Corría el año 1974 y David Bowie se trasladaba a Estados Unidos en busca de más aventuras con su Diamond Dogs Tour. Un recorrido de tres partes que en las pausas le dio tiempo para crear su siguiente álbum. Periodo intenso que cada vez se tornó más oscuro y terminó en una nueva metamorfosis del músico británico: The Thin White Duke.
Nueva York fue su primera sede creativa para lo que sería Young Americans (1975). Ahí unió fuerzas con el productor Tony Visconti y colaboró con John Lennon, otra figura mítica. Pero no sólo eso, ya que también se convirtió en su primer trabajo junto al guitarrista Carlos Alomar, quien se convertiría en un entrañable compañero de estudio y escenarios.
Todo se daba naturalmente y David Bowie ya era una más de las celebridades que disfrutaban de su fama en Norteamérica. Una segunda gira iniciaba en esa parte del mundo con su nueva placa. Fue en medio de esto que llegó hasta Los Ángeles, iniciando lo que él definió como una «astronómica» adicción a la cocaína.
La metamorfosis de Bowie
Sus personalidades artísticas venían en constante transformación. Para 1973, Ziggy Stardust empezaba a quedar en el pasado, dando paso a Halloween Jack. Un nuevo álter ego que lideró las grabaciones del disco Diamond Dogs y que llegó a Estados Unidos para sorprender con su estética de rockstar.
Pero en su estadía en el país del norte generó cambios impensados entre 1974 y 1975. Su pelo seguía anaranjado pero se tornaba más rubio. De a poco tomaba un aspecto más formal tanto en su vestimenta como actitud. The Soul Man era este nuevo personaje, el mismo que posó para la portada de Young Americans.
El nacimiento de The Thin White Duke
El 12 de abril de 1975 fue un día clave en la metamorfosis de David Bowie.
«He rockeado mi roll. Es un callejón sin salida aburrido, no habrá más discos de rock and roll míos», afirmaba el británico en medio de un nuevo vuelco en su carrera musical.
Una nueva etapa marcada por el blanco. The Thin White Duke nacía, en un concepto polémico que a ratos se volvía fascista y nazi. Su figura delgada vestía elegante con una cabellera rubia que lo mostraba como un ser ario.
Despidió a su manager Tony Defries e inició una nueva reestructuración en su trayectoria, algo similar a lo que había hecho 5 años antes cuando echó a Ken Pitt, previo a su transformación en Ziggy Stardust. Ahora todo se volvía más decadente en la vida del músico por culpa de las drogas.
Después de un par de meses de grabación apareció Station to Station (1976). Un álbum memorable que posteriormente el propio Bowie definió como el periodo «más peligroso» de su vida, responsabilizando al consumo de cocaína de sus actos erráticos.
Ese mismo año 1976 David Bowie regresó a Europa. Puntualmente a Berlin Occidental, donde comenzó su rehabilitación y normalizó un poco sus días. Esto se refleja en su siguiente disco Low (1977), un trabajo grabado en Francia que se movió por sonidos electrónicos. Las bases de esta nueva etapa definida como La Trilogía de Berlin, que fue completada por los discos «Heroes» (1977) y Lodger (1979).
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