De a poco se iba llenando el Movistar Arena de largas cabelleras y camisetas negras con logotipos de algún clásico grupo de metal. Sin embargo, reinaban aquellas que tenían impreso un pentragrama con la palabra Slayer en el centro. Y es que el cuarteto norteamericano volvía a Chile, tras largos 6 años, en el marco de su tour World Painted Blood 2011. El chileno Tom Araya (bajo y voz), Kerry King (guitarra), Dave Lombardo (batería) y Gary Holt (guitarra, en reemplazo de Jeff Hanneman), hicieron vibrar a las cerca de 13 mil almas que llegaron al recinto.
Los encargados de abrir el show fueron los nacionales de Thornafire, a eso de las 21 horas. Con canciones como «Deconstrucción» y «Hacia la ruina de Agartha» intentaron encender a un público ansioso por disfrutar del plato fuerte. Tras una media hora de actuación, la agrupación de death metal se retiró entre tibios aplausos.
Después de varios minutos de espera, a eso de las 22 horas se apagaban las luces y aparecía en escena uno de los Big Four. «World Painted Blood» y «Hate Wolrdwide», ambas del disco que da nombre a la actual gira de Slayer, fueron las escogidas para desatar el festival de headbangs en el recinto capitalino. Las guitarras desgarraban los oídos de los asistentes, quienes coreaban a todo pulmón cada una de las canciones que interpretaba la banda.
Una pequeña pausa y Tom Araya saludaba con un «¡Hola, po!», ganándose una cerrada ovación. «¿Se van a sacar la cresta?», preguntaba el nacido en Viña del Mar, aumentando aún más la euforia colectiva, mientras Kerry King daba inicio a la potente «War Ensemble». Lombardo le imprimía velocidad a su batería y Holt demostraba porqué fue elegido para cubrir el puesto del lesionado Hanneman.
«Postmortem», del mítico Reign in blood (1986), y «Temptation», de Seasons in the Abyss (1990), seguían con la violenta fiesta desatada por Slayer. Miles de cabelleras se alzaban al viento en señal de disfrute y los mosh se desataban en distintos puntos del Arena. La gente realmente se estaba «sacando la cresta», tal y como lo insinuó Araya, quien era celebrado cada vez que hablaba en español con un perfecto acento chileno.
Las canciones se sucedían con pocas pausas entre sí. «Stain of mind», «Disciple» y la esperada «Dead Skin Mask» aumentaban la brutalidad del show. En esta última canción, el público coreó el estribillo totalmente a cappella. «Dance with the dead in my dreams/Listen to their hallowed screams», cantaron todos hasta rasgar la voz.
Tras «Not of this God», los asistentes decidieron cantarle un feliz cumpleaños a Kerry King, quien este 3 de junio cumple 47 años. Tras agradecer el gesto, Araya anuncia una sorpresa: «Mandatory Suicide», canción que no había sido interpretada en gran parte de la gira europea, comenzaba con su inconfundible riff. Un «¡Viva Chile mierda!» de Tom Araya y la furiosa «Chemical Warfare» conformaron uno de los puntos más altos de la jornada.
Más de una hora de show y el público aún tenía fuerzas para saltar y agitar las cabezas. Los solos de Kerry King eran más veloces que nunca y Dave Lombardo daba clases magistrales de cómo pegarle a los platillos. «Seasons in the Abyss» y «South of Heaven» eran presentadas como «canciones de amor» por Araya, quién aún mantiene una calidad vocal impecable, llegando sin problemas a esos tonos que tanto lo caracterizan.
De pronto las guitarras de Holt y King lanzaron un acorde al unísono, inundando todo con un sonido tan potente como profundo. La clásica «Raining Blood» estaba siendo gestada y parecía que en cualquier momento se ponía a llover sangre. El Movistar Arena parecía venirse abajo con esas 13 mil voces cantando al mismo tiempo. Así se dio paso a una de las canciones que los verdaderos fanáticos del cuarteto esperaban con ansias: «Black Magic», del disco debut Show no mercy (1983).
Había sido un show espléndido, sin errores y con una entrega total, tanto del público como de los músicos. Ya era hora de despedirse, pero no sin antes interpretar la infaltable «Angel of Death», canción que terminó por consumir las últimas energías de aquellos que agitaron violentamente su cabeza durante las 21 canciones. Ovación total para Slayer, quienes, en una hora y media de show, dieron una magistral clase de talento, brutalidad y calidad musical.
El punto negro de la jornada fue el ingreso forzado al recinto de cerca de 200 personas sin entradas, tras haber sobrepasado las barreras de seguridad en el inicio del concierto. Eso además de las dos bengalas encendidas en el sector de cancha durante «Angel of Death», acción que pudo haber resultado en un grave accidente.
Por lo pronto, Slayer tiene agendada una fecha para este viernes 3 junio en el Polideportivo de Viña del Mar, ciudad natal de Tom Araya, para luego seguir con su gira latinoamericana.
GALERÍA DE FOTOS (clic para ampliar)
Slayer | Movistar Arena | 2 de junio de 2011
Setlist
01. World Painted Blood
02. Hate Worldwide
03. War Ensemble
04. Postmortem
05. Temptation
06. Stain of Mind
07. Disciple
08. Dead Skin Mask
09. Dittohead
10. Americon
11. Not Of This God
12. Mandatory Suicide
13. Chemical Warfare
14. Ghosts of War
15. Payback
16. Seasons in the Abyss
17. Snuff
18. South of Heaven
19. Raining Blood
20. Black Magic
21. Angel of Death
quiero el video completo.
en el recital de Santiago la guitarra de Gary Holt no se escuchaba, me llama la atención que nadie lo haya comentado.
El tema 11 era el Hallowed Point y no el Not of this God
me lo perdi :( no pude ir