Este lunes, Argentina lamentó una nueva tragedia causada por una bengala encendida entre el público de un concierto. Miguel Ramírez, un fanático de La Renga de 32 años de edad, falleció como consecuencia de un accidente que se hubiera podido evitar.
El 30 de abril, La Renga se presentó en el Autódromo Roberto Mouras de La Plata (Argentina) ante más de 40 mil personas. Se trataba de un espacio abierto y alguien decidió encender una bengala. Esa bengala terminó impactando a Miguel Ramírez en el cuello, causándole graves quemaduras por las que fue internado en un clínica, en donde murió nueve días después.
Esto ha revivido el drama ocurrido en Buenos Aires, en diciembre de 2004, cuando otra bengala encendida causó un incendio en la discoteca República Cromañón, que tuvo como saldo la muerte de 194 personas y más de mil heridos.
Este nuevo suceso deja en evidencia que, incluso en espacios abiertos, las bengalas en los conciertos no sólo son una pésima idea, sino que pueden ser también el detonante de un final trágico, que nada tiene que ver con el espíritu de celebración y euforia que se vive en los mejores recitales.
A raíz del incidente ocurrido en el Cromañón, en alguna ocasión La Renga ya le había pedido a sus seguidores que no encendieran bengalas en sus conciertos.
En Chile también hemos visto bengalas en algunas ocasiones. En el 2009, Los Fabulosos Cadillacs interrumpieron su show en el Movistar Arena cuando un fanático encendió una. En octubre de 2010, cuando Rage Against the Machine se presentó en el Estadio Bicentenario de La Florida, también se pudieron ver algunas bengalas encendidas entre el público. Semanas después, en el Big Metal Fest realizado en el Teatro Caupolicán, se encendió una bengala en la cancha durante la presentación de Anthrax.
Sin importar las intenciones, las bengalas encendidas en medio del público son un riesgo completamente innecesario y ya no simbolizan devoción ni fiesta. Dejemos que los artistas se hagan cargo, si quieren, de la pirotecnia.
Por favor, no sea imbécil: no lleve bengalas a los conciertos.
Asi como en 1996 IRON MAIDEN detuvo su concierto porque un pelotúo le tiró un escupitajo a Steve Harris y Blaze Baily lo apuntó con el dedo delante de todos y lo sacaron a patá en la raja por un «callejón oscuro» improvisado entre la masa, asi mismo deberían hacer con estos weones pintamonos, apagarles la weá y sacarlos del recinto a punta de patá en la raja.
NO SEA WEON!!!! no lleve bengalas a los conciertos
wena la wea
wena
ademas no se si se dieron cuenta pero en maiden este año igual prendieron una
y q mala pal loco q murio por culpa de un aweonao
pero la wea q dijo el loco el de arriba esta terrible wena «de pasa humillarian al loco q la encendio»
el loco no sabria donde meterce jajajajaja
En maiden vi varias tb D:!
Hace unos años en el movistar la Renga tambien detuvo su show por el mismo motivo, es una lastima qu este tipo de cosas pasen en los recitales de ROCK, si bien da un toque al tema no genera nada de seguridad para el publico.
hay personajes que por querer hacerse los lindos y choros hacen ese tipo de cosas, son imbecies
weones estos
Jaja, respecto a eso, recuero el 2007 para Soulfly haber acusado a un par de weones que antes dle show preparaban las bengalas para encender, el guardia se las rekiso y fue…eramos sardinas en ese sucucho y no keria perderme por ningun motivo la presentacion de Soulfly, hay ke ser muy weon!
que lastima, que por unos pocos se arruinen presentaciones tan geniales y conciertos, que por una mala decisión de llevar bengalas a los conciertos, que son terriblemente peligrosas en espacios reducidos tengamos que lamentar muertes de fans que lo unico que queremos es disfrutar de nuestra banda preferida y llevarnos un lindo recuerdo para la casa.pero no faltan los que piensasn que encendiendo una bengala se muestra devocio a la banda, es un acto innecesario y muchas veces mortal.. que pena….
Que buena columna!!!!!!!
No mas bengala porfavor!!!!!!!!!
La mejor opción es la de los Cadillacs. Interrumpir el concierto hasta que la bengala sea apagada. De paso, humillar al que la prendió y dejando en claro en el inconciente colectivo que es una imbecilidad