Para quien está inmerso en la escena de metal nacional desde sus inicios y conoce su historia, no es un secreto que Pentagram es la banda más importante del género en nuestro país; verdaderos precursores del underground criollo, formados en 1985 y que con tan solo la edición de dos demos, se ganaron el respeto no sólo de la fanaticada local, sino también de la escena internacional.
Morbid Angel, Napalm Death, Dismember y muchas otras agrupaciones han citado como una gran influencia en su música a esta banda que se separó en 1987, (con un fallido regreso en 1991), debido a la indiferencia de los medios y sellos interesados en su música.
En 2001, Pentagram renació de las cenizas para presentar un único show. La experiencia fue increíble y Anton Reisenegger, junto a Juan Pablo Uribe – pilares del conjunto – decidieron reactivar a la agrupación en 2009, tocando en el prestigioso Wacken Open Air (Alemania). Ese mismo año, confirmaron la edición de su disco debut.
El próximo 12 de abril, Pentagram se presentará en la previa al The Metal Fest, junto a los alemanes Accept y los norteamericanos de origen latino, Dia de los Muertos con un show en el cual sus seguidores podrán disfrutar de la potencia de su trabajo musical.
El guitarrista de la banda chilena – y uno de sus fundadores – Juan Pablo Uribe, habló con RockNvivo acerca de la historia de la banda, planes futuros y de su próximo show en Chile.
Preguntas y respuestas con Juan Pablo Uribe
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– ¿Qué sentimiento te produjo retornar con Pentagram, tanto en el concierto de 2001 (Reborn) como en la posterior reunión de 2009?En el 2001 fue un sentimiento muy fuerte de reencuentro con los viejos amigos y con la brutalidad del público de Pentagram. Además, en esa oportunidad estábamos un poco nostálgicos porque sabíamos que era un evento que no se volvería a repetir.
En 2009 fue distinto. Fue un golpe energético, unas ganas incontenibles de cumplir sueños casi olvidados de la juventud. Hubo una gran alegría de volver a tocar juntos; de viajar por Chile primero y sobre todo de hacer una gira por Europa. Lo más impactante era ver toda esa fuerza volcada en los escenarios, que se iba acrecentando a medida que tocábamos más y más.
– ¿Qué recuerdos tienes de la época de los ’80 del metal chileno? ¿De sus shows en el gimnasio Manuel Plaza, por ejemplo?
Todo era visceral. Sólo las ganas incontenibles de hacer cosas, de compartir y de que esto creciera lo más rápido posible. A pesar de toda la carencia que teníamos de medios y apoyo, teníamos respeto por la gente; sabíamos sortear las dificultades y lograr lo que queríamos.
El sonido era insoportable de malo, las luces y la puesta en escena precaria, pero la brutalidad era total. Aún no sé cómo muchos de nosotros salimos más o menos intactos de aquellas épocas porque era muy duro participar de todo eso y a la vez muy intenso. Yo creo que si hago un resumen podría ser una época de mucha acción, creatividad e intensidad.
– ¿Crees que los años ’80 fueron los años dorados del metal chileno, esto pese a la precariedad y falta de profesionalización de la escena?
Si lo miras románticamente podrías decir eso, pero la verdad es que la falta de apoyo y respeto en todo sentido terminó cansando a muchos grupos y músicos. Muchos de ellos emigraron, otros grupos se disolvieron y muchos músicos dejaron de tocar. Cuando miras lo que son las escenas metaleras hoy por hoy en Europa, ves que hay una gran tarea aún por realizar. Rescato de esa época las ganas de hacer cosas, sin dinero, sin medios y con mucha valentía. En ese sentido si puedo decir que fue una gran época pero no sé si fueron los años dorados.
Lo que se extraña era esa sensación en la guata de abrir un disco que nadie conocía, dejar caer la aguja de la tornamesa y disfrutar desde la ignorancia completa, el descubrir grupos desconocidos. Quizás hoy con tanta información, hemos dejado de lado esa aventura de ser cómplices de un movimiento social que se abría paso.
– Como uno de los forjadores de la escena del metal chileno, ¿cómo has visto su evolución? ¿Qué opinión tienes de la escena actual?
Hay mucho que ya está dado por sentado y no se aprecia lo que previamente mucha gente realizó para que la escena sea lo que es hoy. He visto cómo hemos pasado de una escena con mucha pasión que se desgasta por las separaciones en estilos y diferencias, chaqueteos y cahuines como diríamos acá, hasta llegar a una gran masificación de esta música, pero una fragmentación de los grupos y una pérdida de esa sensación de pertenecer a algo que estaba haciendo historia en ese momento. En aquellos años si veía caminando a un chascón con polera de un grupo, me bajaba de la micro para saber quién era y hacerme amigo. Es inevitable cuando las cosas crecen como lo ha hecho la escena actual. Aún me maravillo de ver tanta gente en los recitales y eventos que se van haciendo cada vez más masivos.
