Una simple frase cambió, en ese entonces, lo que se entendía por industria musical: Radiohead, la banda que revolucionó con sus discos experimentales, lanzó en 2007 In Rainbows, su séptimo álbum que estaba disponible «pagando lo que quieras».
El trabajo de estudio se convirtió en la primera gran producción en la que el comprador ponía el precio. Podía ser nada o podían ser millones de dólares. Quedaba a disposición de los fanáticos.
Luego de que publicara Hail to the Thief (2003), el quinteto finalizó su contrato con el sello EMI. Por ello, su nuevo álbum sería autoeditado y disponible para descargar en mp3 el 10 de octubre de 2007. Todos quienes preordenaron recibieron esa mañana el disco de 10 canciones.
El desgaste y la poca confianza con los sellos alimentó la idea del conjunto de editar su séptimo trabajo con una revolucionaria idea, catalogada por la revista TIME como «el lanzamiento más importante en la historia reciente del negocio de la música».
Además, como pocas veces ha ocurrido, el disco estuvo disponible al mismo tiempo tanto para fanáticos como para la prensa especializada, lo que también se tradujo en un acercamiento entre ambos mundos.
Sin embargo, la estrategia no fue alabada por todos. Lily Allen la llamó «arrogante» y expresó: «Radiohead tiene millones de libras, (pero) envía un extraño mensaje a las bandas más jóvenes que no lo han hecho tan bien».
Kim Gordon, de Sonic Youth, por su parte, afirmó: «El lanzamiento estaba dirigido para la comunidad, pero no estaba dirigida a sus hermanos músicos, que no venden tantos discos como ellos. Esto hace que todos los demás se vean mal por no ofrecer su música para lo que sea».
En lo musical, In Rainbows fue una buena noticia luego de Hail to the Thief. El grupo trabajó por dos años en sus 10 canciones, entre giras mundiales y un cambio de productor: desecharon el trabajo con Spike Stent y volvieron con su colaborador habitual, Nigel Godrich.
Se trata de un trabajo más personal que los anteriores, además de incluir nuevos elementos, como una mayor presencia del conjunto de cuerdas, de instrumentos electrónicos y también de Ondas Martenot.
NME escribió: «Radiohead se reconecta con sus lados humanos, dándose cuenta de que puede abrazar las melodías pop y los instrumentos adecuados, mientras aún suenan como androides paranoicos».
En 2011, Rolling Stone fue más allá y afirmó que es «el álbum más expansivo y seductor, posiblemente el más alto de su carrera».
In Rainbows también fue el disco que trajo a Radiohead por primera vez a Sudamérica, con una gira en marzo de 2009 que incluyó dos conciertos en Santiago. También actuaron en Brasil y Argentina, siendo hasta ahora la única visita del conjunto británico.