Para el metalero nacional, cada vez que Slayer se presenta en Chile pareciera ser una cita imperdible, generándose un gran fervor, un ritual casi religioso en el que Tom Araya, cual hijo pródigo, regresa como un profeta junto a sus compañeros de banda, a realizar una misa en que el thrash más veloz y oscuro es protagonista.
La simbiosis de la agrupación norteamericana -en la que el vocalista de origen chileno es el pastor- es completa, logrando una conexión magnífica con la audiencia. Este nuevo show no fue la excepción, puesto que los fanáticos repletaron el Movistar Arena la noche del lunes 8 de mayo, coreando sagradamente cada línea de sus canciones.
La velada, denominada “Héroes del metal”, partió a tempranas horas con los locales Dekapited, elegidos como teloneros por votación popular en un concurso organizado por la producción y una radioemisora. Con su thrash de tintes hardcore, el conjunto logró encender los ánimos, mientras el público comenzaba a llegar al recinto del Parque O’Higgins.
Cerca de las 20 horas, los reformados A.N.I.M.A.L. subieron al escenario. El power trío argentino liderado por Andrés Giménez (también De la Tierra) y que completan Cristian Lapolla (bajo y coros) y Marcelo Castro (batería) en poco más de media hora desempolvaron grandes clásicos de su carrera, ofreciendo un sólido y potente show, que caldeó perfectamente el ambiente para el número principal.
Fue así como sonaron “Solo por ser Indios”, “Latinoamérica” y “El Nuevo Camino del Hombre”, entre otras, para cerrar con “Cop Killer”, cover de los norteamericanos Body Count. Giménez se mostró muy comunicativo, resaltando la unidad de los pueblos latinoamericanos y del metal realizado por estas latitudes.
La espera se hacía eterna y los minutos corrían lentamente, hasta que pasadas las 21 horas el Movistar quedó a oscuras, y se escucharon a continuación los acordes de “Delusions of Saviour” a modo de intro, desatando la locura, la que se acrecentó con la entrada de la banda y el vamos con “Repentless”, primer single de su nueva producción homónima: el mosh pit se formó de inmediato, para asaltar sin piedad luego con un clásico; “The Antichrist” , y rematar con otro tema en la misma vena “mandinga” con “Disciple”, escuchándose con fuerza el coro de “God Hates us All”.
“Postmortem” y “Hate Worlwide” terminaron el primer round, para luego recuperar fuerzas con una necesaria pausa. Tom Araya, como el buen pastor liderando esta verdadera misa del metal, se dirigió al público, que escuchó atento, para saludar y lanzar un “¡Viva Chile mierda”, dando el puntapié perfecto con un grito aguerrido y presentar así “War Ensamble”. Locura total.
“When the Stillness Comes” y “You Against You” fueron los sencillos del nuevo álbum que más tibio recibimiento tuvieron en la noche, en los que la guitarra de Kerry King llevó los riffs más lentos, pero no por eso menos pesados. Desde ese punto en adelante, solo clásicos sonarían en el concierto, los que remecieron los cimentos del Movistar Arena, con un público enfervorizado y descontrolado, que cada vez que podía formaba inmensos mosh pits en el centro de la cancha.
“Fight Till Death”, “Dead Skin Mask”, “Die by the Sword” y “Chemical Warfare” se sucedieron sin pausas, exigiendo a full a un Paul Bosptaph que cumplió un impecable papel tras la batería, aunque la figura del gran Dave Lombardo siempre se extrañará en una banda como Slayer. Por su parte, Gary Holt (Exodus) en las seis cuerdas, ya se siente a sus anchas, pero se nota un respeto a la figura de Jeff Hanneman en cada uno de los solos que ejecuta, los que tenían un sello inconfundible.
El final de la primera parte tuvo un doble combo demoledor, desplegando a la vez un nuevo telón en que apareció el logo del águila junto a dos cruces invertidas a cada lado, creando un ambiente perfecto para “Seasons in the Abyss” y la grandiosa “Hell Awaits”, con luces rojas que tiñeron el escenario, dando a todos la bienvenida al infierno.
Tras una breve pausa, la banda regresó con cuatro joyas más de su repertorio, y quizás, con el encore más brutal que Slayer haya presentado en suelo chileno: “South of Heaven”, “Raining Blood”, “Black Magic” y la grandilocuente “Angel of Death” formaron una tetralogía sublime, con un público sacando fuerzas de flaqueza ante el vendaval de riffs que se descargaron sin misericordia, con la adrenalina fluyendo a mil.
Show redondo, con un Slayer que deja en claro que queda banda para mucho tiempo más. Pese a que uno de sus pilares ya no está, la banda ha sabido sobrellevar el legado de su influencia en el metal, justamente lo que Hanneman hubiese querido, que no quepa duda de aquello. Lo que no te mata te fortalece, dice el refrán.
Slayer | Movistar Arena | 8.05.2017
Setlist
1. Repentless
2. The Antichrist
3. Disciple
4. Postmortem
5. Hate Worldwide
6. War Ensemble
7. When the Stillness Comes
8. You Against You
9. Mandatory Suicide
10. Fight Till Death
11. Dead Skin Mask
12. Captor of Sin
13. Die by the Sword
14. Chemical Warfare
15. Seasons in the Abyss
16. Hell Awaits
Encore:
17. South of Heaven
18. Raining Blood
19. Black Magic
20. Angel of Death
Fotógrafo: Javier Valenzuela
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