La escena actual me parece más un conglomerado de bandas que por estilo, o incluso por edad, se juntan en pequeños grupos. Me gustaría ver un poco más de colaboración entre los grupos y menos críticas. Creo que Chile posee una escena muy fuerte y eso lo pueden observar los grupos extranjeros que vienen a tocar acá.
– Ya sabemos que el título del esperado disco debut de Pentagram es «The Malefice», que se editará este año y que incluirá sus clásicos más nuevos temas. ¿Qué pueden esperar los fans de él?
¡Pentagram, Pentagram, Pentagram! Creo que eso resume el disco. Es una pieza muy autoreferente, totalmente “Old School” desde la forma que lo compusimos, lo tocamos y lo grabamos. Cero efectista, brutal y marcando algunos elementos que le dan una evolución coherente a nuestra edad como músicos. Lo más importante es que nos encanta lo que hicimos, posee esa magia que tuvimos en los años ochenta y eso era especialmente evidente en las sesiones de creación del disco que tuvimos con Anton. Y lo más importante, nos dimos cuenta de que aún queda mucha energía creativa en Pentagram para seguir brindando sorpresas. Si te gustan los clásicos, éste va a ser tu disco.
– ¿Fue arriesgado regrabar los temas clásicos, dado lo «purista» que es el metalero de la vieja escuela?
Lo pensamos mucho. Pero la verdad es que la grabación del material nuevo no anula la energía de los antiguos. Con todo, grabar de nuevo los temas era también una aventura de oír por primera vez estas canciones clásicas con la tecnología y el sonido que nos hubiera gustado tener en esa época. Es un poco un gusto que nos quisimos darnos a nosotros mismos y luego decidimos compartirlo con los demás.
– Su trabajo debut contará con varios bajistas invitados. Uno de ellos es Mauricio Peña, hermano de Alfredo «Bey» Peña. ¿Qué significó su inclusión? siempre la banda se emociona al recordarlo…
Mauricio siempre ha sido un gran aliado para Pentagram, siempre ha estado presente en los recitales y representa obviamente el gran recuerdo que tenemos por el “Bey”. Alfredo Peña fue un gran motor para nuestro grupo, una bestia indomable, un excelente músico y un aventurero como pocos he conocido en mi vida. Sus demenciales y casi surrealistas aventuras las tengo grabadas por siempre. Por eso invitar a Mauricio fue casi una obligación que nos impusimos. El hecho de incluir a antiguos colaboradores es también un homenaje a todos estos amigos que estuvieron y han estado siempre presentes en la historia de Pentagram.
– Juan Pablo Donoso (Sadism) grabó las pistas de batería. ¿Continuará con ustedes en la gira de promoción?
Por supuesto, Juan Pablo ya es parte del grupo y su inclusión ha significado un enorme impulso energético para la banda. Lo agradecemos.
– ¿Qué se viene en el futuro para Pentagram?
Buena pregunta. He aprendido a ir despacio y sin muchas expectativas. Por lo pronto descansar en que hicimos un muy buen trabajo con el disco nuevo que no tengo dudas será muy bien recibido.
Luego, giras, muchas, ojalá por Chile y Latinoamérica. Volver a girar por Europa y entrar en otros circuitos de recitales en el verano europeo. Estamos en esas conversaciones. Y se vienen algunos proyectos que prefiero mantener en secreto por ahora. Pero que van a hacer del gusto de muchos.
Muy deseoso de componer más material nuevo y ver cómo se va gestando la evolución musical del grupo. Queremos llevar nuestra música a mucha más gente.
– ¿Cuales son tus expectativas del show junto a Accept y Día de los Muertos del próximo 12 de abril en la previa a The Metal Fest?
Tocar con Accept es una gran oportunidad. Un grupo que significó para todos los metaleros de la época un referente. La idea es destruir el local como siempre ¡jajaja! y llevar la energía de algunas nuevas canciones para ese día. Es una buena oportunidad de calentar motores para el The Metal Fest. Como siempre dejaremos todo en el escenario.
The Metal Fest – La Previa
Accept – Pentagram – Día de los Muertos
Viernes 12 abril a las 20:00 horas – Teatro CaupolicánPrimeras 500 entradas: $15.000
Preventa general : $18.000Venta de entradas a través del sistema Ticketek, tiendas Falabella, Cine Hoyts y sin cargo por servicio en tienda The Knife.
Grande Pentagram CTM !!! se viene The Malefice