Luis «Tata» Bigorra se nota entusiasmado. Está en pleno proceso de finalizar los detalles de su primer trabajo solista, quizás el mayor desafío en sus casi 20 años de carrera, convirtiéndose en uno de los personajes destacados dentro de la música chilena.
Fue parte de la última etapa de Los Tetas (con quienes grabó Tómala en 2002) y luego siguió bajo el nombre de Funkattack. También fue productor de PapaNegro y Javiera Parra, además de tener trabajos ligados a lo audiovisual, siendo lo último la grabación de un videoclip de Germaín de la Fuente, el histórico vocalista de Los Ángeles Negros.
Una lista de hitos amplia que ahora lo tienen enfocado en su carrera solista y la salida de Un, dos, tres por mí, su álbum debut donde grabó todos los instrumentos y además dirigió el videoclip del single «La condición».
«Quiero que el disco sea un álbum de fotos, que muestre lo que hay hasta ahí», dice Bigorra en referencia a su trabajo, que tendrá «entre seis y siete canciones» y que pretende que esté disponible en septiembre.
Sobre Un, dos, tres por mí, de cómo han sido estas dos décadas en la música y sus múltiples proyectos habla en esta entrevista con RockNvivo.
Preguntas y respuestas
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– ¿Cómo decidiste emprender este viaje solista?Creo que lo mejor de haber hecho estas canciones para este disco es que todas fueron de la manera más espontánea posible. Hay una canción que me llevó a hacer esta grabación, fue muy significativa. Un día me desperté con un sueño, de esos con melodías y la recordé cuando me estaba levantando. Tengo las máquinas ahí mismo y apreté «Rec» apenas abrí los ojos, agarré la guitarra y pude tararear algo de eso. Seguí durmiendo y después la volví a escuchar. Es una canción en inglés, la única del disco. Me encanta la música en español, pero si sale algo en inglés a veces puedes decirlo mejor que en español. De ahí como que la percepción de cada canción fue variando porque todas tenían la misión de comunicar algo, se ocupan para decir lo que uno no dice cuando habitualmente uno está en conversaciones.
– ¿Por qué tomaste la decisión de grabar todos los instrumentos?
En primera instancia fue porque lo podía hacer. Ya tuve la experiencia de haber trabajado con bandas, lo que es bacán, pero trabajar con gente significa enfocarse solamente en la música, más allá de las personas y los egos. En este momento no tenía que lidiar con muchas cosas. Creo que fue una buena decisión, porque cuando haces eso te entiendes a ti mismo y a los demás. Es mejor retarse a sí mismo que a otras personas. Además hay un tema con la identidad que es importante, espero poder mostrar un poco más claro cuál es mi identidad. Las canciones hablan por sí solas.
– ¿Cómo describirías Un, dos, tres por mí?
El disco habla de que tú estás acá, de que lo puedes seguir haciendo bajo tus propias leyes para que sea cada vez más singular tu mensaje. Lo que expreso es el mensaje pragmático de tenerse fe a sí mismo, de levantarte, de pensar que no importa cuántas veces te caigas, te tienes que volver a levantar y seguir adelante. Cuando uno toca en bandas se te pegan ciertas mañas y ciertas cosas, pero es mejor ser uno mismo y no cómo te aceptan.
– Además de grabar todo, también estás a cargo de la dirección del videoclip del single «La condición»…
Así es, de aquí en adelante voy con todo un trabajo integral. Cuando yo hago un tema, no sólo hago la letra sino que también hago el guión del clip al mismo tiempo. En el fondo, ya nada es sólo audio, todo es audiovisual y tiene que ir acompañado de un cuento. Para poder decir eso de mejor manera, estoy con la parte audiovisual.
– Estos casi 20 años que llevas ligado a la música, ¿se ven reflejados en este disco?
Yo creo que sí, sin duda. A pesar de tener unas 30 canciones, siempre fui eligiendo las últimas cosas que fui haciendo en el proceso de maduración de la idea de sacar un disco. Fui agarrando las últimas creaciones porque creo que se fueron ajustando más a mis pensamientos de ahora. Hay que hablar de lo que estás sintiendo ahora. Han pasado muchas cosas hasta ahora.
– Dentro de esas cosas está tu proyecto Kinéticos, con música infantil…
En algún momento canté algunas canciones para unos monos animados y decidí hacer un proyecto con Vicente García-Huidobro (Akinetón Retard, Cocodrilos con Martini). ¿Qué son las canciones si no hay un por qué de contar las cosas? Fui con la idea de pensar en un mundo, dentro de la imaginación de un niño. Es como mirar a un niño y decir «¿qué estará pensando?», y eso lo veo en mi hija. Kinéticos habla de ir con la imaginación a lugares increíbles e insospechados, pero que pueden existir. El proyecto está punto de madurar.
– Y eso se suma también a otro proyecto que es Chilatin Beats, con Ankatu Alquinta…
Es un trabajo más electrónico. Esto tiene que ver más con la conexión de nuestros ancestros con los seres que habitan en el universo y que no vemos. Este trabajo está netamente comprometido con quienes sienten la vibración para poder comunicarse hacia otros lugares, partiendo por nuestras raíces.
– ¿Cómo nació la relación con Germaín de la Fuente, vocalista de Los Ángeles Negros?
Nos conocimos cuando yo estaba en Los Tetas, desde chico que los escuchaba y no tenía idea de quién era Germaín de la Fuente. Tuve la suerte de conocerlo y establecimos una amistad. Y tenemos un single, donde él hizo la letra y yo hice la música. Estamos planeando hacer una serie de shows juntos.
– En otro tema, ¿qué opinión tienes sobre el debate de la ley del 20% de música chilena en las radios?
Entre más le sirva a los músicos, mejor. Para mí que sean un 50% o un 80%, como en otros países donde es algo que impulsa y mantiene la identidad de un pueblo y no hace parecerse a otro. Ojalá que cada vez sea más y en otros medios. En la televisión no hay música nacional, no hay programas. ¿Qué es lo que es MTV ahora? La música es muy sanadora. Si no la ocupamos para ayudar a que la gente ande mejor en las calles, somos unos idiotas, porque eso es principalmente lo que hace. Ser músico en este país es un acto suicida.
¿Por qué?
Porque en esto hay que tener cuero de chancho para tener que mamarse todo lo que te tienes que mamar como músico. Digo que es suicida porque hay que estar dispuesto a perder mucho por darlo todo. Es súper noble.
Tata Bigorra – «La condición»