El debut en Chile de la legendaria agrupación pionera del metal industrial, Ministry, fue apoteósico y con la adrenalina al tope. El show se realizó en Blondie Discoteque, recinto que al máximo de su capacidad, albergó la noche del martes 10 de marzo a uno de los shows más intensos del último tiempo.
Eran las 22:15 horas y Al Jourgensen y compañía hicieron acto de presencia en el recinto cuyo ambiente era un verdadero infierno. El show, planificado en un principio en el Teatro Caupolicán, se trasladó a la Blondie y los asistentes sabían lo que eso significaba. «Hail to his Majesty», de su más reciente placa From Beer to Eternity (editada en 2013 y supuestamente la última tras la muerte de su insigne guitarrista Mike Scaccia) dio el puntapié inicial. Un tema que vanagloria la figura de su «icónico» líder.
«Punch in the Face» trajo la potencia y desde ahí la adrenalina fluyó durante toda la presentación, con un público sediento de melodías industriales y agresión sónica, cosas que Minitry sabe entregar a la perfección. Una pantalla de fondo agregaba el elemento visual necesario: «Fairly Unbanced» no sólo dejaba de manifiesto el malestar de Jourgensen con los medios informativos, sino que también la puerta entreabierta a la primera gran masacre de la noche: «Rio Grande Blood» y «Señor Peligro», ambos tracks llenos de odio y agresión; temas abiertamente anti-Bush y pertenecientes a su trilogía iniciada con Houses of the Molé (2004), potenciada con Rio Grande Blood (2006) y finalizada con The Last Sucker 2007).
El recinto, una verdadero «sauna» a estas alturas, se potenció con la descarga sin pausas de Ministry, lo que caldeaba más el ambiente. La banda seguía albergando canciones como «LiesLiesLies» (que cae como un mazo) y «Watch Yourself». Tras la irónica «Life is Good» (canción abiertamente antibélica) llegó la dupla más letal hasta el momento, transportando a todos los presentes a ese magnífico disco de 1992, un clásico y referente del sonido industrial: Psalm 69: «N.W.O.» y «Just One Fix», las que suenan grandiosas, permitiendo que las guitarras de Monte Pittman y Sin Quirin se afilen al máximo, logrando un ambiente excepcional.
No contentos con entregar esos clásicos, la banda retrocede más aun en su extensa discografía interpretando «Thieves», de The Mind is a Terrible Thing to Taste (1989). La canción lleva el sonido de las máquinas al extremo, siendo el tema más extenso de la noche hasta el momento. La banda se retira y los cánticos pidiendo su regreso no cesan. El público exige «Burning Inside», otra de sus grandes composiciones, pero su vuelta trae la hipnótica «Khyber Pass» de influencias arábigas. Quizás no fue el tema «idóneo» para rematar la noche, pero Al Jourgensen y compañía ya se habían entregado al máximo.
Un show que cumplió con las expectativas, pero dejó en los asistentes una sensación de insatisfacción (sobre todo en cuanto a la extensión del show), tomando en cuenta que es primera vez de la banda pisaba nuestras tierras. Quienes fueron, saben que este concierto fue quizás la primera y última vez de Ministry en Chile, por lo que se sintieron parte de un momento único e irrepetible.
Fotógrafo: Roberto Vergara
Ministry | Blondie Discoteque | 10.03.2015
Setlist
1. Hail to His Majesty
2. Punch in the Face
3. PermaWar
4. Fairly Unbalanced
5. Rio Grande Blood
6. Señor Peligro
7. LiesLiesLies
8. Waiting
9. Worthless
10- Life Is Good
11. N.W.O.
12. Just One Fix
13. Thieves
14. So What
Encore:
15. Khyber Pass
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