El nuevo show de Sepultura en nuestro país esta vez revestía un carácter especial, puesto era la primera vez desde 2003 que la banda se presentaría con un concierto propio, lo que permitió disfrutar de un repertorio mucho más extenso que ocasiones anteriores, algo que sus fanáticos locales esperaban desde hace tiempo, los que llegaron en gran número al Teatro Cariola la noche del sábado.
Los nacionales Nad Sat y Dezaztre Natural fueron los encargados de abrir el show, cada uno con cerca de 30 minutos de presentación: los primeros con una propuesta groove metal muy arraigada en el sonido de los ’90, mientras que los segundos llevaron la estridencia y potencia del thrash crossover, siendo ambos un buen “aperitivo” para el plato principal, mientras el público comenzaba a llegar al recinto.
Con algo de retraso en los tiempos según el horario fijado, finalmente las luces se apagan pasadas las 21.30 horas, el telón se abre y bajo una luz roja que tiñe el escenario aparece el cuarteto conformado por Derrick Green (voz), Andreas Kisser (guitarra), Paulo Jr. (bajo), y Eloy Casagrande (batería), desatando una ovación para arrancar con dos golpes al mentón de su nueva placa Machine Messiah, “I Am the Enemy” y “Phantom Self”.
“Kairos”, tema homónimo su álbum de 2011 calma en algo las aguas, para que Derrick anuncie el primer gran clásico dela noche, sonando “Desperate Cry” de Arise (1991), de su etapa con los hermanos Cavalera, la que llevó el caos en el público, creando el primer gran mosh pit de la jornada.
El concierto estuvo muy bien diferenciado: los nuevas composiciones, que en su mayoría nutrieron el setlist con temas de Machine Messiah, con sencillos como el homónimo, “Sworn Oath” y “Resistant Parasites” entre otras, no producían mayores sobresaltos, no así canciones de su etapa con Max e Igor, entre ellas “Inner Self” o “Biotech is Godzilla (que fue intercalada con “Policia”). Sepultura como banda tiene un punto de quiebre a partir de 1996, lo que es posible apreciar en sus shows en vivo, en el que se puede ver desde público adulto, que vibraba con los grandes clásicos arraigados más en el thrash, a uno mucho más joven, que creció con sus placas de sonidos más modernos (las que fueron aborrecidas por los fans más acérrimos, sobre todo las publicadas tras la salida de Max, como Against, Nation y Roorback).
Volviendo al show: los riffs de Andreas Kisser llevaron en gran parte el peso de las canciones, con leads y armonías que el seis cuerdas ejecutaba de forma magistral. A destacar el gran despliegue de Eloy Casagrande tras la batería, con una performance notable, entregando una potencia descomunal sobre todo a los clásicos que formaron parte de la sección final: “Territory” (con todos entonando su letra), “Refuse/Resist” y “Arise”, desatando locura total.
Tras un breve receso, Sepultura vuelve, agradeciendo el apoyo que siempre el público chileno ha brindado a la agrupación, destacando la gran escena metalera que existe en Chile, para a continuación interpretar “Sepultura Under My Skin”, convertir al Cariola en una fiesta al son de “Ratamahatta” (Con Derrick apoyando en percusión) y cerrar con la apoteósica “Roots Bloody Roots”, que abre Roots, disco que dividió a sus fanáticos allá por mitad de los ‘90, la que es hoy es parte inamovible de sus shows.
34 años de historia condensados en un concierto de poco más 100 minutos, con énfasis en su nuevo disco y en las composiciones que llevaron a Sepultura a ser una leyenda del metal, dejando felices a todos por igual: misión cumplida.
Sepultura | Teatro Cariola | 21.10.2017
Setlist
1. I Am the Enemy
2. Phantom Self
3. Kairos
4. Desperate Cry
5. Machine Messiah
6. Inner Self
7. Sworn Oath
8. Iceberg Dances
9. Choke
10. Dialog
11. Resistant Parasites
12. Biotech Is Godzilla / Polícia
13. Territory
14. Refuse/Resist
15. Arise
Encore:
16. Sepultura Under My Skin
17. Ratamahatta
18. Roots Bloody Roots
Fotógrafo: Ignacio Gálvez
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