La primera versión del Festival Frontera se perfilaba como una apuesta distinta, mezclando géneros que no muchas veces tienen cabida en los espectáculos masivos. Los tres escenarios que se extendieron a lo largo de todo el Club Hípico de Santiago buscaban mezclar lo mejor de la música nacional con grandes referentes del continente. La intención existió, las ganas se notaron, pero los constantes problemas en la producción hicieron que factores anexos se convirtieran en los protagonistas.
La jornada se iniciaba a las 12:00 horas del sábado 9 de noviembre con largas filas por las calles colindantes, lo que pronosticaba una gran convocatoria. El inicio de las bandas se retrasó una hora, lo que afectaría considerablemente el orden en los shows. Mientras Gufi recordaba su fugaz éxito en el Escenario Transistor, MC Billeta hacía gala de su talento frente al micrófono con vertiginosos freestyles. La nueva promesa del Hip Hop chileno marcaba presencia en las tablas del Panamérika, el mismo que ocuparía horas más tarde Tiro de Gracia.
La reunión de Zaturno, Juan Pincel y Lenwa Dura era uno de los hitos más esperados de este festival. Lamentablemente, el sonido no estuvo a la altura de la cita y el público que se encontraba más alejado de las primeras filas no escuchó absolutamente nada. De todas formas, Tiro de Gracia intentó salvar el momento con clásicos de su disco Ser Humano, el cual (en teoría) tocarían a cabalidad. Parte del set estuvo compuesto por«Ser Humano», «El Juego Verdadero», «Corsario Universal», «Viaje Sin Rumbo», «Sombras Chinescas» y «Chupacabras», además de «Nuestra Fiesta» junto a Tea Time, vocalista de Los Tetas. Muchos quedaron en deuda, depositando sus esperanzas en lo que sucederá el próximo 12 de diciembre en el Teatro Caupolicán cuando la banda nacional tenga su segunda chance.
Jorge González esperó que la banda española L.A finalizara con su show para dar paso a lo que sería un desfile de hits: «Para Amar», «¿Por qué no se van?», «Concepción», «Fe», «Sudamerican Rockers», «Pa pa pa». Todos coreados, de principio a fin. Y en su estilo, aprovechó la oportunidad para evidenciar aún más los problemas de producción. Un número que no falla nunca y que reafirma el ideario de una generación, que parece no haber sido convocada a la jornada musical.
Mientras Los Tetas imponían fiesta por un lado, Ana Tijoux daba una cátedra en el Pepsi Stage. La ex Makiza hizo un recorrido por su carrera solista, además de recordar pasajes de su vieja agrupación. El marco de gente no fue menor, teniendo en consideración que «competía» en ese horario frente a Manuel García. Chico Trujillo lo secundó, transformando el escenario principal en una gran celebración, con tintes andinos y de mucha cumbia.
Molotov serían los responsables de poner la cuota de rock. El cuarteto mexicano imprimió energía con canciones como «Amateur», «Chinga Tu Madre», «Perro Negro», «Voto Latino», «Gimme The Power», «Frijolero» y «Hit Me», para terminar con su broche de oro, «Puto».
Alain Johannes siguió con los riffs más pesados. El chileno radicado en Estados Unidos se presentó por primera vez con banda, otorgándole tintes más pesados a su presentación. El apoyo instrumental a cargo de los hermanos Foncea y Roberto Trujillo no desentonó en ningún momento, llevando de gran manera los temas de Eleven y de su corto recorrido como solista. El horario y la temperatura, que a esas alturas de la noche había bajado bastante, hicieron que la convocatoria no fuera masiva. «All My Friends», «Crash Today», «Nature Wants to Kill Me» y «Why» fueron las canciones escogidas del catálogo de Eleven, banda que formó junto a su esposa Natasha Shneider y Jack Irons. Mientras que de Spark (2010) citó a «Endless Eyes», «Make God Jealous» y «Return to You». Como grandes bonustracks se lucieron «A Trick With No Sleeve», directamente de la banda sonora de Sound City, y «Hangin’ Tree» de Queens of The Stone Age.
Los Fabulosos Cadillacs harían su aparición pasada las 00:30 de la madrugada, mientras que gran parte del público se retiraba de las inmediaciones. Pero pareciera que los éxitos de los trasandinos tuvieron un efecto amnésico en los presentes, dejando a un lado cualquier circunstancia. «El Muerto», «Los Condenaditos», «Demasiada Presión», «Calaveras y Diablitos», «Sábato», «Siguiendo la Luna», «Carnaval Toda La Vida»hicieron olvidar el frío a punta de enardecidos bailes. Cerraron la jornada con el cover de The Clash «Guns of Brixton», «Vasos Vacíos», «El Satánico Dr. Cadillac» y «Yo no me sentiría en tu mesa», con su coro inextinguible y que retumbaba en las gargantas de los miles que aún quedaban.
Una verdadera lástima es el hecho de que el debut en Chile de Bosnian Rainbows -el nuevo proyecto de los ex The Mars Volta, Omar Rodríguez-López y Deantoni Parks, junto a la vocalista de Le Butcherettes, Teri Gender Bender, y el tecladista Nicci Kasper- haya pasado completamente desapercibido. El grupo apareció en el escenario a la 1 de la mañana, ante un escasísimo y extenuado público.
Para no olvidar
Partiendo por la dificultad en el ingreso al recinto, pasando por los problemas de sonidos y los horarios de las presentaciones, para terminar en algo tan simple como el stock de comidas, queda la clara sensación de que hay mucho por mejorar para el Frontera Festival si se quiere instalar como un evento anual. La organización no sólo pasa por entregar una parrilla de artistas atractiva para el público, sino también por cumplir con las condiciones mínimas para que el espectáculo llegue a buen fin y el público viva una buena experiencia. Varios puntos bajos, que esperemos, sean considerados para una próxima edición.
Una sola cosa, y es un tema de productora,… estos mismos problemas se vieron en Maquinaria… y quien esta detras?,.. Tansistor…