Continuando con las tocatas de celebración de los 20 años de la Batuta, el ya clásico local ñuñoíno ofrecía una dupla de punk con dos de las agrupaciones más destacas del estilo: Los Peores de Chile, liderados por Pogo, y Fiskales Ad-Hok, grupo de dilatada trayectoria dentro del circuito punk nacional, formado a mediados de los ’80.
Pasadas las 12.30 de la noche, ya madrugada del sábado, Pogo, guitarrista, voz y líder de Los Peores de Chile sube al escenario para ser recibido ente aplausos en un local a su máxima capacidad. El conjunto repasó temas de sus dos placas editadas en los ’90, su homónimo de 1995 y Trece mordisco de Amor (1997). El puntapié inicial lo dieron con el instrumental “Accidente en la Ruta 5”, seguida de “Oh, Cielos, Rock & Roll”, y “Función Nocturna”, más su nuevo corte “Magdalena”, para luego escuchar los sonidos de la armónica y arrancar con “Cicciolina”, desatando el fervor de los asistentes.
Primera pausa, para volver con “Gil del año” y continuar con la rapidez de “Malos, malos, malos”, calmar el ambiente con “Tiempo de Rosas” para nuevamente lograr otro momento álgido con su himno “Síndrome Camboya”, con todos cantando. Empiezan a despedirse con “Hollywood Boulevard”. “La última”, nos anuncia Pogo, para cerrar definitivamente con “Resaca de amor”.
Tras 20 minutos, Álvaro España, voz de Fiskales, aparece en escena para agradecer la concurrencia: «¡es muy especial para nosotros tocar con los Peores, por nuestra historia en común”, dijo el vocalista; esto debido a que Pogo formó parte de la agrupación en sus inicios.
“Lindo momento” es el tema escogido para partir, provocando de inmediato los primeros bailes y adrenalina del público cercano al escenario, lo que se intensifica aún más con “Odio”. Los Fiskales son una de as bandas pioneras del punk en Chile, y cuentan con una buena legión de fieles seguidores, lo que se podía apreciar cuando los presemtes coreaban prácticamente todos los temas.
“Mi cadáver”, de su última producción original, suena poderosa, para seguir con la contagiosa “Gordo”, y retomar las revoluciones con “Caldo e’ caeza”, en el cual era posible observar a fans llegando al escenario, para luego lanzarse entre el público, lo que se repitió casi toda la noche.
“Río abajo” incluye un discurso de parte de España y compañía contra las represas, y suenan a continuación tres temas seguidos de Fiesta (1998): “No estar aquí”, “Eugenia” y “Carlitos Jesús”. El cover “La cultura de la basura” es una muy buena versión del clásico de Los Prisioneros, muy aplaudida. “¿Cómo la están pasando cabros?”, pregunta su frontman, para de inmediato recibir una ovación.
Ya cerrando, suena la clásica “El cóndor” de su disco homónimo de 1993, pedida desde temprano, para ya terminar la velada con el himno “Ranchera”, convirtiendo en una fiesta a la Batuta, no sin antes interpretar un último tema: “Anarkía, rebelión”, aquel corte que nunca han grabado de manera oficial en ninguna producción.
Casi tres horas de energía a full: el punk rock en su mejor expresión junto a dos grandes exponentes nacionales.