En los últimos años, Chile se ha transformado en una para obligada en las giras de Europe. Luego de su debut en el país en 1990, cuando formaron parte del Festival de Viña del Mar -y tras el receso que los mantuvo alejados de los escenarios durante casi una década-, la banda sueca volvió a tierras nacionales en 2009 para presentar su disco Secret Society (2006), ocasión en la que repletaron el Teatro Caupolicán.
Al año siguiente, Joey Tempest (voz), John Norum (guitarra), John Levén (bajo), Mic Michaeli (teclados) e Ian Haugland (batería), volvieron a presentarse frente a un lleno total en el recinto de San Diego, esa vez para mostrar su placa Last Look At Eden. Y ahora, los suecos aterrizaron en el Movistar Arena en el marco del Bag of Bones South America Tour, el cual una noche antes ya los había llevado a Antofagasta.
A pesar que el arena del Parque O’Higgins no lucía lleno, cerca de cinco mil almas se congregaron para disfrutar del show preparado por Radio Futuro, con motivo de su aniversario 23. Antes de la presentación de Europe, pasaron por el escenario del Movistar Arena los nacionales H-SUR y los argentinos Dios Salve a la Reina, que deleitaron a los asistentes con sus tributos a Rush y Queen, respectivamente.
A las 22:00 horas en punto apareció en escena el productor nacional y conductor de radio Hernán Rojas, quien actuó como maestro de ceremonias, y presentó al quinteto sueco.
«Rich to rags», canción que abre su última placa, Bag of Bones, también fue la encargada de abrir el show. Sin embargo, fue recibida tibiamente por los asistentes, al igual que «Not supposed to sing the Blues» y «Firebox», que pertenecen al mismo álbum. Pero a Joey Tempest no le importó. Lleno de energía, el vocalista comenzó a recorrer cada uno de los espacios del escenario mientras sonreía y bailaba con el pedestal de su micrófono, animando a los fanáticos de las primeras filas y también a los que se encontraban en las plateas.
El clásico «Superstitious», perteneciente al disco Out of this world (1988) encendió el ánimo del público, que coreó la canción de principio a fin. «¡¿Cómo están, Santiago?!», fueron las primeras palabras que el cantante de 49 años dedicó a los fanáticos y que dieron paso a la poderosa «Scream of anger». Gracias a su intenso ritmo, una perfecta ejecución por parte de John Norum y compañía, y la impecable voz del líder de la banda, la canción de 1984 fue otro de los temas más celebrados del show.
La misma potencia se repitió en «No stone unturned», una especie de canción-himno para no rendirse, que junto a los bellos arreglos en teclados a cargo de Mic Michaelim y al mismo Tempest en guitarra, logró emocionar a algunos fanáticos como si se tratara de una romántica balada.
Los «Olé, olé, olé, olé, Europe, Europe!» no se hicieron esperar y el cantante sueco agradeció inmediatamente el cariño de los chilenos. «¡Eso fue hermoso! Es bueno estar de vuelta en Santiago, ¿no? Gran público, gran ciudad», aseguró, y luego de presentar oficialmente el último disco del grupo, interpretaron otro tema de la placa: «Demon head».Le siguió la primera rock balad de la noche: «New love in town»,
«Creo que hay algo de espacio para la nostalgia… Canten conmigo, por favor», dijo Tempest minutos más tarde, para dar paso a su hit «Carrie» de 1987, cuando ya se cumplía una hora de show. Las luces bajaron y uno que otro encendedor se prendió dentro del arena para aportar a la íntima y romántica escena que se estaba creando. Obviamente, el tema fue cantado por cada uno de los asistentes, sin importar que fuese una pareja o un rudo rockero de pelo largo y chaqueta de cuero. Los clásicos no discriminan.
Una de las sorpresas de la noche fue otro clásico de la banda, el cual fue introducido nuevamente por Tempest, quien rompiendo con el protocolo confesó: «¡Qué diablos!, vamos a hacer algo especial para ustedes, algo que no hemos tocado hace tiempo, y es porque nos han apoyado desde siempre». Y así sonó «Cherokee», interpretada por un Joey Tempest que lucía una bandera chilena al hombro y que no paraba de gritar «¡Lo estamos pasando la raja!», antes de dar paso a otro himno de la banda: la energética «Rock the night».
Se cumplía una hora y media de presentación, cuando llegó la primera pausa de la noche, que rápidamente provocó los gritos y silbidos del público, que exigía más canciones de Europe.
Los ritmos oscuros y potentes de «Last look at Eden» trajeron de vuelta a los cinco músicos, que fueron recibidos con aplausos de los devotos chilenos que ya comenzaban a prepararse para el cierre definitivo. No podía ser de otra manera: «The final countdown» del disco homónimo de 1986, hizo saltar, cantar y disfrutar a todos los presentes.
A pesar de que para muchos Europe es sinónimo de hits ochenteros, los suecos demostraron una vez más que sus últimas creaciones reviven ritmos de otras décadas, pero con una clara mirada hacia el futuro. Si bien las canciones de Bag of bones no fueron coreadas por cada uno de los asistentes, sí sorprendieron por la potencia y la perfecta ejecución de los músicos. A pesar de sus años y de sus glorias pasadas, Europe es mucho más que nostalgia.
GALERÍA DE FOTOS
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Europe | Movistar Arena | 26.09.2012
Setlist
1. Riches to Rags
2. Not Supposed to Sing the Blues
3. Firebox
4. Superstitious
5. Scream of Anger
6. No Stone Unturned
7. Demon Head
8. New Love in Town
9. Bag of Bones
10. Girl From Lebanon
11. Carrie
12. Love Is Not the Enemy
13. Let the Good Times Rock
14. Doghouse
15. Cherokee
16. Rock the Night
Encore:
17. Last Look at Eden
18. The Final Countdown
Hola Ethel, gracias por la observación. Ya hicimos la corrección. Saludos
Hola, bueno el artículo sobre el show de Europe en el Movistar Arena, solo corregir la edad de Joey Tempest, es 49 y no 59, ligero error de tipeo de 10 años.
Eché de menos la intimidad del Caupolicán. Por momentos veía a las minas sentadas canción tras canción, con cara de “y cuándo tocan Carrie” (lejos el peor tema del grupo, el único malo para mi gusto), mientras pasaban uno tras otro excelentes canciones y potentísimos temas de rock and roll.
Personalmente disfruté de la potencia de este grupo. Uno de mis favoritos. Scream of anger, Firebox, Riches to Rags, Love is not the enemy, uf, una serie de temas muy, pero muy rockeros. Làstima por quienes no lo disfrutaron, pero para la próxima, de vuelta al Caupolicán, donde hay mejor atmósfera y por último va más gente fanática del rock, que disfruta este tipo de música, independiente de que conozcan poco o mucho a una banda.