» cerró la primera parte del show y, tras un pequeño descanso, Mars y Mazzalai volvieron al escenario para presentar una íntima sección, en la cual ambos se posicionaron entre el público y el escenario e interpretaron «Countdown», «Everything is Everything» y el cover de Air, «Playground Love», todos coreados por los fanáticos.
Luego, con todos los músicos en escena, los agrupación europea comenzó a cerrar su show en Santiago con uno de sus primeros éxitos, «If I Ever Feel Better», en el cual Mars aprovechó la emoción y se subió a uno de los parlantes laterales dispuestos en el escenario.
Tras ello, la entusiasta «1901» finalizó la presentación de la banda, y ya cuando sonaban sus últimos acordes, el vocalista tomó su micrófono y emprendió un recorrido hasta la reja que lo separaba del público, la traspasó, caminó sobre uno de los palcos y se lanzó sobre el público, en un stage diving memorable que lo llevó de vuelta al escenario, mientras los demás músicos seguían tocando.
Un cierre impecable para una presentación impecable. La agrupación francesa cumplió con un show preciso y correcto, logrando una agradable complicidad junto a su público chileno, que esta vez sí pudo disfrutar en solitario la calidad indiscutida de Phoenix.
GALERÍA DE FOTOS
Phoenix | Teatro Caupolicán | 17.11.2010
Setlist
– Lisztomania
– Lasso
– Long Distance Call
– Fences
– Girlfriend
– Armistice
– Love Like a Sunset
– Too Young
– Run Run Run
– Consolation Prizes
– Rally
– Rome
– Funky Squaredance
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– Countdown
– Everything is Everything
– Playground Love
– If I Ever Feel Better
– 1901
Yo fui al concierto y de verdad estuvo genial. Phoenix es una de las pocas bandas actuales que no necesitan un arreglo de voz para sonar bien ya que Thomas Mars tiene un talento innato. Claramente se reivindicaron con el público chileno.