El pasado 14 de febrero el baterista Dave Lombardo se enteró que no podría participar de las fechas programadas de Slayer por Australia, decisión tomada a causa de sus reclamos respecto a las ganancias de la gira mundial que la agrupación de thrash metal realizó durante el 2012.
«Descubrí que el 90% de los beneficios de las giras de Slayer estaban siendo usados para ‘gastos’, incluyendo los honorarios para pagar la gestión de la banda, costándonos millones de dólares y dejándonos un 10% o menos para repartir entre nosotros cuatro. En mi opinión, ésta no es la manera en la que los negocios deberían funcionar», señala el músico en un extenso comunicado publicado en su página Facebook.
Lombardo asegura que pidió ayuda a Tom Araya (voz, bajo) para contratar auditores que revisaran el manejo del dinero, pero cuenta que se le negó el acceso a los detalles y le informaron que no le pagarían hasta que no firmara un contrato de larga duración y sin mucha claridad de cómo serían las comisiones; no le darían acceso a temas financieros y tenía prohibido hacer entrevistas o publicar comunicados sobre el tema.
También reveló que en un ensayo con Araya y Kerry King (guitarra) propusó un nuevo modelo de negocios, pero que el guitarrista de la banda le «dejó claro que no estaba interesado en hacer cambios y dijo que si quería discutir ese asunto, él buscaría otro baterista». Días después recibió un correo de los abogados diciendo que estaba siendo reemplazado para las próximas fechas en vivo.
Al igual que el caso de Bill Ward, baterista de Black Sabbath, se resolvió sustituir al músico, por lo que la sección australiana del tour tendrá en las baquetas a Jon Dette, quien ya había tocado con ellos y que actualmente también tomó el lugar del baterista de Anthrax.
Sin embargo, Lombardo dice tener «la certeza de que podemos resolver nuestros problemas, pero una vez más, pido perdón sinceramente a todos nuestros fans de Australia que gastaron su dinero esperando ver a tres de los miembros originales de Slayer. Espero verlos en un futuro».
El baterista ya se había alejado de la banda en otras ocasiones: entre 1986 y 1987 – también por diferencias económicas – y una segunda vez más extensa entre 1992 y 2002. A su salida se agrega el problema de Jeff Hanneman, quien todavía sigue en recuperación por una mordedura de araña, por lo que tuvo que ser reemplazado en vivo por Gary Holt, de Exodus.
La respuesta de Slayer
Ante las acusaciones realizadas por Dave Lombardo, Slayer no tardó en reaccionar. La banda envió un comunicado a Blabbermouth.net en el que confirman a Jon Dette como el reemplazo para su gira por Australia que comienza el sábado 23 de febrero, pero asegurando que no está de acuerdo con lo expuesto por su ex baterista.
«El Señor Lombardo llegó a la banda, a menos de su vuelo a Australia, para presentar un nuevo conjunto de términos para su contratación que eran contrarias a las que habían sido previamente acordado. La banda no pudo llegar a un acuerdo en el corto periodo de tiempo disponible antes de partir», aseguran en su declaración.
La agrupación de thrash metal agradeció a sus fanáticos australianos por «su comprensión ante este lamentable cambio de último minuto», agregando que por respeto a Lombardo no harán más comentarios sobre el tema.