KISS es una agrupación que no necesita mayor presentación. Formada en 1973 en Nueva York, es de las más grandes leyendas vivientes del rock n roll: sus apoteósicos shows, su particular parafernalia y la fiesta que sus músicos arman sobre el escenario, han sido sellos inconfundibles de su larga carrera.
Paul Stanley (voz, guitarra) y Gene Simmons (voz, bajo) son la fuerza motriz de la banda. Más vigente que nunca, KISS se presentará el próximo 14 de abril en el Movistar Arena, marcando su quinta visita a nuestro país, esta vez en medio de la celebración de sus 40 años de vida.
“Creo que Sudamérica es uno de los mejores lugares para tocar en el mundo, para cualquier banda, porque los fans son muy apasionados, y eso es lo que buscamos”, comentó el baterista Eric Singer al teléfono en conversación con RockNvivo. Tras ser parte de la banda en los ‘90 y grabar los discos Revenge (1992) y Carnival of Souls (1997), el músico volvió a ser miembro estable de KISS en 2004.
Sobre la gira aniversario, sus inicios como baterista, lo significa ser parte de una de las bandas más grandes del planeta y del próximo show en Chile, habla Eric Singer en la siguiente entrevista.
PREGUNTAS Y RESPUESTAS CON ERIC SINGER
– Comenzaste a tocar batería desde muy pequeño. ¿Qué nos puedes contar sobre tus primeras influencias?
Comencé a tocar la batería cuando tenía, más o menos, 10 años. Mi padre me llevaba a ver shows de bandas y artistas como Buddy Rich (famoso baterista de jazz). En ese tipo de música, el baterista era un elemento clave (…) No sé si habrá uno en específico con el que sentí que quería ser baterista por esos años. Cuando vi a Ringo Starr (The Beatles) también creó una gran impresión en mí. Pero fue cuando comencé a descubrir la música más “heavy”, como Black Sabbath, Led Zeppelin, Deep Purple… ese tipo de grupos hizo que me gustara mucho más y me aventurara a ser baterista.
– Aparte de KISS, has tocado con otros artistas y bandas (Black Sabbath, Alice Cooper, Lita Ford, Badlands, entre otras), y en los últimos 20 años has aparecido como músico en cerca de 75 discos. ¿Qué nos puedes contar sobre todas esas colaboraciones?
Es como todas las cosas en la vida: aprendes de cada situación y ésta puede ser buena o mala. Todas son parte de este viaje que emprendemos en la vida. Pero me gusta pensar que aprendí algo de cada caso y de cada artista con quien trabajé. Me enseñó a sobrevivir en el negocio de la música, aprendí cómo ser miembro de una banda, cómo ser profesional, cómo ganarme la vida en esto, y conocí la industria musical. Aprendí un montón con toda esa gente diferente, eso es lo importante. ¿Sabes? Mucha gente puede tocar en una sola banda y eso es todo lo que conocen, y está bien; pero creo que traje mucha experiencia al mundo de KISS cuando entré, si quieres llamarlo de esa forma, con mis antecedentes.
– En 1991 te volviste el baterista oficial de KISS, tras la muerte de Eric Carr, debutando con el conjunto en el disco Revenge (1992), el cual fue muy exitoso. ¿Qué recuerdas de esa época?
Si, fue un muy buen álbum y una gran experiencia grabarlo, porque trabajamos con Bob Ezrin (productor que ha trabajado con Peter Gabriel, Pink Floyd, Alice Cooper, entre otros) y fue muy especial. Lo respeto mucho, tiene una forma única de hacer las cosas, con trabajos épicos. Él es muy llevado de sus ideas, y muy enfocado cuando se trata de música. Fue mucho trabajo, porque debes adecuarte a su ritmo, pero él también es un músico talentoso, fue una gran experiencia de aprendizaje.
Creo que todos subimos a niveles más altos al trabajar conjunto a Bob. Pudo sacar otros estilos en Bruce Kulick (guitarrista), y quizás es el mejor trabajo en guitarras en un disco de Kiss, muchos lo piensan así. Gene y Paul también tenían mucho respeto por él, lo que era genial. Creo que Bob supo tomar las riendas y ser el “productor definitivo”, por así decirlo, lo que no es un trabajo fácil, con Gene y Paul. Ellos hicieron muchos discos por su cuenta, saben cómo tiene que ser un disco de KISS. Paul lo ha dicho muchas veces: “nadie sabe más como debe ser un disco de KISS que yo, porque he estado en todos ellos”, y tiene razón.
– ¿Qué significa para ti ser parte de KISS, y estar celebrando 40 años como banda?
