Con 120 minutos de show, Queens of the Stone Age demostró la solvencia, el aprendizaje y, tal vez, su nuevo camino en el cuarto show en Chile del conjunto liderado por Josh Homme, realizado en el imponente Movistar Arena, a casi cuatro años de su última visita.
Con Villains bajo el brazo, los estadounidenses volvieron al país en su momento más expuesto luego de un 2017 en el que sorprendieron con su álbum producido por Mark Ronson (productor más cercano al pop) y polémicas de Homme tras un incidente con una fotógrafa.
Con eso, los californianos presentaron un espectáculo muy distinto a los anteriores, enfocado en su repertorio más oscuro y complejo, complementado con el notable juego de luces que incluyó barras que asemejaban tubos de neón dispuestos en distintos lugares del escenario.
Tras una apertura con Alain Johannes, un aliado y casi mentor de Homme, el número principal subió al escenario pasadas las 21:30 horas al ritmo del clásico de Skatt Brothers, «Walk The Night», un himno de disco que anticipaba el estado actual de QOTSA.
Porque el conjunto estadounidense decidió relegar ese rock duro, desértico, que impactó a fines de los ’90 por una propuesta más fresca, engalanada con el sonido pop y experimental que han mostrado en los últimos cinco años. De hecho, la mitad del concierto se enfocó en sus dos últimos trabajos, …Like Clockwork (2013) y Villains, dejando el resto a piezas claves de su historia más cercanas al stoner rock.
Villains es un disco marcado por la mano más pop de Ronson. Pero frente a las dudas de los fanáticos, el grupo logró plasmar en vivo esas canciones con su habitual potencia rockera. Así, suenan mucho mejor arriba del escenario canciones como «The Way You Used to Do» y «The Evil Has Landed» que en la versión de estudio.
No hay dudas sobre el funcionamiento colectivo de QOTSA, pero desde la llegada de Jon Theodore a la batería, el grupo logró una base rítmica sólida. El ex The Mars Volta se robó todas las miradas y la gran mayoría de los aplausos, con espacios para mostrar su jerarquía en temas como «My God Is the Sun», «No One Knows» (con un solo de casi dos minutos) y «Villains of Circumstance».
No hay que apartar el trabajo de Troy Van Leeuwen, Michael Shuman y Dean Fertita, el trío perfecto que acompaña a Homme al frente del escenario. En conjunto, son capaces de entregar un repertorio impecable, con «Monsters in the Parasol», «You Can’t Quit Me Baby» y «Go With The Flow» como los puntos más altos.
Y la coronación de esta sinergia fue la aparición de Alain Johannes para tocar «Hangin’ Tree», canción que el músico chileno compuso junto a Homme para esa joya que es Songs for the Deaf (2003) y que se convirtió en un hito al ser interpretada en el recinto santiaguino por el dúo.
El final fue épico, al punto que medio en broma, medio en serio, Homme dijo al regreso del encore que Theodore se había roto la muñeca y que intentarían terminar con algunas canciones. Y ese par fue «Regular John», la intensa canción que abre su álbum debut de 1998, y «A Song for the Dead», el himno catártico que incluyó un mosh en medio de la cancha.
Los californianos llegaron con una interesante propuesta, una frescura que se agradece al momento de disfrutar un concierto. Aunque los puristas puedan desear que QOTSA se mantenga fiel a su esencia, de vez en cuando es bueno dar un respiro. En este caso fueron los buenos de la película, no los villanos.
Fotógrafo: Carlos Müller
Queens of the Stone Age | Movistar Arena | 21.02.2018
1. If I Had a Tail
2. Head Like a Haunted House
3. Monsters in the Parasol
4. My God Is the Sun
5. Feet Don’t Fail Me
6. The Way You Used to Do
7. You Can’t Quit Me Baby
8. No One Knows
9. The Evil Has Landed
10. I Sat by the Ocean
11. Hangin’ Tree (con Alain Johannes)
12. Domesticated Animals
13. Make It Wit Chu
14. Smooth Sailing
15. I Appear Missing
16. Villains of Circumstance
17. Little Sister
18. Go With the Flow
Encore:
19. Regular John
20. A Song for the Dead
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