Llegó como un reemplazante al cartel del Stgo Rock City y finamente se empinó como uno de los números más dinámicos, entretenidos y rocanrroleros del cartel del Santiago Rock City: Marky Ramone, el único miembro sobreviviente de los míticos Ramones, desplegó una artillería de clásicos del punk la tarde del sábado 30 de septiembre en el Estadio Monumental, mientas una copiosa lluvia caía sobre la capital.
La fiesta comenzó desde los primeros acordes con temas como “Rockaway Bitch” y “Lobotomy”, interpretados por una joven banda soporte, que entregó nueva vida a los clásicos de The Ramones, desplegando energía y vitalidad sobre el escenario. Mención aparte para su vocalista, el vasco Iñaki Urbizu «Pela», quien posee un tono muy similar al del legendario Joey.
El punk rock de la vieja escuela se sucedía sin respiro, pasando muy rápido temas como “Psycho Therapy”, “Do You Wanna Dance”, “I Don’t Care”, “I Believe In Miracles”, «Pet Sematary” y “I Wanna be Sedated”, entre muchos otros, separados tan solo por recurrente “¡one, two, three, four!”, que era el puente entre los sencillos interpretados, pudiendo ver a la vez en cancha improvisados y pequeños mosh pits, en un reciento que a esas horas se comenzaba a repletar.
Sin duda la miradas y la atención se centraban en Marky, que sus 65 años no daba muestras de cansancio, y que con una gran sonrisa, la que se proyectaba en las pantallas gigantes laterales, dejaba en claro que lo se lo estaba pasando muy bien.
El cover de “Wonderful World» y el himno “Blitzkrieg Bop” anunciaban el término del show, de precisos 45 minutos. Mientas Marky siga en pie, el legado de The Ramones vivirá junto a él, deleitando tanto a viejas y nueva generaciones. Que no quepa duda.
Fotógrafo: Javier Valenzuela
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