Bueno, ahora son 41 años en realidad, pues el primer disco de KISS es de 1974, así que ya son más de cuatro décadas. Es una marca notable y, como cualquier grupo, ha tenido altos y bajos, y ha experimentado cambios de miembros. Si miras la historia de cada banda a través de los años, encontrarás esos elementos en común, veras que la mayoría pasa por cambios si llevan mucho tiempo, como la muerte de integrantes también. Es parte de la vida. Creo que muchas de las cosas que suceden en una banda se reflejan en la vida de sus integrantes.
– ¿Y qué se siente llevar en tus hombros el legado de KISS? Es una gran responsabilidad…
KISS es una banda legendaria y ser parte de eso no es algo que muchos músicos puedan llegar a experimentar. Muchos pueden ser parte de grupos que son muy exitosos, o que les va bien y pueden llegar a cierto nivel, pero pocas bandas pueden alcanzar el lugar que KISS ha logrado y continuar con los años. Así que me siento feliz de ser parte de aquello, de esta leyenda y de seguir junto al grupo. La verdad es que no lo pienso mucho tampoco. Vivo cada día y disfruto de lo que hacemos. Soy un agradecido.
– ¿Cuál es tu disco favorito de KISS de los años ‘70, su etapa clásica?
Mmm… probablemente Dressed to Kill (1975). Me gusta también Hotter Than Hell (1974), pero creo que la producción y el sonido pudieron ser mejores. Alive (1975) fue personalmente uno de los álbumes que me influenciaron y afectaron en mi vida como fan; pero sí, me quedo con Dressed To KIll, porque representa lo que es KISS: una banda entretenida, para pasarla bien, disfrutar la vida y no tomársela tan en serio.
– ¿Hay algo más que quieras realizar en tu carrera musical?
Desde pequeño, una de mis intenciones era tocar en una gran banda y ganarme la vida con eso, estar dentro del negocio musical en una banda exitosa y girar por el mundo. He podido hacerlo por muchos años, y me siento bendecido y afortunado. Sé que mucha gente no llega a hacer lo que yo hago, sé que es especial, valoro mucho a los fans, así que estoy agradecido de lo que KISS y la música me han entregado en la vida.
– ¿Qué le dirías a un chico de 14 o 15 años que está empezando a tocar batería y juntándose con amigos para formar una banda?
Creo que lo más importante es no preocuparse por ninguna otra cosa más que pasarlo bien. Si decides que de verdad amas tocar música y quieres seguir una carrera en esto en forma profesional, puedes ponerte más serio y siempre tener los oídos y ojos abiertos, para aprender de todo lo que veas y escuches. No tienes que estar de acuerdo con todo el mundo, pero escucha lo que las otras personas tienen que decir. Cuando veas a un baterista hablar de su estilo, escucha lo que tiene que decir, ve su punto de vista y con el tiempo puedes decidir tu estilo y tu propio punto de vista. Siempre escucha lo que una banda tiene que ofrecer, pero lo más importante siempre es pasarlo bien.
– En su próxima visita a Chile KISS tocará en un recinto cerrado. ¿Traerán todos los fuegos artificiales y parafernalia de igual forma?
¡Por supuesto! KISS es KISS, no importa lo que ocurra. KISS es más grande que cualquiera individualmente, así que cuando veas un show de KISS, siempre será KISS. Es como un punto de vista. No se trata de una sola persona, que está o estuvo en la banda, se trata de todo el paquete. La banda es más fuerte que cualquiera de sus miembros individualmente, siempre recuerda eso.
– ¿Cuáles son los planes futuros de la banda?
Iremos a Europa pronto, tenemos cerca de 15 shows en festivales. Luego nos tomaremos un descanso y viajaremos a Australia. Después iniciaremos el KISS Kruise número cinco a fines de octubre, coincidiendo con Halloween. Eso es lo que sé por el momento, pero siempre hay algo que puede pasar en el horizonte de KISS.
– ¿Cuáles son tus expectativas del show en Chile este próximo 14 de abril?
La verdad es que nunca me creo expectativas. Lo que espero es ver mucha energía de las personas. Como dije, nadie es más apasionado que el público en Sudamérica, hay muy electricidad en el ambiente. Apenas nos subamos al escenario, sé que le público se volverá loco y te entregarán mucha energía. ¡Eso es lo que espero!
Kiss en Chile
Martes 14 de abril 2015 – 20:30 horas
Movistar ArenaValor de las entradas (sin cargo por servicio):
$20.000 – TribunaAGOTADAS
$29.000 – Platea AltaAGOTADAS
$49.000 – Cancha
$79.000 – Platea Baja (numerada)
$106.000 – Platea Baja preferencial
$156.000 – Cancha PreferencialDescuento del 20% para socios del Club Movistar.
Entradas a la venta a través del sistema Puntoticket.