Familea Miranda es un producto chileno de exportación no tradicional. El trío conformado por Rodrigo “Katafú” Rozas (guitarra/voz), Milo Gomberoff (bajo/voz) y Alex Ferré (batería) se encuentra radicado en Barcelona desde 2006. Desde ese lugar han dado a conocer su rock de toques experimentales, con una gran recepción y docenas de presentaciones en Alemania, República Checa y Francia.
Con cuatro placas editadas hasta la fecha –Familia Miranda (2001), Ferguson (2003) Ensayo ≠ error (2006), Dramones (2010)- y un nuevo álbum ya en camino, la agrupación visita una vez más la tierra que los vio nacer para descargar su música, en una intensa gira llamada Radiopharm Tour 2014, que los llevará a recorrer el país desde Arica a Valdivia, en un total de 14 conciertos a lo largo de casi un mes.
Horas antes de comenzar el primer compromiso de la gira, la banda conversó con RockNvivo en el céntrico local El Clan (Bellavista), refiriéndose a esta nueva gira por Chile, su historia, el rock chileno, su próxima placa y más.
PREGUNTAS Y RESPUESTAS CON FAMILEA MIRANDA
– Para quienes no sepan mucho del grupo, ¿podrían contar la historia de la banda brevemente?
Katafú: La banda partió en 1999, con una formación bastante distinta a la actual. Estábamos Milo y yo, había un tecladista, Chris, otro guitarra, Cabro Perro que venía de Políticos Muertos y otro batero. El primer show que realizamos fue en una fiesta hippie en Pirque, que se llamaba Pirquestock, ahí fuimos a dar jugo. En ese tiempo vivíamos con el baterista, en una casa, donde estaba también la sala de ensayo y nos juntábamos a improvisar con sustancias anexas. Hubo hasta un trompetista también. Después entró otro trompetista, que había tocado en Pánico, incluso Roberto Denegri, que era productor, también estuvo como trompetista.
Las piezas luego se ordenaron. Quienes solo venían a improvisar se fueron, nos armamos mejor. En el primer disco (2001) éramos cinco integrantes. Ese mismo año realizamos la primera gira a Europa, más que nada motivados por el camino que habían abierto los Fiskales Ad-Hok y La Floripondio a fines de los ’90. La misma persona que los ayudó en esa gira nos invitó a tocar a Alemania, y (lo que vimos) allá nos voló la cabeza. Lo que experimentamos en esos 3 meses fue increíble. Llegamos con la idea de empezar a nosotros mismo montar los shows, e invitando a otras bandas.
– ¿Nunca se sintieron o formaron parte de un circuito de bandas acá en Chile?
Milo: En general, esas cosas se hacen entre amigos. Y la verdad aquí nunca fuimos parte de un circuito.
Katafú: Como que nos inventamos un circuito para nosotros y empezamos a invitar a otra gente. En Europa vimos que los shows no eran necesariamente en un local, en bares ni discos, sino que también se realizaban en centros sociales ocupados o en casas, donde a la banda que tocaba le daban desde comida a cerveza, incluso había un lugar para dormir, cosa que en Chile no se hacía por esa época a nivel underground, y esto comenzamos a implementarlo en Chile. Hacíamos de todo: desde montar el sonido, ir a buscar a las bandas, cocinar, hasta cortar los tickets. Un circo pobre total.
Vinieron más cambios en la banda y en 2002 nos quedamos como trío, y el formato se nos hizo más fácil de llevar, en cuanto a relaciones humanas, a locomoción, etc.
– Y lo de radicarse fuera de Chile en 2006, ¿parte como idea tras esa primera experiencia europea?
Katafú: Sí. Cuando hablé con el Milo, terminando la primera gira, fue como “hueón, no quiero volver a Chile, ¡lo estoy pasando muy bien!”. Allá se pueden hacer cosas al margen de lo establecido; bueno, igual comparo peras con manzanas, las realidades eran muy distintas. El contraste era muy fuerte entre lo que veías y podías desarrollar como grupo y persona en Europa, y luego al volver a Chile, todo era opuesto. Allá hicimos shows con artistas que ahora son conocidos en Chile, como Gepe y Javiera Mena, que tocaron en conciertos que organizamos nosotros y los invitamos a tocar.
Milo: Fuimos a Barcelona, más que nada, porque mi cuñada vivía ahí y era el lugar donde podíamos llegar. Yo me fui con mi familia para allá, después llegó Katafú. Fue bien al azar la elección, la verdad. Bueno, igual nos ayudó el idioma y el estar cerca de otros lugares, pero nos fuimos sin pensarlo mucho, la verdad. Nuestra primera idea era radicarnos en Alemania, en Hamburgo. Ya han pasado 8 años, tenemos una banda distinta a la de ese momento, y estamos tocando hace 2 años con Alex (batería).
– Alex, ¿qué tal la experiencia de ser parte de Familea Miranda?
Alex: Ha sido muy agradable, la verdad. Yo he tocado en muchas bandas pero nunca había vivido lo que es girar y tocar tanto. Yo había hecho giras de 4, 5 días. Con Familea realizamos giras de semanas, un mes, como ahora por Chile. Para mí, es muy emocionante e intenso. Aparte, he aprendido un montón, porque están tan locos musicalmente que me hacen exprimir el cerebro (risas).
– ¿Cómo se genera el proceso de composición en Familea Miranda?
Katafú: En la banda somos mucho de improvisar y eso como que se fue acabando de a poco… a lo mejor porque Milo dejó de fumar marihuana (risas). Pero todavía, algunas veces llega con una idea y esta se lanza en el ensayo, lo que suena en el momento. Alex puede tirar un ritmo, yo puedo tocar una nota, alguien se equivoca, y de ese error puede nacer algo colectivo. Hay nuevos temas que compusimos así.
