La odisea del Ed Force One de Iron Maiden en Chile

Cuando todo era algarabía y aún muchos fanáticos reponían fuerzas tras el show que Iron Maiden ofreció el viernes 11 en el Estadio Nacional de Santiago, la mañana del sábado 12 un accidente del Ed Force One puso la mirada de los seguidores del conjunto en Chile.

La aeronave representa un elemento importante en la historia de la banda. No sólo porque es el medio de transporte oficial de los de Londres y es piloteado por el vocalista Bruce Dickinson, sino que es todo un espectáculo su aterrizaje y también su presencia en el cualquier aeropuerto del mundo.

Fue el caso de Chile, cuya llegada fue esperada por cientos de fanáticos en el Aeropuerto Arturo Merino Benítez dos días antes del show. La particularidad es que se trata de un avión «nuevo»: es un Boeing 747-400, arrendado por la banda para la gira mundial The Book of Souls y que tiene más espacio para los equipos (20 toneladas aproximadamente), a diferencia de los anteriores que debían ser modificados.

Esta nueva joya de la banda fue estrenada el pasado 24 de febrero, en el inicio del tour mundial en Sunrise, Estados Unidos. Luego vinieron viajes por México, El Salvador y Costa Rica hasta su arribo a Chile.

Pero acá vinieron las dificultades: cuando el sábado 12 la banda se preparaba para volar hacia Argentina (actuaban el domingo 13 en Córdoba), el remolcador que llevaba al Ed Force One por la losa tuvo un mal movimiento que lo hizo girar y destruir dos motores de la aeronave. Con ello, la gira por Sudamérica debió ajustar la logística, pero en ningún caso iba a sufrir cancelaciones, según decía la propia banda.

Mientras la Doncella de Hierro seguía por Argentina y Brasil en otros vuelos y dividiendo los equipos, en Santiago se trabajaba en las reparaciones de la averiada nave. Sólo 10 días duró el trabajo en torno a los motores, un tiempo menor al que se estimaba en un principio, cuando se pensó que tomaría meses.

El trabajo en el aeropuerto santiaguino incluyó el reemplazo de los dos motores dañados. Según la agrupación, los motores pesan cinco toneladas y tuvieron un costo de cuatro millones de dólares cada uno. Como el avión fue arrendado a Air Atlanta, la banda se puso en contacto con la empresa, que ayudó con todo lo que pudo, junto con una asesoría de Boeing.

Los motores fueron trasladados desde Alemania hasta Inglaterra, y luego volaron hasta el aeropuerto de Santiago, además de un equipo de especialistas que trabajó en la reparación día y noche.

Luego de hacer pruebas con las nuevas piezas, el lunes se confirmó que el Ed Force One estaba reparado y listo para volver a volar e ir a buscar a los músicos. Este martes 22 tiene previsto el aterrizaje en Brasilia y tras el show en esa ciudad, la gira continuará con la aeronave por Fortaleza (24 de marzo) y Sao Paulo (26 de marzo), para luego trasladarse hasta Nueva York (30 de marzo) y seguir el periplo por Norteamérica.

Dickinson, tras el anuncio del regreso del Ed Force One, expresó: «La velocidad y la minuciosidad de esta operación increíblemente compleja fue impresionante y estamos muy muy contentos de que nuestro avión está de regreso… le pedimos disculpas a nuestros fanáticos de Córdoba, Buenos Aires, Río de Janeiro y Belo Horizonte que no pudieron ver el avión, pero esperamos que hayan disfrutado de los conciertos tanto como lo hicimos nosotros».