En más de dos décadas, Roger Waters ha recorrido el mundo mostrando en primera persona las creaciones que realizó en Pink Floyd. Pero este 2016, el británico decidió volver al estudio para registrar su nuevo álbum.
Amused to Death (1992) es el último trabajo de estudio firmado por el bajista, aunque en 2005 lanzó una ópera basado en otros textos. 25 años de espera que pronto podrían terminar.
Waters adelantó a Rolling Stone que el trabajo (que sería editado el próximo año) será promocionado en una gira en la que combinará material de Pink Floyd con sus nuevas canciones.
«Me he enamorado profundamente. Así que este disco realmente trata sobre el amor, aunque de hecho, todos mis discos son sobre eso», dijo a la revista.
«No es sólo una meditación sobre por qué se está matando a los niños. También es una reflexión de cómo tomamos estos momentos de amor y cómo dejamos que el amor brille en el resto de la existencia y en otros», agregó.
El músico trabaja junto a Nigel Godrich, histórico productor de Radiohead, en su nuevo álbum. Ambos se conocieron en 2015 cuando el ingeniero lo ayudó en The Wall Live, el registro en vivo de la gira mundial de Waters.
Ambos se han reunido en Londres y Los Angeles, y volverán a las sesiones en noviembre. Como dato anecdótico, Waters confesó que nunca ha escuchado un álbum de Radiohead producido por Godrich, que también ha trabajado con Beck, Travis y Paul McCartney.