Milo: Es un poco así, pero en general las ideas que trae cada uno son bastante masacradas por todos. Hay un odio musical permanente en la creatividad de los compañeros. Todos se imponen, queda la cagá (risas). Yo definiría la composición como una especie de “cadáver exquisito” que luego se va amalgamando y va tomando forma.
– La música de la banda es mayormente instrumental, pocos temas presentan letras. ¿Qué tiene que tener de especial una canción de Familea Miranda para contener líricas?
Katafú: Es buena pregunta… (silencio). Es raro, a mí me pasa en lo personal que tengo problemas para escribir, no lo hago regularmente. Antes lo hacía más, pero hoy soy más de estar frente al computador. Me empecé a concentrar más en la música. Milo es más de escribir cosas, siempre anda con papeles arrugados por todos lados. Él ha sido el principal letrista en el último tiempo. Solo una vez yo escribí una letra, y la juntamos con la de Milo, pero fue un caso bien puntual.Milo: Ahora tengo un iPad donde escribo y creo que terminará arrugado por ahí también (risas). Hablando en serio, sí, es bastante instrumental la banda, y las letras son bastante importantes en algunas canciones, pero las trabajamos más para tocarlas en vivo quizás. En general, el trabajo duro, lo que armamos, es la música.
– Alex, ¿te has animado a cantar?
Alex: En algunas canciones hago coros, pero son mínimos, ¡es que yo canto fatal! Chillo como un cerdo (risas).
– Estando en España hace ya ocho años y volviendo a Chile más o menos cada dos años a realizar shows, ¿cómo ven la escena musical nacional en el último tiempo?
Milo: En Chile para ver bandas interesantes, en general, hay que ir a los conciertos. Lo que sale en televisión o lo que tenemos al alcance en España, no son lo más importante o lo que nos pudiera gustar realmente. No sabemos en forma muy vasta lo que ocurre acá. Lo que vemos es que hay cierta tendencia a seguir al que le va bien, o copiar al que le va bien, e irle bien a alguien es vivir de la música, ser taquillero y ser una persona atractiva. Eso como que va en desmedro de la música. Por ejemplo, sale un cantante con guitarra, salen muchos parecidos y tratan de ser todos de la misma onda. A mí me gusta que la música se comparta. Ese fenómeno lo encuentro un poco “rasca” a veces, creen que la música es un fenómeno en el que van a tener éxito dentro de este sistema, que no tiene nada que ver con la música. Desde España, hemos visto que han pescado mucho el pop chileno. A mí no me gusta mucho, en realidad.
– En Chile hay un proyecto de ley actualmente, que busca la emisión de un 20% de música nacional en las radios. ¿Saben de esto?, ¿qué les parece?
Milo: Me parece mal que se tenga que hacer una ley para pasar cierto tipo de música en radios. A mí no me gustan las leyes en general, creo que son cosas que deciden un ente o una institución, y debería haber una libertad para hacerlo. Si las radios no quieren tocar música chilena es porque no les gusta o no les conviene, no sé. ¿Quiénes son los que escuchan esas radios? ¿Quiénes las dirigen? No me importa que exista o no la ley, si no quieren emitir cierto tipo de múscia en las radios, ¡habría que quemarlas! Nunca las leyes me han parecido una solución, porque hace que la gente tenga que comportarse por imposición (…) En Barcelona, por ejemplo, hay unas cuantas radios independientes que son perseguidas por el Estado, que ponen música de puta madre y que las han tratado de cerrar miles de veces.
– Recientemente liberaron un nuevo tema, “Bon Preu” (“Buen Precio” en catalán). El nuevo disco, ¿viene en una orientación parecida a este sencillo?, ¿en qué proceso está el nuevo álbum?
Katafú: No sé si esa canción defina mucho al disco. Te podría decir que es el primer disco que podríamos tocar completamente en vivo. Son 10 canciones y, de hecho, hay una que aún cuesta un poco ensayar y tocar, pero lo haremos. Eso es novedoso para nosotros, siempre hemos experimentado en el estudio.
Milo: El nuevo disco viene variado. Hay algo de “Bon Preu” en muchas canciones. Estará afuera yo creo en enero o febrero de 2015. Cuando lleguemos a Barcelona nos enfocaremos en terminarlo.
– En esta nueva visita, se estarán presentado en 14 fechas por Chile, desde Arica a Valdivia. ¿Qué sorpresas habrá en la gira y cuáles son sus expectativas?
Katafú: desde la última vez que vinimos, en 2012, ésta es la gira de la cual más se ha hablado. Hemos tenido la oportunidad de trabajar con Sudamerican Records, siempre es bueno tener una organización detrás que te ayude. Muchos amigos también nos han ayudado. Espero que a los shows vaya la mayor cantidad de gente posible, y estamos replicando lo que hacemos en Europa, que es salir mucho de gira. Siempre se dice que en Chile es tan difícil viajar. A ver qué tal resulta todo. Si en las ciudades donde tocaremos hay interés, excelente.
Alex: Ésta es mi primera vez en Chile. Tenía muchas ganas de conocer el país. Mi padre es chileno, así que tenía la espinita de conocer. Ha sido una sorpresa poder venir y qué mejor que con la banda, que es lo que disfruto.
Milo: Queremos respirar el aire de cada lugar, y probar los platos típicos de cada zona (risas). ¡Nos vemos en la gira!
Más información en www.famileamiranda.com
¿Y la pregunta sobre la independencia catalana? ¿y su percepción de la famosa crisis española?… Aguante Supersordo!!!!
Mortal la banda, que avisen cuando pasan por la IV región.